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Ayuntamiento de Madrid
Homenaje al doctor Luis Montes: Madrid construye su memoria
En medio del debate que agita a la sociedad madrileña y la comunidad política acerca del destino de los restos del dictador Franco, una iniciativa en la esfera de de la memoria histórica —y en dirección diferente— se abrió paso ayer en Madrid: el reconocimiento del trabajo del doctor Luis Montes por la sanidad pública en la Comunidad.
Más de 100 personas se dieron cita en la glorieta ubicada en la intersección de las calles Antonio Machado, César Manrique y Valle de Mena, en el barrio de Valdezarza, ayer, 11 de enero. Convocadas por la Junta de Distrito de Moncloa-Aravaca, presidida por la concejala Montserrat Galcerán (Ahora Madrid), han contribuido a bautizar ese espacio con el nombre de doctor Luis Montes, médico anestesista y coordinador de Urgencias del Hospital Severo Ochoa, de Leganés, fallecido en abril de 2018.
En el año 2005, el facultativo y su equipo de ese centro de salud, fueron acusados de causar la muerte a numerosos pacientes terminales, aplicándoles sedativos sin su consentimiento, cargo que les costó el puesto de trabajo y un largo y penoso proceso judicial. El reconocimiento actual fue propuesto por Ahora Madrid, con los votos de esa formación y del PSOE, la abstención de Ciudadanos y el voto en contra del PP.
El acto contó con la presencia de diversas asociaciones y colectivos vecinales, como la asociación vecinal Poetas de la Dehesa de la Villa, Coordinadora Salvemos la Dehesa, la Marea Blanca, asociación cultural y deportiva Rosa de Luxemburgo, miembros de la asociación Derecho a una Muerte Digna (DMD) que el doctor Montes presidiera hasta su fallecimiento, numerosos amigos del homenajeado y representantes del PSOE y de Ahora Madrid.
Tomaron la palabra la concejala-presidenta del distrito, Montserrat Galcerán, el concejal de Seguridad del ayuntamiento, Javier Barbero, que lo hizo en calidad de colega y amigo del homenajeado, y Maribel Teigell, esposa de Montes. La ceremonia culminó con la interpretación en violoncelo de El cant dels ocells, por parte de Helena San Juan, vocal vecina del distrito.
Conocido era el compromiso de Montes y su gente con el derecho al acceso universal e irrestricto a una atención médica gratuita y de calidad, a que el servicio público se encargue de la realización de abortos —cuando las mujeres así lo soliciten y bajo prescripciones claras y consensuadas—, así como a favor de paliativos que alivien los padecimientos de enfermos terminales, a despenalizar la eutanasia y a facilitar y divulgar la práctica del testamento vital.
Los intervinientes expusieron que el proceso sufrido por el doctor Montes y sus colaboradores obedeció a un montaje funcional a la estrategia de la presidente de la Comunidad en la época —Esperanza Aguirre— y su equipo del área, presidido por Manuel Lamela. Según explicaron, se trataba, a través de esa persecución, de desprestigiar el servicio público de salud, para facilitar el rodillo privatizador que Aguirre y los suyos se proponían implementa.
Denunciaron que se trató de una maniobra para quitarlos del paso, ya que serían —sin duda— obstáculo a los planes de la otrora poderosa presidente de la Comunidad. Así, en pocas palabras, lo explicó la concejala–presidente de la Junta, Montserrat Galcerán: “En el año 2005 dos denuncias anónimas sirvieron de base para iniciar una persecución mediática y política, cuyo objetivo último era desprestigiar a la sanidad pública: le señalaban de ser uno de los principales responsables del incremento en el número de muertes del hospital por sedaciones irregulares. Le acusaron, injustamente, de causar la muerte a cerca de 400 pacientes terminales, lo que le costó el puesto a manos de la Consejería de Sanidad y, sobre todo, el prestigio. Tras meses de pelea en los juzgados, en 2007 se sobreseyó el caso y al año siguiente la Audiencia Provincial retiró también cualquier alusión a mala praxis, tanto suya como se sus compañeros. Pero el daño estaba hecho y los pacientes que ingresaron después de su cese sufrieron las consecuencias”.
En parecida dirección intervino Maribel Teiggell, esposa del fallecido, quien —visiblemente emocionada— quiso destacar también la labor que continúa realizando la asociación Derecho a una Muerte Digna (DMD), a cuyo frente estuviera el doctor Montes. “Quiero romper una lanza por la gente de Derecho a Morir Dignamente, porque luchan para que sigamos teniendo derechos hasta el final de nuestras vidas”, dijo. Y exhortó a que las administraciones locales informen a los ciudadanos sobre este derecho “porque a la Comunidad de Madrid no le interesa hacerlo”, remató.
El concejal Barbero, por su parte, mencionó el compromiso de Montes con el derecho a una muerte digna, “en último término de la manera que decida cada uno”. Y remarcó “Luis siempre mantuvo un no rotundo ante la experiencia de un sufrimiento evitable”.
A partir de ayer, la ciudad rinde homenaje a uno de sus hijos que entregó sus mejores energías en la defensa maximalista del derecho a la vida y a poder elegir las condiciones de ejercerlo.