India
El ataque mccarthista que amenaza la democracia india

El Gobierno del primer ministro derechista de India, Narendra Modi, ha iniciado una razzia contra intelectuales que amenaza el complejo sistema del país.

Donald Tusk y Narendra Modi
Donald Tusk, presidente del consejo europeo, y Narendra Modi, primer ministro de India. Foto del Consejo Europeo.
20 sep 2018 05:47

En una operación a nivel nacional el 28 de agosto por el Gobierno del primer ministro derechista de India, Narendra Modi, agentes de seguridad asaltaron los hogares de seis activistas, abogados y periodistas, arrestando finalmente a Arun Ferreira, Vernon Gonsalves, Gautam Navlakha, Sudha Bharadwaj y Varavara Rao. Se llevó a cabo bajo la Ley de Prevención de Actividades Ilícitas, una ley antiterrorista draconiana que ha sido usada por el Gobierno para reprimir la libertad de expresión y asociación en nombre de la seguridad nacional.

No son terroristas. Tampoco Surendra Gadling, Sudhir Dhawale, Rona Wilson o Mahesh Raut, que fueron arrestados en junio. Son activistas, escritores, poetas, periodistas y abogados. Son ciudadanos de India que creen en la pluralidad de nuestro país y luchan a favor de los más marginados. Por ello están siendo castigados por un régimen que, desde su comienzo, ha trabajado para polarizar a la democracia india a lo largo de las líneas divisorias de la religión, la casta y el credo.

La mano dura refuerza lo que algunos intelectuales indios han denominado como una silenciosa “emergencia” —en alusión a la India de los 70, cuando el régimen autoritario de Indira Gandhi consolidó su poder para destrozar toda oposición política—. Una emergencia que ha dado a las fuerzas de seguridad indias un poder excesivo contra los periodistas y convirtió eficazmente la democracia más grande del mundo en un estado policial.

Desde las detenciones han surgido protestas por toda India para marchar en apoyo a estos activistas. Tras los arrestos, cerca de un millar de personas se manifestaron cerca del Parlamento nacional, provocando acciones satélite por todo el país y online. El movimiento está usando el hashtag #MeTooUrbanNaxal (“Yo también soy naxalita urbano”), que es una alusión a la frase usada por el Gobierno para desacreditar a los activistas y pensadores de izquierda como miembros de los Naxalitas, un grupo rebelde maoísta que ha estado en guerra con el Gobierno indio desde los 60.

El 5 de septiembre marcó el primer aniversario del asesinato del escritor Gauri Lankesh, un crítico del primer ministro y su ideología nacionalista. Desde entonces el régimen ha eliminado la disidencia con la eficacia de un francotirador

Me encontré con algunos de estos activistas mientras informaba para The Nation sobre la detención de G.N Saibaba, un profesor paralítico de la Universidad de Delhi que fue condenado a cadena perpetua en marzo de 2017. Saibaba ha estado en confinamiento solitario en la penitenciaría de la era colonial Prisión Central de Nagpur desde el año pasado. Como los arrestados la semana pasada y en junio, Saibaba era activista a favor de la comunidad indígena de India, cuya tierra han reclamado decenas de empresas mineras multinacionales. Surendra Gadling era su abogado defensor. Arun Ferreira —él mismo un disidente político, que pasó cinco años en la cárcel— también estaba trabajando en la defensa del profesor. 

Las últimas medidas se parecen a la que llevó al arresto de Saibaba. Según las informaciones en la prensa, la policía se llevó pen drives, ordenadores portátiles y teléfonos móviles de los hogares asaltados. Un portavoz policial dijo a la prensa local que “toda prueba era analizada científicamente”, una afirmación risible viniendo de un régimen que ha promovido la astrología hindú, ha atacado la teoría de la evolución y ha promovido el uso de la orina de vaca como cura generalizada para las enfermedades.

Quizá de forma más elocuente, un fiscal contó a los medios que el motivo para los arrestos era que los acusados eran parte de un “frente antifascista”, indicativo del drástico giro en la idea de India del discurso tolerado.

Incluso las cartas presuntamente incautadas en la vivienda del activista Rona Wilson en junio tienen reminiscencias del caso de Saibaba: la policía presentó cartas de un “R” sin identificar a un igualmente misterioso “Camarada Prakash” que proponían derribar el régimen de Modi en un “ataque estilo Rajiv Gandhi”, haciendo referencia al primer ministro indio asesinado por un terrorista suicida de los Tigres Tamiles en 1991.

En el caso de Saibaba, la fiscalía hizo una endeble defensa de que “Camarada Prakash” era uno de los alias de Saibaba, lo que se hace aún menos creíble por el hecho de que las pruebas electrónicas recogidas contra Saibaba, a quien se obligó a entregar sus contraseñas, fueron tratados incorrectamente y almacenadas de forma inadecuada.

El 5 de septiembre marcó el primer aniversario del asesinato del escritor Gauri Lankesh, un crítico prominente del primer ministro y su ideología nacionalista hindú. Desde entonces el régimen de Modi ha estado eliminando la disidencia con la eficacia de un francotirador. India se encuentra en el puesto 138 de 180 países en el ránking de la Libertad de Prensa de Reporteros Sin Fronteras, después del Afganistán roto por la guerra, la Filipinas de Duterte e incluso Myanmar, una cuasi-democracia acusada de genocidio por una investigación independiente de Naciones Unidas.

Esto se debe principalmente al asesinato de blogueros y escritores ateos por matones vinculados a la organización nacionalista hindú que gobierna. También se puede atribuir a la influencia de las noticias estilo Fox en los medios de comunicación indios, donde una nueva cosecha de redes de difusión nacionalistas catalogan de forma rutinaria a los críticos del Gobierno como desh drohi, o “anti-nacional”, y al silenciamiento de los activistas de la sociedad civil y de las protestas en las universidades.

El Tribunal Supremo ha intervenido, en primer lugar declarando que los disidentes deberían permanecer bajo arresto domiciliario hasta el 6 de septiembre, antes de extender su arresto domiciliario por otros 12 días. Este no fue un privilegio permitido a los que fueron arrestados junto a Saibaba, cuya salud está en peligro, y cuyo caso está desapareciendo en el estancamiento burocrático del sistema judicial indio.

El régimen de Modi está poniendo a punto su objetivo para las próximas elecciones del país, y el coste humano es grave. Hoy estoy pensando en el abogado Gadling, quien me recibió en su casa el pasado invierno, ofreciéndome copiosas cantidades de chai y poha mientras se felicitaba por la posibilidad de que su hijo preadolescente estudiara Derecho.

Estoy pensando en Arun Ferreira, cuyas últimas palabras hacia mí cuando dejé su pequeño despacho de Bombay se me han quedado grabadas. Le pregunté sobre sus cinco años en la cárcel, sobre la tortura y la deshumanización, sobre no poder ver a su hijo pequeño durante los primeros años de su vida.  “¿Cómo continuaste?”, pregunté. “Continuamos porque tenemos que hacerlo, porque no hay nada más que puedas hacer”, respondió. Horas después de mi encuentro con Ferreira, mi padre falleció. Esas palabras me ayudaron durante el duelo.

Sobre todo estoy pensando en el profesor G.N Saibaba, para quien la posibilidad de morir en prisión es incluso más real, ahora que sus defensores están sufriendo el mismo destino.

Camus dijo que era tarea del hombre pensante no estar del lado del ejecutor.

Hoy, Modi sostiene la soga del verdugo.

waging non violence
Artículo traducido por Eduardo Pérez y publicado por Waging Non Violence: Modi’s McCarthyist attack on left-leaning intellectuals threatens India’s democracy. Tekendra Parmar Tekendra Parmar es periodista y editor. Sus escritos han aparecido en The Nation, Time, Fortune, entre otros lugares. Colabora con la revista de viajes literaria Off Assignment.

 


Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Países emergentes
Análisis Los BRICS acentúan en Kazán su perfil como alternativa
El bloque de los países emergentes, que integra a casi la mitad de la población mundial, llama en su última cumbre a una reforma del sistema de Naciones Unidas y de las estructuras financieras globales.
Green European Journal
Green European Journal Agricultores indignados y olas de calor: elecciones en la India
En el contexto de las elecciones de la India, las cuestiones económicas y sociales se entremezclan con las crecientes temperaturas y el declive de las cosechas.
#23459
25/9/2018 15:20

Que el autor piense que en India hay democracia es todo lo que necesitas saber.

3
2
#23411
24/9/2018 13:49

La "democracia" india asediada por un solo hombre. Bacalá verborraica marca de la casa. Naxalitas o barbarie.

5
0
Ourense
Entroido A costureira do Entroido de Maceda: así traballan as mans que crean os felos
A Mercedes López Pascual aprendeulle a vestir os felos súa mai, costureira, quen comezou a tecer estes traxes a base de observar os que vía na súa comarca. O traxe non é un disfrace e para portalo hai que sentir o que significa ser un felo.
Glovo
Falsos autónomos Dos ‘riders’ de Glovo se personan como acusación popular en el juicio a CEO de la plataforma
Uno de los integrantes de la acusación popular asegura que, desde el anuncio del CEO de la compañía de regularizar a la plantilla, han surgido subcontratas que emplean como asalariados a 'riders', pero que no son capaces de contratar a todos los falsos autónomos.
Política
CIS PP y PSOE, en situación de empate técnico mientras Vox crece al calor de Trump
Durante el último mes, la llegada de Trump a la Casa Blanca, en el plano internacional, y la caída del Real Decreto-ley ómnibus del Gobierno, en el plano nacional, han acabado con la estabilidad que dominaba la situación política en España.
Periodismo
Maruja Torres “En la izquierda tenemos afición por automutilarnos”
A sus 81 años, Maruja Torres sigue siendo referencia indiscutible en el periodismo por su mirada aguda e independiente. Autora de varios libros, se declara políticamente “socialdemócrata radical” y es muy activa en redes sociales.

Últimas

A Catapulta
A Catapulta Á dignidade polo camiño da excelencia
Yolanda Castaño visita A Catapulta para conversar sobre a súa profesión: a poesía
Activismo
Activismo Os nove detidos na protesta en apoio a Palestina de Compostela esixen a retirada de tódolos seus cargos
O grupo de activistas, que participou nunha acción de boicot a un Burger King, chama a unha concentración o 19 de febreiro fronte aos xulgados da cidade onde farán a súa primeira declaración nun proceso xudicial que é probable que dure anos.
Galicia
Galicia La ‘costureira’ de Maceda: así trabajan las manos que tejen el Entroido
A Mercedes López Pascual le enseñó a vestir a los ‘felos’ su madre, ‘costureira’, que comenzó a tejer estos trajes a base de observar los que veía en su comarca. El traje no es un disfraz y para vestirlo hay que sentir lo que significa ser un ‘felo’.
Palestina
Alto el fuego Hamás libera a tres prisioneros en el sexto intercambio con Israel
Las autoridades de la Franja de Gaza han elevado este sábado a más de 48.250 los palestinos muertos a causa de la ofensiva militar de Israel desde el 7 de octubre de 2023.
Carro de combate
Carro de combate Un mundo adicto al plástico
Cada año se producen unas 430 millones de toneladas de plástico, buena parte de ellas destinadas a productos de un solo uso que alimentan el sistema de ‘usar y tirar’ provocando enormes impactos medioambientales.
Más noticias
Que no te lo cuenten
Que No Te Lo Cuenten De trabajo doméstico y recuperación de costas
VV.AA.
Abrimos el noticiero de esta quincena hablando de los derechos laborales de uno de los gremios más vulnerados, el de las empleadas del hogar
Fronteras
Fronteras ‘Desert dumps’: cuando Europa paga el abandono de migrantes en el desierto
La UE lleva décadas financiando a estados como Senegal, Mauritania o Túnez para que contengan el tránsito migratorio a través de todo tipo de prácticas atroces e ilegales.
La vida y ya
La vida y ya Superpoderes
Para Kimmerer el lenguaje marca cómo nos relacionamos con la naturaleza. Cuando decimos que un árbol no es un quién sino un qué, convertimos al árbol en un objeto y abrimos las puertas al abuso.
Unión Europea
Unión Europea Trump fuerza la máquina con su anuncio de aranceles recíprocos a la Unión Europea
El sector alimentario y los automóviles serán los más afectados por las medidas anunciadas por Trump, que no entrarán en vigor antes de abril.
Comunidad de Madrid
Huelga indefinida Trabajadoras del SAD y familiares de residencias confluyen en una protesta por la precariedad en los cuidados
Las trabajadoras de atención a domicilio llevan en huelga más de un mes, y esperan materializar cuanto antes un preacuerdo alcanzado para su subida salarial. Familiares de Residencias denuncian la mercantilización que precariza los cuidados.

Recomendadas

Sanidad pública
Sanidad La exclusividad para trabajar en la pública: bulos y verdades del nuevo Estatuto Marco
Los profesionales sanitarios llevan 20 años con la misma regulación marco. Mientras el Ministerio de Sanidad reanuda las conversaciones para crear un nuevo estatuto, médicos exigen una norma propia.
Huertos urbanos
José Luis Casadevante ‘Kois’ “En un huerto urbano plantas tomates, pero cosechas relaciones sociales”
El experto en ecología social y soberanía alimentaria José Luis Casadevante ‘Kois’, histórico militante del movimiento agroecológico, publica 'Huertopías', un libro en el que expone las virtudes del ecourbanismo frente a la ciudad del asfalto.
Policía
Fabien Jobard “La abolición de la policía no es ninguna utopía”
Este politólogo ha dedicado gran parte de sus estudios a investigar cómo funcionan las organizaciones policiales de Francia y Alemania. Ahora presenta algunas de sus conclusiones en forma de cómic.
Argentina
Argentina Carpincho Indumentaria: la marca creada por cooperativas que resiste al ajuste de Milei
En medio de la crisis económica que golpea al país sudamericano, trabajadores y trabajadoras organizadas en la Federación de Costureros generan puestos de trabajo, garantizan salarios dignos y venden a precios justos.