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Migración
Las 180 personas rescatadas por el Ocean Viking desembarcan en Sicilia
Italia da finalmente instrucciones y permite realizar el desembarco en Porto Empedocle, al sur de Sicilia. La decisión llega después de diez días reclamando un puerto seguro y tras la declaración del “estado de emergencia” a bordo.
Diez días han pasado desde que el Ocean Viking envió la primera de las siete solicitudes a las autoridades italianas para desembarcar con 180 supervivientes a bordo. Cuatro de ellas fueron denegadas, y para las otras tres ni siquiera hubo una respuesta. Finalmente, ayer Italia comunicaba la autorización y las instrucciones para desembarcar en Porto Empedocle, al suroeste de Sicilia. A pesar de haber recibido esta comunicación, las organizaciones se mantienen en alerta para que durante el día de hoy se realice, efectivamente, el desembarco, y no un trasbordo a otro buque, porque eso mantendría a las personas migrantes, durante más tiempo, retenidas en el mar.
Migración
El Ocean Viking lleva ocho días esperando un puerto seguro
Con 180 personas rescatadas a bordo, el buque de rescate denuncia estar “en el limbo” mientras Italia y Malta se niegan a permitirle el desembarco.
En este caso, bloqueados durante diez días y sin posibles opciones de desembarco, la organización informó que las condiciones psicológicas a bordo estaban “muy deterioradas”, peligrando la vida de las personas rescatadas y de la tripulación. Tanto que durante la tarde del viernes, la ONG SOS Mediterranee declaró, por primera vez en su historia, el “estado de emergencia” en el Ocean Viking. Según el comunicado, el clima generado por los traumas de la ruta migratoria, sobre todo en su paso por el conflicto armado en Libia y atravesando luego el Mediterráneo central, sumado a la incertidumbre y la negativa de Europa a autorizar el desembarco, provocaron una situación psicológicamente “insoportable” para los supervivientes.
Durante la tarde del viernes, la ONG SOS Mediterranee declaró, por primera vez en su historia, el “estado de emergencia” en el Ocean Viking
“Ya no podemos garantizar la seguridad de las personas rescatadas ni de la tripulación”, anunciaba la organización el pasado viernes, haciendo un llamamiento “urgente” a las autoridades italianas, y europeas, para que autorizaran el desembarco en un puerto seguro. Durante ese día se registraron en el barco hasta seis intentos de suicidio. “Hemos tomado esta decisión porque un gran cantidad de las personas rescatadas, muy traumatizadas, estaban con gran malestar psicológico y se han convertido en un peligro para ellas mismas y para las demás. Nunca antes habíamos tenido que recurrir a una medida tan extrema”, declaraba la tripulación.
Veinticuatro horas más tarde, el Estado italiano enviaba asistencia con un equipo médico, compuesto por un doctor y un mediador cultural, con el fin de evaluar la situación a bordo. “He podido ver un enorme malestar psicológico en el barco” trasladaba informe del equipo italiano, que consideró la situación como “casi fuera de control”, poniendo en riesgo la integridad tanto de los rescatados como de los miembros de la organización.
“El retraso innecesario de este desembarco ha puesto vidas en riesgo. A lo largo de los últimos días, la Unión Europea ha guardado silencio”, expresaba ayer SOS Mediterranee en sus redes sociales, después de recibir las instrucciones para desembarcar durante el día de hoy en Sicilia. “No hemos visto ninguna medida para reiniciar el Acuerdo de Malta, que implica reubicar a las personas rescatadas. Tampoco ha habido signos de solidaridad con los Estados del sur”, añadía la organización haciendo referencia a la situación de bloqueo que se viene ejerciendo sobre los barcos civiles de rescate en el Mediterráneo.
A dos años de la entrada del Aquarius en Valencia, y uno desde que Carola Rackete, al mando del Sea Watch 3, decidió entrar al puerto de Lampedusa sin autorización, la ejecución del bloqueo fronterizo en Europa se repite
A dos años de la entrada del Aquarius en Valencia, y uno desde que Carola Rackete, al mando del Sea Watch 3, decidió entrar al puerto de Lampedusa sin autorización, la ejecución del bloqueo fronterizo en Europa se repite. También el Alan Kurdi y el Aita Mari estuvieron bloqueados recientemente, con 12 días de espera en el mar y casi 200 personas rescatadas a bordo. Ambas organizaciones se enfrentaron, después de desembarcar, a una paralización de los barcos que los retuvo durante casi dos meses, en el puerto de Palermo.
ALERTA TAMBIÉN EN MALTA, CON 52 PERSONAS RESCATADAS Y BLOQUEADAS EN EL BARCO TALIA
También en Malta las autoridades vienen aplicando una estrategia de cierre a los rescates humanitarios, o bien negándose a cooperar con las operaciones de las ONGs, o bien negándose a ofrecer un puerto seguro en el que puedan finalmente desembarcar las supervivientes.
Así lo ha denunciado esta semana la plataforma Alarm Phone, conjuntamente con Sea Watch y Mediterranea Saving humans, en un documento titulado Rescatados pero no seguros. Europa juega con 52 vidas. Con este comunicado, las organizaciones hacen un llamamiento urgente al gobierno maltés, y al resto de Estados europeos, para que solucionen “de inmediato” la situación a bordo del Talia, el buque mercante que rescató a 52 personas en la noche del viernes, y que continúa bloqueado sin permiso para desembarcar.
Las organizaciones también demandan una solución para la situación a bordo del Talia, el buque mercante que rescató a 52 personas en la noche del viernes, y que continúa bloqueado
Se trata de un barco de carga con bandera de Líbano, que rescató a 52 personas en peligro, mientras navegaba en la zona SAR de Malta. Según denuncian las organizaciones de rescate, durante el pasado viernes, las autoridades maltesas fueron advertidas de la situación y de la localización del bote, pero se negaron a colaborar con el rescate, por lo que tuvo que ser el mercante quien realizara la operación. Tres días más tarde, tanto Malta como Italia continúan negándose a ofrecer un puerto seguro en el que desembarcar.
“Antes de ser rescatadas, estas personas han estado durante cinco días a la deriva en el mar y están exhaustos”, reclama la organización del Sea Watch, poniendo el foco en la salud, tanto física como psicológica, de las personas a bordo. “¿Hay algo más simbólico que vidas negras rescatadas en el mar, siendo obligadas a permanecer en jaulas destinadas al ganado frente a las costas de Malta? ¡Las vidas negras importan, también en el mar!”, expresaba el Alarm Phone, haciendo hincapié en que las personas rescatadas están siendo bloqueadas en un barco con infraestructuras para transportar animales, y en ningún caso para que más de 50 personas rescatadas permanezcan a bordo durante días.
“Hacemos un llamado a la solidaridad con los rescatados y con la tripulación del buque Talia, y exigimos un puerto seguro, ya sea en Malta o en Italia. Es responsabilidad y deber de estas autoridades coordinar un puerto para finalizar el rescate”, explican. “Estos juegos con la vida de personas que acaban de sobrevivir a la ruta del Mediterráneo deben detenerse de inmediato”, sentencia el comunicado.