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Amazon
Los trabajadores de Amazon paran el centro logístico de Trapagaran para exigir derechos laborales
Amazon ha parado en Trapagaran (Bizkaia). El centro logístico del gigante del comercio electrónico se ha detenido durante cuatro horas tras la convocatoria del sindicato mayoritario, LAB, para mostrar cómo la plantilla, compuesta por 109 trabajadores, “no aguanta más, está harta”, según se ha señalado. Esta mañana los trabajadores han hecho frente a Jeff Bezos y han reclamado la negociación del primer convenio del centro. “Ha sido secundada al 100%, tanto por la plantilla de Operaciones, como los temporales”, señala Gotzon Mardarats, responsable de la rama de servicios privados del sindicato. Las primeras furgonetas de reparto han entrado más de dos horas después. “Solo han trabajado los ‘mandos’, no ha habido labor productiva”, confirman a Hordago-El Salto. Califican la jornada como un “éxito rotundo”.
Estas horas de parón vienen vinculadas a unas reivindicaciones de mínimos que el sindicato ha puesto sobre la mesa: subidas salariales vinculadas al IPC, limitación del trabajo en sábados y domingos, y derecho de subrogación de las y los repartidores. Mínimos que deben lograrse fácilmente, según señala LAB, puesto que Amazon ha conseguido 3.506.000 de euros de beneficio neto en 2020 y 2021. “Beneficios'' —remarcan— que son fruto del trabajo de la plantilla y la empresa tiene que repartir la riqueza entre trabajadoras y trabajadores”. Amazon no quiere sentarse a hablar con los trabajadores, a pesar de las buenas palabras, según explica Mardarats. “Parece que nos quieren tener enfrente. Usaremos la herramienta del parón y la huelga”, sigue el delegado de LAB. A la vuelta de la esquina, fechas señaladas en el calendario, clave para la multinacional, como el Black Friday.
“Parece que Amazon nos quiere tener enfrente. Usaremos la herramienta del parón y la huelga”, advierten desde LAB, sindicato mayoritario
En cuanto a la limitación del trabajo los sábados y domingos (o festivos), explican desde el sindicato que se realizan cada vez más horas durante estas jornadas sin incentivo alguno, y la dirección debe ser la opuesta: reducir la actividad durante estos días, así como gratificar las horas que se trabajen con pagas o descanso. “Solicitamos regularizarlo. Es importante para la conciliación de la vida familiar”, apunta Mardarats desde LAB.
Por una parte, desde el sindicato mayoritario en el centro logístico comentan que “Amazon sigue anclada en condiciones laborales mínimas en el convenio colectivo de transporte de Bizkaia”, que, además, está pensada para el transporte de mercancías por carretera. “La plantilla de Amazon necesita adecuar su realidad como centro logístico pasando por un convenio que recoja unas categorías profesionales reales con unas tablas salariales vinculadas al IPC”, resumen.
Subrogación
El último “mínimo” de las exigencias que han justificado este parón es el derecho de subrogación de los repartidores. Estos trabajadores subcontratados, puntualiza LAB, “sufren una precariedad tremenda” a pesar de que son imprescindibles. Inestabilidad, falta de calendario, bajo salario y un convenio de mensajería estatal que no garantiza su subrogación que les permitiría aumentar su poder negociador. Gotzon Mardarats, como responsable de la rama de servicios privados, explica qué implica esa falta de garantía de subrogación: “Si la empresa que subcontrata cesa su trabajo, podría despedir a la plantilla, vendría otro operador con nueva flota y nuevos trabajadores. Pedimos a Amazon que haga de paraguas para conseguir esta subrogación”. Más de 300 trabajadores se ven afectados por esta exigencia.
Aunque la noticia de la llegada de Amazon a Trapagaran en 2019 generó un gran impacto en la actividad económica general, la realidad es la de la agudización de “la crisis de modelo que vive la industria y el comercio tradicional del territorio”. El gigante de Jeff Bezos se ha asentado en Bizkaia, pero los trabajadores del centro logístico no quieren permitir que sea a cualquier precio. “No podemos dejar a nadie atrás”, señalan los convocantes del parón.
En Oiartzun, Gipuzkoa, no lo han logrado. Tras años intentando desembarcar en la localidad, Amazon se quedó fuera. El Ayuntamiento gobernado EH Bildu —que en principio se veía sin competencias para ello— y, sobre todo, la presión de los vecinos, organizados a través de plataformas y asociaciones de comerciantes, lograron retrasar la llegada de la pata logística de Bezos hasta que, finalmente, la empresa desistió aduciendo excusas estratégicas.