Contigo empezó todo
El obrero que quemó el Reichstag

En 1933, un joven albañil desempleado y medio ciego prendió fuego al Parlamento alemán, desató el infierno y quedó atrapado entre teorías de la conspiración.
19 may 2022 06:00

Demasiado tarde. Cuando el funcionario de prisiones entra en la celda, la cucaracha Adolf agita sus antenas y trata de iniciar una veloz retirada hacia una esquina. Sin embargo, la bota militar es más rápida y su oscuro cuerpo queda aplastado.

Adolf ha sido la única compañera de celda de Marinus Van der Lubbe en la prisión de Leipzig durante estos largos meses de 1933. La bautizó en honor del, en ese momento, canciller alemán, un tal Adolf Hitler. Con el paso del tiempo, le fue cogiendo cierto cariño. Marinus llegó a tener cierta envidia del insecto y ahora piensa con sarcasmo en lo que escribiría en una hipotética lápida para la cucaracha: “Has tenido más suerte que yo”.

En efecto, casi todo el mundo que conoce el nombre de este joven neerlandés de 24 años, de profesión albañil, le tiene en peor consideración que a una cucaracha. Van der Lubbe es generalmente detestado, aborrecido y, en el mejor de los casos, objeto de lástima.

Está en la cárcel por haber prendido fuego al edificio del Reichstag, el Parlamento alemán, el 27 de febrero de 1933. Los nazis le consideran como agente de una conspiración bolchevique. Los antinazis le consideran como agente de una conspiración nacionalsocialista.

Viaje a contracorriente

En su adolescencia en Países Bajos, Van der Lubbe es apodado ‘Dempsey’ por el boxeador con ese apellido debido a su fuerza física. Un accidente laboral le deja de por vida con su visión reducida. Con 16 años, empieza a relacionarse con el mundo sindical y político, afiliándose al Partido Comunista, del que pocos años después se aleja para observar con interés otras ideas como el trotskismo, el consejismo o el anarquismo.

Entre finales de 1932 y comienzos de 1933, Van der Lubbe consume ávidamente la preocupante información que llega desde Alemania. El Partido Nacional Socialista Alemán se hace con un tercio de los diputados en el Reichstag y su líder es nombrado canciller. Marinus cree que allí está la batalla a librar en ese momento y, mientras muchos disidentes alemanes comienzan a pensar en hacer las maletas para librarse de lo que se les viene encima, el joven holandés, desempleado y sin fondos, toma la decisión de hacer el viaje inverso. Prepara un macuto y empieza a caminar con dirección Berlín, donde llega 15 días después.

Van der Lubbe espera descubrir en Alemania un mundo obrero en ebullición, al borde de la revolución que plante cara al monstruo que amenaza con hacerse con el poder absoluto. Se lleva un chasco: la resistencia brilla por su ausencia. ¿Qué puede hacer un pobre albañil extranjero, medio ciego y aislado para cambiar esta dinámica y evitar la debacle? Marinus lo deja claro: “Quizás cuando las intimidadas masas vean en llamas las fortalezas del capitalismo, podrían sacudirse su letargo incluso a esta hora tardía”.

El 27 de febrero de 1933, por fin, el Reichstag echa humo. Nuestro obrero neerlandés está detenido pero satisfecho

Manos a la obra. Armado con material incendiario y oculto por la oscuridad de la noche, el chico acude al Ayuntamiento de Berlín, pero el fuego es descubierto rápidamente y sin consecuencias. Van der Lubbe no se rinde. El Palacio Imperial es el siguiente objetivo. Mismo resultado, pero Marinus es terco. El 27 de febrero de 1933, por fin, el Reichstag echa humo. Nuestro obrero neerlandés está detenido pero satisfecho.

Fracaso y difamación

Otra cosa no, pero su celda de Leipzig da grandes oportunidades para la reflexión. Y, por lo vivido desde la noche del incendio y por la escasa información a la que le permiten acceder, Van der Lubbe tiene que reconocer que su plan quizá no había sido demasiado brillante. Siendo honesto, ha de reconocer que ha sido un fracaso absoluto.

Políticamente, frente a sus esperanzas de despertar la insurrección obrera alemana, no solo no se la ve por ningún sitio sino que los nazis utilizaron el fuego desde el primer momento para forjar su poder. Atribuyeron el incendio a un “complot comunista” que amenazaba con destruir la nación. El mismo 28 de febrero, suspendieron el habeas corpus, la libertad de expresión, de prensa, de reunión y de asociación, encarcelaron a miles de rivales y aprovecharon para mejorar sus resultados electorales antes siquiera de que pasara una semana. Respecto a los partidos de oposición, Van der Lubbe no es más optimista. Desde el primer momento rechazaron el atentado y se limitaron a marcar distancias o a insinuar un autogolpe por parte de los nazis. El jefe del Partido Comunista, Ernst Torgler, hasta se entregó en comisaría tras conocerse la noticia.

Van der Lubbe, al menos, sabe que se ha mantenido coherente. Desde la noche del incendio hasta hoy ha admitido su responsabilidad, ha repetido sin cesar que actuó en solitario y ha explicado sus motivaciones, como refleja su declaración bajo custodia policial días después de su arresto: “Yo mismo soy un izquierdista, y fui miembro del Partido Comunista hasta 1929. Había oído que una manifestación comunista fue disuelta por los líderes al acercarse la policía. En mi opinión, claramente había que hacer algo para protestar contra este sistema. Ya que los trabajadores no harían nada, tenía que hacer algo yo mismo. Consideré el incendio un método adecuado. No deseaba hacer daño a personas sino a algo que perteneciera al propio sistema. Me decidí por el Reichstag. Respecto a la pregunta de si actué solo, declaro categóricamente que así fue”.

Nadie le ha hecho el menor caso, como quedó reflejado en el juicio celebrado en verano de 1933. Por un lado, toda la maquinaria nazi le describe como un peón de Moscú y el tribunal no dejaba de buscarle conexiones inexistentes con el resto de acusados. Por otro lado, estos mismos, que eran Torgler y tres responsables búlgaros de la Internacional Comunista, no dudaban un momento en caracterizarle como una especie de mercenario al servicio de una compleja conspiración elaborada por Hitler y otros jerarcas del régimen en ciernes. Van der Lubbe se consuela pensando que el veredicto solo pudo condenarle a él, al no haber ninguna prueba de conexiones con nadie más.

En el extranjero su imagen no es mucho mejor. Bien es verdad que algunos amigos han tratado de limpiar su imagen públicamente, pero son una gota en el océano. El colmo del ridículo fue el “contrajuicio” celebrado en Londres por los prosoviéticos con apoyo de personalidades de izquierda, donde un “testigo” llegó a asegurar que Marinus era drogadicto, homosexual y amante de Ernst Röhm, líder de las SA, la milicia del Partido Nazi.

Van der Lubbe se siente solo, derrotado, triste e incomprendido mientras camina hacia la guillotina en enero de 1934. Él no es una cucaracha. Solo es un paria de la Tierra que, con mayor o menor acierto, buscó hacer realidad la letra de “La Internacional”

Van der Lubbe se siente solo, derrotado, triste e incomprendido mientras camina hacia la guillotina en enero de 1934. Él no es una cucaracha. Solo es un paria de la Tierra que, con mayor o menor acierto, buscó hacer realidad la letra de “La Internacional”: “Ni en dioses, reyes ni tribunos, está el supremo salvador. Nosotros mismos realicemos el esfuerzo redentor. Para hacer que el tirano caiga y el mundo esclavo liberar, soplemos la potente fragua que el hombre libre ha de forjar”.

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Contigo empezó todo
Contigo empezó todo Francisco Ponzán, el Schindler español
El anarcosindicalista oscense lideró una red de evasión que ayudó a escapar a miles de personas de la persecución nazi.
Contigo empezó todo
Contigo empezó todo Lucy Parsons, el último dinosaurio de Chicago
Opacada por la muerte de su marido, la vida de esta sindicalista revolucionaria abarcó los mejores años de la izquierda en Estados Unidos.
Opinión
Opinión Non sempre ter moitas luces é sinónimo de intelixencia
Que impacto ecolóxico e social produce a iluminación do Nadal de Vigo? A cidade sofre máis aló da masificación, o caos de tráfico, as molestias á veciñanza, o malgasto ou os recortes en orzamentos de emerxencia social.
Ocupación israelí
Ocupación israelí El Congreso de EE UU vota la “ley más peligrosa para las libertades” desde la Patriot Act
En Gaza, Cisjordania y Líbano, nuevos ataques israelíes dejan más de un centenar de muertos. En Washington, el Congreso vota una ley que permite quitar fondos a ONG, universidades y colectivos sin pruebas ni un proceso transparente.
Barcelona
Derecho a la vivienda El hartazgo por la vivienda impagable se da cita este 23 de noviembre en Barcelona
El amplio movimiento por la vivienda catalán, sindicatos y organizaciones vecinales, sociales y soberanistas demandan soluciones urgentes ante una crisis de vivienda sin solución a la vista

Últimas

Palabras contra el Abismo
Palabras contra el Abismo Lee un capítulo de ‘Café Abismo’, la primera novela de Sarah Babiker
El barrio es el espacio físico y social en los que transcurre ‘Café Abismo’, la primera novela de la responsable de Migraciones y Antirracismo de El Salto, Sarah Babiker.
Crisis climática
Informe de Unicef El cambio climático multiplicará por tres la exposición de los niños y niñas a las inundaciones para 2050
Es la proyección que hace Unicef en su informe 'El Estado Mundial de la Infancia 2024'. La exposición a olas de calor extremas será ocho veces mayor para 2050 respecto a la década del 2000. “El futuro de todos los niños y las niñas está en peligro”, advierte la agencia de la ONU.
Memoria histórica
Memoria histórica Museo del franquismo, ¿eso dónde está?
España sigue ajena a la proliferación mundial de espacios museísticos dedicados a dictaduras y resistencias democráticas.
Unión Europea
Unión Europea La ultraderecha europea, ante la victoria de Trump
El triunfo de Donald Trump da alas a todas las formaciones ultraderechistas de Europa y del resto del mundo, que han visto cómo el millonario republicano ha conseguido volver a ganar las elecciones sin moderar un ápice su discurso.
Más noticias
Tribuna
Tribuna Vivienda: es hora de organizarnos
La situación de crisis inmobiliaria nos exige leer el momento para acertar en las batallas que debemos dar ahora, reflexionar sobre los modos de acción colectiva y lograr articular una respuesta política amplia.
Pontevedra
Ecoloxismo Unha investigación revela alta contaminación por nitratos en augas superficiais da comarca do Deza
Os resultados da análise de Ecoloxistas en Acción, con máis de 80 puntos de mostraxe, reflicten concentracións xeneralizadas e moi altas de NO3. Só o 19% das augas superficiais analizadas están “fóra de toda sospeita”.
Racismo
Racismo institucional Diallo Sissoko, una víctima más del sistema de acogida a migrantes
La muerte de este ciudadano maliense durante su encierro en el CAED de Alcalá de Henares ha puesto de manifiesto algunas de las deficiencias del sistema de acogida a migrantes en el Estado español.
Comunidad de Madrid
Violencias machistas Huelga en la red de atención a la violencia de género de la Comunidad y Ayuntamiento de Madrid el próximo 25N
Las trabajadoras de ambas redes se unen para reivindicar mejoras laborales y de atención a las mujeres víctimas en un paro de 24 horas. “Te sientes impotentes porque no puedes ayudar como deberías”, explican.

Recomendadas

Galego
Dereitos lingüísticos Miles de persoas desbordan a praza da Quintana para mudar o rumbo da lingua galega
A Plataforma Queremos Galego, que convocou esta mobilización, sinala unha nova data para outro acto protesta: o vindeiro 23 de febreiro na praza do Obradoiro, en Santiago de Compostela.
València
Exclusiva El Gobierno de València contrata 12,9 millones en obras de la dana a una constructora investigada por pagos al cuñado de Barberá
La Generalitat Valenciana ha hecho el encargo a Ocide, una empresa cuya matriz está siendo investigada en el caso Azud por pagos “de naturaleza ilícita” al abogado José María Corbín a cambio de contratos adjudicados por el Ayuntamiento de València.