We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Movimiento vecinal
La Invisible vuelve a reivindicarse como espacio cultural frente al Festival de Cine de Málaga
Activistas de La Casa Invisible se hicieron visibles en la presentación del Festival de Cine de Málaga en busca de que “la creación colectiva acapare todos los focos y la censura quede como una toma falsa”. Tomando esta fecha simbólica tanto por el Festival de Cine como por el aniversario de la creación de propio centro social, las activistas de la Invisible apelaron al alcalde directamente en la inauguración del evento, además de proponer un Festival de Cultura Libre.
Del 1 al 10 de marzo Málaga celebra la vigésima séptima edición de su festival de cine. Desde 1998 la ciudad acoge cada año distintas proyecciones para favorecer la difusión y promoción de la cinematografía española y lo hace, además, en lugares emblemáticos de la ciudad como el Teatro Cervantes o el cine Albéniz.
Los premios de Málaga Cinema, así como las Biznagas, son parte de los reconocimientos que se están dando a lo largo de estos días a largometrajes, cortometrajes, documentales y todo tipo de proyecciones. El Festival de Cine tiene como objetivo “contribuir al desarrollo de Málaga como una ciudad abierta y cultural”, como se explica desde la propia organización. De hecho, el Festival “quiere llegar a todos los públicos”, así como “presentar y potenciar un amplio panorama de la cultura cinematográfica”. Es por ello que durante 10 días la cultura es el centro de todas las atenciones de la ciudad.
Y esto se debe a varios motivos. También en La Casa Invisible, centro social y cultural autogestionado de Calle Nosquera, están de celebración. Se cumplen 17 años de la apertura del espacio que ahora declara que nació “para salirse del guión de la ciudad de cartón-piedra que ya escribía su alcalde”. Es por ello que en la inauguración del Festival, las malagueñas que forman parte del colectivo que sostiene La Invisible apelaron al Alcalde, Francisco de la Torre, bajo el canto de “¡La Invi se queda!” en la alfombra roja del Festival de Cine Málaga.
La imagen nos dice mucho: el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; el director del festival, Juan Antonio Vigar; y el CEO de Iryo -uno de los patrocinadores del certamen-, Simone Gorini, entre logos de La Invisible. Cánticos detrás y, en la propia alfombra roja, reivindicando el papel de La Casa en la cultura de la ciudad. El objetivo es anunciar que la Invisible lucha por la cultura común y que también está de festival. Esta acción forma parte de la respuesta a los intentos de cierre de un espacio reconocido, incluso por el Ayuntamiento, como lugar de interés cultural de Málaga. “Por una ciudad de película que tenga por elenco a las vecinas de Málaga y no a la especulación como protagonista”, es lo que declararon en su comunicado las organizadoras de la acción.
Activistas de la Invisible, como Carlos Bueno Luzón, explican cómo se trata de “una oportunidad excelente para que los medios y la atención existente hacia el Festival de Málaga” se acerquen hacia esta alternativa que “ofrece una propuesta cultural que nace de la propia ciudadanía”. Carlos lo describe como la muestra “de las dos caras enfrentadas de la misma moneda que representa Málaga”, la del alcalde y la de la ciudadanía.
“Como esta cultura no trae beneficios al alcalde, le molesta, por eso le recordamos en el Festival de Cine que La Invisible y la cultura que ahí se da sigue defendiéndose y resistiendo”, Paloma Esteban
La denegación del juzgado de autorización judicial para entrar al edificio y desalojarlo por la existencia de otro proceso judicial abierto ha tensionado el difícil diálogo entre Ayuntamiento y sociedad civil organizada. El proceso de negociación entre La Invisible y el alcalde se ha paralizado. “La Invisible lleva años en estado de cesión precaria” donde “se llegó con el Ayuntamiento al acuerdo firmado” para que la Invisible enviara “una memoria de actividades anualmente que hiciera que el Ayuntamiento le concediera la cesión del espacio”, explica Paloma Esteban, malagueña que forma parte de la Invisible. Paloma reivindica que “La Invisible ha cumplido con su parte del trato y el alcalde ha incumplido el acuerdo de cesión”. Además, añade que se está llevando a cabo un “desalojo encubierto” por parte de las autoridades ante este bloqueo del diálogo.
El Festival de Cultura libre, una alternativa
“Como esa cultura no le trae beneficios, le molesta”, declara Paloma, “por eso le recordamos en el Festival de Cine que La Invisible y la cultura que ahí se da sigue defendiéndose y resistiendo”. Es por ello que desde La Invisible organizan, paralelamente, el Festival de la Cultura para celebrar los 17 años de cultura libre, en un refugio de apartamentos turísticos siendo un espacio común cuidado por las personas que lo transitan. Se trata de otra forma de cultura, desde lo común. “Una cultura colectivizada donde todas las personas pueden ser partícipes”, en palabras de Paloma, que defiende “una cultura libre que vaya más allá de quien la produce y quien la consume”, para “convertirse en algo imbricado en las relaciones sociales, poniendo en el centro la creatividad colectiva”. Desde La Invisible buscan la accesibilidad y participación que no deje a nadie fuera.
El Festival de Cultura Libre de La Invisible es “una muestra de que la cultura puede venir de la propia ciudadanía”
La duocécima edición del Festival de Cultura Libre acoge presentaciones, talleres feministas, la renovación de los murales de La Invisible y proyecciones, como Hijas de la Nakba, donde se relata la búsqueda de justicia y libertad de las mujeres palestinas y un cinefórum con temática lésbica. Carlos relata cómo el Festival de Cultura libre es “una muestra de que la cultura puede venir de la propia ciudadanía” y “emana de la propia interacción que tiene la gente”. Se trata de “las propias propuestas de la ciudadanía”, para crear un espacio “a raíz de las propias vecinas”.
Un marzo, hace 17 años, también coincidiendo con el Festival de Cine, nació la invisible. Muchas cosas están cambiando desde entonces y muchas no han cambiado todavía. Para Paloma, la presencia del alcalde en la inauguración del Festival “simboliza la especulación en unión con la cultura, concluye.