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Educación
España, el país de la UE en el que más alumnado de Secundaria repite
El hijo de Mireia García tiene 14 años y este año repite 3º de la ESO. Cuenta que comenzaron a ver problemas en las notas de los exámenes, pese a existir un trabajo en casa con un apoyo en una academia. Preocupados por el rendimiento académico acudieron a una psicóloga especializada en educación. “En la primera sesión nos dijo que nuestro hijo no tenía un problema de conocimientos, es un problema de procedimientos a la hora del examen; que se queda completamente bloqueado”, explica. La receta emitida tras esta sesión: darle técnicas para poder afrontar este bloqueo, además de un apoyo por parte del instituto. La receta emitida por el centro educativo: la repetición. “Nuestro hijo estaba etiquetado, y te frustra. Ese no debería ser el objetivo, el objetivo es ayudarle”, sentencia.
España tiene ocho veces más repetidores que Finlandia con la misma normativa. Nuestro país está inserto en una “cultura de la repetición” que nos hace tener la mayor tasa de repetición en Secundaria de la UE y también de la OCDE: a los 15 años el 29% del estudiantado ha repetido curso alguna vez. Pero, como en el caso del hijo de Mireia, no siempre es una cuestión de conocimientos. Así, uno de cada tres repetidores ha alcanzado el nivel de competencia básico de PISA en todas las materias y ha logrado las metas establecidas al final de la escolarización obligatoria. Estas son las principales conclusiones del estudio de Save The Children 'Repetir no es aprender', que se ha presentado hoy en rueda de prensa.
“En España, un 8,7% de alumnos repite en la ESO frente al 2,2% de la UE y el 1,9% de la OCDE”, expresa Catalina Perazzo, directora de políticas de infancia de Save The Children. Esta organización ha utilizado este informe para poner en cuestión los principales argumentos que sustentan la creencia de que repetir es bueno y es útil. Toca desmentir y desarmar la “cultura de la repetición”. Y para ello exponen esta investigación, para desmentir mitos.
Entre ellos, que la repetición es un mecanismo frecuente entre los países de nuestro entorno económico. Nada más lejos de la realidad: Dos de cada tres socios de la OCDE tienen tasas de repetición inferiores al 10% y en casi la mitad de los países alcanza a menos del 5% de estudiantes. “Un sistema educativo puede funcionar con niveles bajos de repetición y lo normal en los países del entorno es que recurran a otras estrategias”, expresa Álvaro Ferrer experto en equidad educativa de Save The Children.
Y este abuso de las repeticiones no responde a un nivel bajo educativo. Según el informe PISA, en casi todas las comunidades autónomas, el porcentaje de alumnado repetidor con un nivel de competencia suficiente en al menos dos materias está muy cerca del 50%. “Los criterios con los que evaluamos al alumnado son más duros. Un estudiante que en España repite aprobaría en países de nuestro entorno”, añade Ferrer.
“Ante dos estudiantes con conocimientos, dificultades de aprendizaje y niveles de motivación similares, el de nivel socioeconómico bajo tiene casi tres veces más probabilidades de repetir”
Tampoco se debe a limitaciones educativas individuales. Según apunta Save The Children “ante dos estudiantes con conocimientos, dificultades de aprendizaje y niveles de motivación similares, el de nivel socioeconómico y cultural bajo tiene casi tres veces más probabilidades de repetir que el de clase acomodada”. Para Perazzo “existe una trampa de la pobreza, si tu familia tiene pocos recursos tienes una alta probabilidad de repetir” explica mientras añade unos datos como telón de fondo: según la última encuesta de condiciones de vida del INE, el riesgo de pobreza infantil ha aumentado hasta un 28,9%, esto es, en España hoy hay más de 2 millones de niños y niñas en riesgo de pobreza.
Gestión de la diversidad
Así las cosas, esta ONG se cuestiona que la repetición sea el mejor método para reforzar el aprendizaje. Al contrario, aseguran, las últimas investigaciones concluyen que “tiene un efecto nulo sobre el aprendizaje y perjudica al alumnado de bajo nivel educativo y socioeconómico”. Y, a largo plazo, contribuye al abandono escolar.
“Estamos ante un problema de cómo se tratan las diferencias en las aulas, de gestión de la diversidad. España utiliza la repetición como la única herramienta para igualar a los alumnos”
“Estamos ante un problema de cómo se tratan las diferencias en las aulas, de gestión de la diversidad. España utiliza la repetición como la única herramienta para igualar a los alumnos. Reducir la repetición es una cuestión de eficiencia del gasto educativo y de igualdad de oportunidades”, sentencia la directora de políticas de Infancia de Save The Children .
¿La solución? Pelazzo ha destacado cuatro medidas insertadas en el nuevo marco que favorece la LOMLOE. “Proponemos programas de formación a los docentes para cambiar las creencias y prácticas en torno a la repetición. También, aprovechando la LOMLOE, proponemos incluir en los planes de mejora del centro metas para reducir la repetición”. Además Pelazzo añade la necesidad de incluir estrategias eficaces para gestionar clases multinivel sin homogeneizar. “Esto tendría que formar parte de la formación del profesorado. España está entre los países de la OCDE donde el profesorado ha recibido menos formación en grupos multinivel”, asegura. Por último, apuntan desde esta organización, sería necesario extender el apoyo educativo a través de tutorías y escuelas de verano para que los alumnos y alumnas puedan pasar de curso.
Medida ineficiente
Así, esta organización propone un cambio de cultura para acabar con una medida que califican de “ineficiente”, también por su elevado coste. Y ponen un ejemplo: en el curso 2019-2020, con 234.000 repetidores, los costes directos de la repetición se elevaron hasta los 1.441 millones de euros, un 6,2% del gasto público en primaria y secundaria.
Esta entidad apunta que los esfuerzos económicos deberían ir dirigidos hacia otro lado: invertir en clases de refuerzo extraescolar para 2.217.000 alumnos y alumnas, incluir 44.700 docentes extra para la co-docencia y establecer estrategias de diferenciación en el aula. “Esto supondría incrementar un 6% las plantillas actuales”, especifica Ferrer. Además, apuntan a contratar dos formadores para un cambio de prácticas en los 17.881 centros existentes y 42.200 orientadores y trabajadores sociales más. Reforzar las aulas antes que recurrir al desgastado recurso de la repetición.