We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Se trata, explican en el Informe sobre incidentes de Odio por LGTBfobia en la Comunidad de Madrid 2017 que se presenta este miércoles 4 de abril, de incidentes que vulneran la dignidad de las personas LGTB, independientemente de que estén recogidos o no en el código penal o tengan algún tipo de sanción administrativa.
Como especialmente preocupantes, los autores del informe señalan las agresiones sexuales que se han recogido entre enero y diciembre de 2017. Se trata, en concreto, de dos violaciones en la ciudad de Madrid, a un chico cis gay y a otro trans heterosexual, y seis delitos de agresión sexual de los que no especifica más detalles. El primer informe del Observatorio, de 2016, no registrada ningún incidente de este tipo.
De estas 321 agresiones registradas, solo 101 han sido denunciados de una forma u otra, ya sea directamente a la Policía Nacional, a las diferentes policías municipales, la Guardia Civil o a la Fiscalía.
Leer: Qué está pasando en Brasil, el país con más asesinatos de personas LGTB del mundo
El informe recoge que los incidentes más frecuentes son las agresiones verbales, con 110 casos. En segundo lugar están los incidentes agrupados como “discurso de odio”, con 70 registros donde se incluyen amenazas como “buen momento para poner una bomba en Chueca” y acoso como el que sufrió Eduardo Casanova o los mensajes tras el fallecimiento de David Delfín.
Los discursos de odio en redes sociales, señala el documento, se multiplican durante la celebración del Orgullo: los voluntarios del observatorio hicieron un informe sobre el impacto de los semáforos inclusivos que les llevó a examinar más de mil comentarios en redes sociales, llevando a la fiscalía 203, que han quedado agrupados como un solo incidente en este informe, explican.
El tercer incidente más frecuente son las agresiones físicas, con 57 casos registrados. Patadas, puñetazos y golpes en el costado y cuello de las víctimas es la forma que toma este tipo de incidente. Pero no solo: también ha habido lanzamiento de piedras, botellas o vasos así como empujones para derribar a la persona, que a menudo han provocado hematomas visibles e incluso fracturas.
Las amenazas son el cuarto caso de incidentes de odio o discriminatorio registrado con más frecuencia. Otros incidentes recogidos por el Observatorio son la denegación de servicios, que se ha producido en hasta en 18 ocasiones en la Comunidad de Madrid.
“Especialmente doloroso es hablar de que en pleno siglo XXI tenemos registradas cuatro expulsiones de hijos de casa de sus padres ante el conocimiento de la orientación sexual o identidad de género de éstos”, recoge el informe. Por último encontramos un atraco, tres incidentes de daños a la propiedad, tres de discriminación en el ámbito familiar, uno de discriminación laboral, uno de homofobia institucional, cuatro casos de mala praxis policial y dos casos de maltrato psicológico.
VÍCTIMAS Y AGRESORES, CADA VEZ MÁS JÓVENES
Para Rubén Lodi, director del Observatorio, lo que demuestran estas cifras es que “la gente empieza a tener más confianza en sí misma y quiere denunciar las agresiones”. Así interpreta Lodi el aumento del 33’75% de los incidentes con respecto al primer informe: “Las víctimas se están empoderando”.Pese a que el informe advierte de la cautela con la que hay que interpretar estos datos, que no responden a todos los incidentes que ocurren en nuestra región,sino solo a los que es capaz de documentar el Observatorio, sí se puede extraer la conclusión de que los delitos e incidentes de odio van en aumento. De hecho, si se toma como referencia los datos del Ministerio del Interior, el aumento es de casi un 500% entre los casos registrados por la Policía Nacional y Guardia Civil en la Comunidad de Madrid: de 12 en 2013 a 687 en 2017.
Sobre el perfil, Lodi llama la atención de que tanto entre las víctimas como entre los agresores hay personas muy jóvenes. Según los datos del informe, teniendo en cuenta que solo 143 ha facilitado información personal, el rango de edad donde más víctimas aparecen siendo el de los jóvenes: de 18 a 30 años se aglutina la mayor parte de víctimas, llegando el rango más estrecho de 20 a 24 años a ser el predominante.
Leer: Mujeres bisexuales, tierra de nadie
Por el contrario, las víctimas mayores de 60 años no llegan a 3 de las 143 registradas. En ese sentido, Lodi apunta como tarea pendiente la de hacer el Observatorio más accesible a personas en estos tramos de edad, porque cree que no se está llegando a las personas mayores.
Sobre los agresores, el estudio es complicado, ya que al utilizar a la víctima como fuente, esta por lo general no se centra tanto en el agresor, sino en lo que le ha sucedido. De los 209 agresores que se han podido registrar, el 89% de ellos son varones cisexuales. La edad se ha podido registrar solamente en 89 casos, siendo el colectivo más numeroso los menores de 18 años, seguidos de los treintañeros.
El informe también concluye que la visibilidad es la variable crucial en los incidentes de odio porque “nuestra visibilidad se sigue apreciando por parte de un gran sector de la población como un insulto, un ataque”. De ahí que una de las líneas de trabajo que plantea el informe sea la de trabajar en espacios donde hasta ahora la comunidad LGTB ha sido menos visibles, como el transporte, los entornos deportivos o rurales.
Relacionadas
LGTBIAQ+
Memoria Plataforma Trans registra en el Congreso su propuesta de ley de memoria LGTBI
Opinión
Opinión Mantícoras
México
Identidades no binarias ‘Muxhes’: visibilidad y realidad del “tercer género”
Pues mi hija es visexual y y yo estoy muy orgullosa de mi hija y y mi mi nuera pero estoy orgullosa porque son buenas personas y educadas, no por su condición sexual lo único que yo quiero para mis hijas es que sean de felices y así es cómo las veo. Y si son felices yo más.