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Infraestructuras
Más de 2.000 alegaciones contra la ampliación de la CV-60 en La Safor
“Hemos estado trabajando activamente y a contrarreloj para informar a toda la ciudadanía, sobre todo en los pueblos afectados, porque las instituciones no se han dignado a dar ningún tipo de información”, reclama Aroa Gregori, consultora medioambiental y activista de Per L'Horta de la Safor. Denuncian que la infraestructura proyectada para conectar la CV-60 con la carretera N-332 —en el tramo Palma de Gandía con Gandía— destruiría más de 600.000m2 de huerta histórica productiva y supondría “la fragmentación de hábitats naturales”, generando barreras para la fauna, la impermeabilización de los suelos, la alteración del régimen hídrico superficial y de los acuíferos subterráneos, entre otros daños “irreparables”.
“Existen diversas entidades de todo tipo se han solidarizado con la plataforma: organizaciones medioambientales, culturales, partidos políticos, sindicatos y ayuntamientos, del País Valencià y de otros territorios, así como también personas a nivel individual”, afirman desde Per L'Horta, colectivo que ha conseguido más de dos mil alegaciones donde solicitan la retirada total del proyecto, así como “la apertura de un proceso efectivo de participación y diálogo” y “la elaboración de planes de estudio de las necesidades reales de la comarca a nivel de conexiones e infraestructuras”.
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En varios ayuntamientos, sobre todo de los municipios afectados, también se han presentado y aprobado mociones en contra del proyecto. Es el caso de Almoines, Bellreguard, Ròtova, Potries y Rafelcofer. “Hemos dialogado con los ayuntamientos y se ha demostrado que no existe un consenso comarcal sobre este proyecto y que es necesaria, al menos, una fase de diálogo y un proceso real de participación pública”, señala Gregori.
Desde la plataforma explican que la finalidad de la obra consiste en reducir 2 minutos y 50 segundos el recorrido de los vehículos particulares, con lo que el tráfico de vehículos rodados aumentaría un 0,7%. “Es una cantidad ridícula en relación a la magnitud y al coste desorbitado de la infraestructura, 64 millones de euros”, afirman.
Menos asfalto y más transporte público
“Hemos constatado que no es un proyecto sostenible”, afirma Marc Fuster, ganadero y portavoz de la Plataforma. “Se trata de un proyecto que favorece el tráfico de vehículos privados en detrimento de otras inversiones para el transporte público, ferroviario y ciclo-peatonal, que sí constituyen una necesidad histórica en la comarca”, explica el activista.
Por otro lado, la plataforma valora el proyecto como “un ataque al patrimonio sociocultural”, ya que implicaría la fragmentación territorial de la comarca y “la destrucción de caminos y sendas que vertebran la huerta de La Safor”. A nivel paisajístico, el proyecto también fragmentaría la conexión visual que actualmente existe entre los pueblos afectados, lo que sustituiría las vistas de los pueblos colindantes por una carretera de cuatro carriles, con puntos de altura que llegan a los 12 metros sobre la rasante actual y donde se instalarían farolas y equipos de iluminación artificial de otros 12 metros de alto, según informa el colectivo. Advierten que, de llevarse a cabo, también supondría “la destrucción del sistema de regadío tradicional de acequias y repartidores de agua”.
Otros 188.000m2 de huerta también han sido recientemente amenazados en La Safor, en este caso para el turismo y con fines empresariales. Terrenos de huertas y naranjos, a escasos metros de la marjal de Gandía —en l'Alqueria del Duc—, donde la empresa Sunny Resorts, dirigida por el hijo del propietario de la constructora ACS y de la aristócrata española Alicia Koplowitz, propone la construcción de un macro-camping de lujo con capacidad para más de 3.000 personas. Un proyecto que la ex-alcaldesa de Gandía y ahora Ministra, Diana Morant, anunciaba en FITUR (Feria Internacional del Turismo) el pasado mes de mayo, y que también ponía en alerta a organizaciones sociales, ecologistas y por la defensa del territorio de la zona.
“Se ha acabado la época dorada de la construcción y la destrucción del territorio por capricho de empresarios y políticos. Debemos partir de la base del sentido común, de cuidar y preservar el territorio para hacer posible la vida, porque comarca sólo tenemos una y, además, queremos vivir aquí”, advierten desde Per L'Horta.