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Derecho al agua
La guerra de las aguas y las brechas hídricas. Parte I.
A modo de introducción
Además de las brechas en servicios sociales, oportunidades de empleo, transporte, existe otra brecha más entre los grandes núcleos urbanos y la población rural del interior andaluz: la brecha hídrica.
Los municipios rurales accedieron a disponer de agua potable domiciliaria y saneamiento a finales de la década de los años sesenta del s. XX, cuando ya a finales del s. XIX las grandes ciudades española disponían de suministro de agua potable, hablamos por tanta de la brecha hídrica histórica.
Los cortes y la deficiencias del suministro de agua potable actualmente en plena sequía (2017-2024) se localizan paradójicamente en los municipios rurales. Las grandes ciudades, salvo algunas excepciones (área metropolitana de Barcelona), no tienen problemas de abastecimiento, teniendo asegurado el suministro para los 8-12 meses próximos. Es la brecha actual en la garantía del suministro hídrico.
Pero el medio rural se enfrenta a un dilema, que no se plantea en los grandes núcleos urbanos, es el falso dilema hídrico rural. Optar entre riego agrícola o garantizar el abastecimiento humano, dilema que se ha de resolver con mucha pedagogía, dialogo y empatía. Para entender este dilema, hay que señalar el peso del sector agrario en el medio rural, más del 40% , y hasta el 60%, de la población activa está vinculada a este sector. Nos encontramos con un monocultivo excluyente, y el peso social de los medianos y pequeños agricultores, que no disponen de otra fuente de renta.
De una forma modesta, intentaremos acércanos a entender la situación actual y futura a la que se enfrenta el medio rural. Desde una perspectiva de desarrollo rural, nos hacemos las siguientes preguntas:
¿Hay una discriminación histórica en el acceso al agua potable entre las grandes ciudades y los municipios más pequeños del medio rural andaluz?
¿Tienen garantizados en calidad y cantidad el suministro de agua domiciliaria los pequeños municipios en las mismas condiciones que los grandes núcleos urbanos?
¿Existe una relación entre cambio climático, la escasez de agua y el modelo productivo?
Los derechos humanos al agua potable y al saneamiento (DHAS)
El 28 de julio de 2010, a través de la Resolución 64/292, la Asamblea General de las Naciones Unidas se reconoció explícitamente el Derecho Humano al Agua y al Saneamiento (DHAS).Se postula que un agua potable limpia y el saneamiento son esenciales para la realización de todos los derechos humanos. Los estados y las administraciones asumieron la obligación de garantizar agua potable y saneamiento en adecuadas condiciones de calidad, disponibilidad, accesibilidad, asequibilidad y aceptabilidad.
Garantizar los derechos humanos al agua potable y, al saneamiento, demanda volúmenes de agua muy limitados.No más del 5% de los caudales que se extraen de la naturaleza para los múltiples usos que generamos. ( Pedro Arrojo Agudo y Leandro del Moral Ituarte)
Como señala National Geógraphic, con solo el 0,007% del agua disponible del planeta se puede abastecer a una población de 7.000 millones de habitantes. ( citado por David Wallace-Wells en El planeta inhóspito).
A pesar de los afirmado en párrafos anteriores la escasez de agua es más un problema de gestión, y del uso final de la misma. El agua potable no es un recurso ilimitado, y actualmente no se encuentra disponible bajo los criterios de calidad, disponibilidad y accesibilidad para toda la población, al priorizarse ciertos usos antes que el abastecimiento humano.
Las brechas hídricas entre el medio rural y los grandes núcleos urbanos
Brecha hídrica histórica
A finales del s. XIX, las grandes ciudades españolas tenían un abastecimiento moderno que garantizaba el suministro de agua potable domiciliaria a sus habitantes. Madrid disponía de este servicio en 1858 y , Sevilla en 1882.
Los municipios de la comarca de Estepa y Osuna no contaron con un suministro de agua potable domiciliaria hasta finales de la década de los años sesenta del s. XX. No se generalizo el servicio en la mayoría de las viviendas hasta el primer quinquenio de los años setenta del mismo siglo. El acceso inicial a este servicio suponía un coste que no todos los ciudadanos podían asumir (asequibilidad). Al coste económico habría que añadir lainexistencia de profesionales, no se disponían de fontaneros suficientes en el medio rural para atender la demanda, años antes inexistente
Brecha actual en la garantía del suministro
En la comarca de Estepa, formada por diez municipios, con un total de unos 45.884 habitantes (Padrón de 2022), el 34% de sus habitantes, unos 15.597 habs. aproximadamente tienen problemas de abastecimiento, con cortes en el suministro y agua potable de menor calidad. Los municipios afectados son actualmente cuatro: Aguadulce (2.043 hbs. ), Badolatosa (3.112 hbs.), Casariche (5.332 habs.) y Pedrera (5.110 habs.).
De prolongarse la sequía podrían entrar en “situación preocupante” los municipios que se abastecen del Plan Écija, en concreto Herrera con 6.503 habs. y Marinaleda con 2.579 habs, un total de 9.002 habs., lo que supondría que el 54 % de los habitantes de la comarca tendrán problemas de abastecimiento de agua potable.
Los municipios de la comarca sin problemas actualmente en el suministro hídrico (diciembre 2023), son aquellos que se abastecen acuíferos de proximidad como es el caso de Gilena,Estepa, y Lora de Estepa, o el caso de La Roda, que tiene un abastecimiento mixto acuífero de proximidad y la conexión con el Consorcio de la Sierra Sur, que a su vez se abastece de CIAR ( Ciclo Integral de Aguas del Retortillo), antiguo “Plan Ecija”.
Casi sesenta años después de la implantación de forma generalizada el abastecimiento de agua potable en los municipios de la Comarca de Estepa, regresamos al punto de partida, a la situación de finales de la década de los sesenta del s.XX, algo impensable hace unos años.
Una dualidad compleja entre lo urbano y lo rural
En plena sequía, la mayoría de las grandes ciudades españolas, no tienen actualmente problemas de abastecimiento y tienen garantizado el suministro de agua potable para al menos los próximos 8-12 meses, salvo el área metropolitana de Barcelona.
Mientras los grandes núcleos urbanos tienen planes que garantizan el abastecimiento, en el medio rural no existen planes de gestión adecuados para garantizar el suministro de agua potable. Los cortes de agua y situaciones críticas en Andalucía se están produciendo en zonas concretas del interior andaluz, en núcleos escaso volumen de población. Es paradójico que sean estos núcleos de población los que tienen problemas en el abastecimiento, su menor peso demográfico juega en contra, su repercusión en los medios de comunicación es menor. Son ,según los habitantes afectados, “los municipios dejados de la mano de dios”.
Aunque en líneas generales el abastecimiento domestico de agua está garantizado en España, nos encontramos con situaciones críticas de abastecimiento y calidad de agua, que afectan a pequeñas y medianas poblaciones, alejadas de las grandes áreas metropolitanas.
Los pequeños municipios
Estos pequeños municipios con problemas actualmente de abastecimiento no estaban condenadas a la situación actual, es más su baja demanda total de agua potable debido a su escasa población residente habría permitido garantizar más fácilmente el abastecimiento, frente a los grandes núcleos urbanos. La desidia, el abandono, y una gobernanza no correcta han conducido a esta situación.
Los grandes núcleos urbanos tienen fuentes de abastecimiento exclusivamente para uso humano, mientras las fuentes de abastecimiento de los núcleos rurales, ya sean los acuíferos o los embalses tienen un doble uso: tanto agrícola, como abastecimiento humano, un uso compartido, que tenía que ser compatible. Es en estos núcleos rurales, con un pequeño número de habitantes es donde se produce el conflicto de uso y destino. Es más los embalses de los que se abastecen actualmente muchos municipios del interior andaluz fueron construidos para regular el cauce de los ríos con fines de producción de energía eléctrica y/o para el regadío agrícola.
Los Pedroches la comarca de Estepa, o en el Altiplano granadino son unas de las zonas más afectadas por esta situación. El caso de Los Pedroches es el más dramático, saltando frecuentemente a los medios de comunicación nacionales “ Somos los grandes olvidados de España. Ocho meses pegados a una garrafa” ( El País 11.12.23).
Las deficiencias en la gestión de los recursos hídricos en la comarca de Los Pedroches con un modelo económico muy concreto, pueden reproducirse en la comarca de Estepa y Osuna.
Una nueva amenaza: déficit de recursos hídricos y éxodo demográfico
Al problema de abastecimiento de agua potable, se añade el deterioro de servicios esenciales como la sanidad, la mala calidad de otros servicios, junto con la carencia y falta de atención de servicios de proximidad a colectivos más vulnerables como personas con discapacidad y personas mayores.
Todas estas deficiencias de forma conjunta pueden acelerar el despoblamiento que sufren los municipios del interior andaluz. La España vaciada avanza y está ya presente en el interior rural de Andalucía, y en concreto en algunos municipios menos dinámicos y más pequeños de las comarcas de Estepa y Osuna. El despoblamiento del medio rural ha sido tratado en varios artículos los más recientes entre ellos: Una comarca en la frontera de la España vaciada; En la Frontera de la España vaciada 2º parte.
¿Escasez de agua como resultado de un comportamiento histórico y/o modelo de desarrollo?
El asentamiento de los núcleos de población en la comarca de Estepa estuvo predeterminado por la existencia de agua potable, localizándose en el piedemonte de la Sierra de Estepa, con abundantes manantiales de agua, los llamados “ojos de la sierra”, como es el caso de Gilena, Estepa, Lora de Estepa y Pedrera.
Otros se asentaron en la proximidad de cursos de agua, La Roda de Andalucía y Casariche , en la ribera de río Yegüas; Badolatosa en las proximidades del Genil; Herrera en las proximidades del temido arroyo Pilancón (“Jondo” entre los lugareños);Aguadulce en la proximidad del Río Blanco o Salado. Algunos de ellos también próximos a los acuíferos del macizo estepeño, utilizando sus aguas subterráneas tanto para uso humano, como para regar sus huertas, que abastecían a los núcleos de Estepa y Osuna, las cabeceras comarcales.
El falso dilema abastecimiento de la población y/o expansión de regadio
La escasez de este recurso no debe achacarse a los usos de abastecimiento doméstico, la Directiva de Agua Potable (DAP) de la UE ha establecido el mínimo vital en 100 litros/persona/día, una demanda muy limitada para garantizar el mínimo vital que no supone más del 5% de los caudales que se extrae de la naturaleza, mientras que la agricultura consume más de 85%, alcanzándose el 95% para el total de usos productivos, al incluir la industria y otros usos.
El sobredimensionamiento de la demanda agraria no es el único problema, pero si el principal. El olivar ha sido un cultivo que ha formado parte de la triada mediterránea, cultivo adaptado a climas secos, que en las últimas décadas se ha transformado en un cultivo de regadío. La implantación en la comarca del olivar intensivo y del almendro de regadío ha supuesto que la demanda de agua para estos cultivos se haya disparado.
En las últimas décadas, como ya hemos tratado en varios artículos de este portal y medios de comunicación ( Territorio porcino y avícola. El Diario 14.08.23), las comarcas de Estepa y Osuna han sido receptoras de macrogranjas intensivas tanto avícolas como porcinas. Es más, existen incentivos fiscales en la mayoría de los municipios para fomentar su implantación, en base una supuesta creación de empleo y desarrollo económico. Es una actividad recordemos con un gran consumo de agua, y una alta contaminación de los acuíferos.
La opción final, la menos buena
En la comarca de Estepa los acuíferos subterráneos son la reserva de agua de calidad más fiable, con una gestión adecuada se puede garantizar el abastecimiento de todos los municipios, más aún en un marco climático de sequía prolongada y altas temperaturas. Se ha optado de modo excluyente como consecuencia de errores acumulados y la dejadez por la opción menos sostenible y más costosa, la conexión con el Consorcio del Plan Ecija, que trae las aguas del sistema Bembezar-Retortillo.
Se está imponiendo como solución a los problemas de abastecimiento en la Comarca Estepa-Osuna el traer agua desde embalses situados a más de 80 kilómetros (hay puntos concretos en los que se alcanza los 100 km. de tuberías en alta), descartando los recursos tradicionales. Es una estrategia escasamente cuestionada, intervienen tintes a veces partidistas potenciados por instituciones provinciales .El mismo Consorcio en su estrategia de expansión intenta aumentar su zona de abastecimiento para consolidarse como un modelo de aglomeración urbana, que no lo es por la dispersión de la población, queriendo actuar como contrapeso a otros operadores públicos metropolitanos.Esta expansión sin limites del Consorcio de Aguas de Ecija, puede acarrear en el futuro grandes problemas con el compromiso de abastecer un territorio más amplio y con mayor población , “morir de éxito”. Se transmite la sensación de que el problema de abastecimiento en la Comarca de Estepa y Osuna esta definitivamente resuelto, abandonando definitivamente la alternativa más fiable, mas cercana, de mayor calidad y mas barata:los acuíferos de proximidad.
Desde las administraciones locales antes que enfrentarse a la realidad protegiendo los acuíferos de proximidad con un enorme coste político, se apuesta por soluciones y obras faraónicas, mucho más rentable políticamente, aunque más costosas para el ciudadano. Muchos intereses en apostar por estos macroproyectos,…
Este artículo ha sido extraído del siguiente blog: https://www.ortizbenjumea.com/.