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Coronavirus
Alemania busca 300.000 jornaleros y lanza un “escudo social” de 165.000 millones
El estado alemán crea un portal para conectar a los agricultores que han perdido personal y al creciente número de parados. Además, el Gobierno ha puesto encima de la mesa 165.000 millones de euros este lunes en un paquete de ayudas sin precedentes.
La agricultura es un sector relevante para el sistema. Es algo que queda más claro que nunca en estos días de confinamiento y epidemia. También en Alemania ha sido éste un sector denostado, mal pagado y para el que se traían a jornaleros extranjeros. De repente, en esta crisis, sale a la luz su verdadero valor. El campo alemán comienza a resentirse por la crisis del coronavirus y los agricultores aseguran que no disponen de temporeros que solían venir del este de Europa. Las cosechas alemanas están en peligro mientras la economía ha parado y comienza a aumentar el número de personas sin empleo.
Es por ello que unas 187.000 fincas y empresas agrupadas en cooperativas han lanzado hoy en conjunto con el Ministerio para la Alimentación y la Agricultura una web con ofertas de empleo de jornalero para cubrir las alrededor de 300.000 vacantes por todo el país. La web se llama “Das Land hilft”, que significa “El país ayuda”, y ya en los últimos días la Ministra Julia Klöckner de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) de Merkel aseguraba que no se iba a obligar a nadie a trabajar en el campo, pero que era una responsabilidad social y que si no podrían perderse muchas cosechas.
En la web puede leerse que, como la expansión del virus debe ser ralentizada y en toda Europa hay controles a los movimientos, los agricultores alemanes se encuentran en apuros y han perdido a los jornaleros imprescindibles para sacar las cosechas adelante. “Al mismo tiempo, muchas personas que trabajan en la gastronomía o en el comercio no trabajan en estos momentos”. La web trataría de conectar a los empleadores con los empleados, de ahí que no haya condiciones centralizadas sino que tengan que ser negociadas de forma individual.
Para las personas que no pueden trabajar en estos momentos hay dos opciones, o recibir el paro o el llamado “dinero por trabajar poco”, que es una subvención creada ya durante la crisis de 2008 para que el Estado pague las cuotas a la seguridad social durante un tiempo determinado mientras el empleado recibe el 60% del salario. El gobierno ha creado una línea de crédito para autónomos que, concederán, aseguraba el Ministro de Economía y Energía Peter Altmeier, sin tener en cuenta los déficit de deuda ni la doctrina del ahorro fiscal. 165.000 millones han sido asegurados este lunes en un paquete de ayudas sin precedentes. Para financiar este gasto, el Ejecutivo alemán va a introducir el miércoles una excepción al freno de la deuda en la Constitución.
Sin embargo, el gobierno da por hecho que cada semana que el país permanezca cerrado aumentará el número de parados. La temida Agencia Federal de Empleo, que se encarga de sancionar y recortar o retirar el subsidio de desempleo a parados que no se sometan a la disciplina y el control férreo de la misma, en estos días parece haber cambiado completamente. Las sanciones han sido suspendidas hasta que se pase la crisis del coronavirus. Asimismo aseguran que están facilitando las condiciones para que los parados puedan cobrar los subsidios, eso sí, sin entrar en detalles de requisitos. Ya la semana pasada, cuando restaurantes y cafeterías aún permanecían abiertos, la Agencia aseguraba estar recibiendo diez veces mas consultas que en un periodo normal.
Los parados alemanes, sin embargo, lo tendrán más complicado que de costumbre. Los puntos de reparto de comida para personas con los ingresos más bajos cierran por decenas en todo el país y los comedores escolares llevan toda la semana funcionando nada más que para los hijos de trabajadores que ejerzan “funciones relevantes para el sistema”: personal sanitario, policía, bomberos y distribución de alimentos. Eso sí, los arrendatarios no podrán ser expulsados de sus casas por no pagar el alquiler a causa de pérdidas económicas relacionadas con el virus.
Merkel aseguraba el miércoles pasado que ella comprendía a los ciudadanos reacios a medidas autoritarias por el pasado histórico del país y apelaba al civismo de la población
Desde este lunes, 23 de marzo, Alemania se encuentra confinada. El país tiene una de las tasas más altas de infectados del mundo en este momento, alrededor de 26.100, solamente superado por la propia China, Italia, Estados Unidos y España. La canciller Angela Merkel, que ayer tarde entraba en cuarentena porque su médico tiene el coronavirus y podría estar infectada, explicaba el domingo las medidas que la población tiene que cumplir desde ahora: salir solos de casa y solo en casos de necesidad, aunque los paseos también están permitidos. Todos los comercios, restaurantes y cafeterías están cerrados.
Aquí no han querido usar la palabra “confinamiento” ni “prohibición de salir”, aunque las medidas son muy similares a las de los países sureuropeos. Merkel aseguraba el miércoles pasado que ella comprendía a los ciudadanos reacios a medidas autoritarias por el pasado histórico del país y apelaba al civismo de la población. El domingo ya sucumbía ante las evidencias de los datos de propagación exponencial en el país y las consecuencias en vidas humanas y en sobrecarga para el sistema de salud alemán.