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Memoria histórica
Ni cautivos ni desarmadas se va de gira por Alemania
Resultados, experiencias y vivencias varias de un personaje que habla sobre el pasado de sus mayores, cuando realiza viajes a sitios interesantes como Alemania, corazón de la bestia de esta nueva Europa. Y sus impresiones al descubrir que a veces está más interesada en el tema la gente de lejos que nuestras gentes cercanas. Aprendizajes e impresiones de un sureño por tierras del norte mientras trata de devolver a la luz viejas historias olvidadas.
Saludos a lectoras y lectores del blog, hoy traigo un artículo diferente a la temática general que sigo, como también ha sido diferente mi último par de semanas. Ni cautivos ni desarmadas hizo sus maletas, bueno, para ser exactos, sacó su vieja mochila del armario, la llenó con sus zarrias, y se marchó a hacer las Alemanias.
El proyecto viene desde tiempo atrás, hablando con mi gran amigo alemán, a quien denominaré “Kartoffel”, pues hay que saber que la gente de la izquierda radical alemana es muy suya con la privacidad, cosa que por cierto no está nada mal. A lo que iba, junto a mi amigo, a quien hace tiempo preparamos una charla en Logroño, surgió el tema de que Ni cautivos ni desarmadas fuera a hacer unas cuantas charlas por diferentes ciudades alemanas y finalmente, la época elegida fue este otoño.
Así que a finales de septiembre, mientras yo acababa un curro en Chamonix, aparecieron con su enorme furgo mi amigo “Kartoffel” y mi amiga “Hamburguesa” y juntos tomamos camino hacia el corazón de la bestia, o el motor de la nueva Europa, cada cual que lo vea como quiera.
Mi primera sorpresa, mis compas se habían gastado un montón de pasta en hacer carteles y octavillas a color para publicitar las charlas, yo ojoplático, sin entender nada, diciéndoles que simplemente con prepararlas y un poco de difusión era más que suficiente, pero claro, ellos estilo alemán, todo tiene que estar perfecto, y yo estilo cutre sureño...en fin, algo habría que hacer para recuperar ese dinero.
La charla, más corta que la que realizo en el estado, a causa de que la mitad del tiempo lo usa la persona que traduce, un poco más general, y dando especial interés a la participación alemana en las columnas anarquistas o en las brigadas internacionales, a la participación de la iglesia en el conflicto y a los hechos de mayo del 37, lo demás, como siempre, la participación libertaria en la resistencia francesa y antifranquista.
La primera fecha era el 28 de septiembre en Freiburg, una ciudad guapa del sur, llena de ciclistas, donde además vive una amiga mía de la cuenca asturiana. El sitio, un local llamado “Linkes Zentrum Adelante”. El principio no fue demasiado glorioso, hay que reconocerlo, estuvimos muy poca gente, pero por lo menos vino mi amiga, hubo un rato de debate y pasé una muy buena noche con el traductor, un viejo punk con el que tenía varias amistades compartidas.
El día siguiente el destino era la pequeña ciudad de Offenburg, bastante cerca de la anterior, con un centro muy guapo llamado “R 12” donde se realizó la charla. Era un centro compartido entre diversos colectivos, y la verdad que nos trataron maravillosamente, para empezar nos recibieron con una estupenda cena, y con mucha amabilidad. En la charla estuvimos más o menos 15 personas, con un largo y animado debate tras ella, aquí el traductor fue “Kartoffel”, que se estrenaba en el oficio. A destacar el gran interés que mostraban la gente alemana por un tema que había sucedido hace tanto tiempo y a tan lejana distancia de sus casas, este interés tengo que decir que fue general a lo largo de ellas.
Siguiente destino Karlsruhe, poniendo poco a poco dirección norte, aquí me dejaron una casa para pasar los días que estuvimos, vaya, que estuve como un señor, me dieron material sobre los voluntarios alemanes en la guerra civil y me dediqué a probar esas cosas que comen y beben las gentes de dicho país, “Alles gut”. La charla estaba prevista para el día 2 de octubre, en un lugar alquilado en las afueras de la ciudad llamado “P 8”, un sitio muy guapo, que a parte de la cafeta donde era la charla, tenía un estudio de grabación, locales de ensayo, taller mecánico, sala de conciertos, en fin, un sitio de la ostia. A la charla vinieron entre 30 y 40 personas, de nuevo un muy buen debate tras ella y gran ambiente, el traductor, de nuevo “Kartoffel”, quien disfrutó mucho más al no ser ya su primera vez.
De nuevo a la furgoneta, que se le podría llamar camión, joder, que cosa más grande, de hecho, tiene dos camas de matrimonio dentro, para que os hagáis una idea, estos alemanes, todo a lo grande. Seguimos dirección norte, en dirección al skyline de Frankfurt, la mayor ciudad que habíamos visitado hasta el momento. Allí llegamos el 4 de octubre, entre otras cosas, no sé si atropellé a una ciclista o me atropelló ella a mí, la única diferencia es que ella llevaba casco y yo no, y que ella fue al suelo y yo no, pero me estuvo doliendo la mandíbula y la oreja un par de días del cascazo que me metió. El sitio de la charla era una antigua casa okupada llamada “Café Exzess”, un viejo cine, muy grande, con cafeta, sala de conciertos y una biblioteca espectacular. En la charla unas 30 personas, una vez más, muchas preguntas y animado debate, que de hecho al final tuvimos que cortar, porqué nosotros esa noche viajábamos hasta Hamburgo y nos quedaban aún 5 horas de autopista gratuíta. Aquí el traductor fue un compa alemán que había vivido en Mexico varios años y el tió era un máquina de la traducción.
Por cierto, que en esta charla el proyector no quiso hacerse amigo de mi portátil y en vez de poder ver las imágenes en la pantalla de pared, al final hubo que darle la vuelta al ordenata y que la gente viera lo que pudiera en su pequeña pantalla, en fin, esas cosas de la diferencia generacional, portátil nuevo y proyector viejo.
Llegamos al gran Hamburgo, esa ciudad de la que llevamos toda la vida viendo fotos de sus okupas, la mayoría ahora, ya pactadas con el ayuntamiento. Aquí el cuartelillo era el piso de “Hamburguesa”, en pleno barrio de St. Pauli, a 5 minutos de la Rote Flora. Aquí tuvimos tiempo de sobra para turistear, comer y cocinar, lavar ropas, o ir de conciertos a sitios de toda la vida como Storteberker o la Lobush y acabar durante la madrugada en el fishmarket no se sabe si cenando o desayunando "pegcaito". El día de la charla fue el 5, nada más llegar, el lugar, la cafeta de la Rote Flora, uno de los pocos sitios que aún siguen okupados sin pactar con el ayuntamiento.
Esa noche hubo más de 80 personas en la charla, vaya pasada. Como no, muchas preguntas, debate y muy buen ambiente. La traductora fue una compa "giputxi", con la que la casualidad hizo que también tuviéramos amistades conjuntas desde hace muchos años, y el buen rollo entre nosotros propició una charla en su pueblo para los meses venideros “mila esker”.
Bueno, y para finalizar el tour, nos marchamos el domingo 7 hasta Bremen, ciudad muy guapa cercana a Hamburgo, el casco antiguo muy guapo y un barrio, del que no recuerdo el nombre, donde vivía mucha gente de izquierdas y estaban los centros que me gustó muchísimo. El sitio de la charla fue el “Infoladen” un centro acogedor, en el que se notó que era domingo tarde, pues solo estuvimos entre 15 y 20 personas, pero que como no podía ser menos también tuvo su animado debate y que allí la traductora fue una compa que también había aprendido nuestro idioma en America latina.
Por cierto, decir que en Alemania, lo que se hace al final de las charlas es pasar la gorra, para que la gente colabore económicamente en los gastos de quien habla o del colectivo. Gracias a estos “pases de gorra” sacamos la chuja necesaria no solo para pagar los carteles y panfletos de las charlas, sino incluso para pagar mi viaje de vuelta... flipante!!!
Y finalmente, no puedo más que agradecer eternamente la hospitalidad, todo el tiempo invertido en preparar y aguantarme que han pasado “Kartoffel” y “Hamburguesa”, la colaboración en traducciones de “K”, “R”, “T” e “I”, la hospitalidad de “R” y “F” en sus acogedoras casas punks, a mi amiga "S" por el gran rato en Freiburg y a todas aquellas personas que se molestaron e interesaron en venir a las charlas... ¡¡¡MUCHÍSIMAS GRACIAS!!!
Ni cautivos ni desarmadas 2018
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El intercambio de experiencias de este tipo debería favorecerse aún más. En esto la ultraderecha nos lleva ventaja!