Orgullo
Orgullo es protesta (los porqués del orgullo crítico de Madrid)

Desde las bases de la autogestión y el trabajo horizontal, el orgullo crítico se plantea como un espacio para la disidencia y el encuentro al margen de la celebración comercial.

Orgullo crítico papel madrid
Manifestante en el Orgullo Crítico de 2017. Álvaro Minguito
28 jun 2019 06:44

Hoy es una máquina de hacer dinero, pero durante muchos años el objetivo del Orgullo fue reivindicativo, no festivo. En 2017, año clave por la designación de Madrid como sede del Worldpride, 2,3 millones de personas participaron en el Orgullo oficial, y su gasto conjunto superó los 115 millones de euros. Las marcas comerciales se extienden a lo largo de todo el recorrido, los escaparates del centro de la capital se llenan de banderas del arcoiris, los partidos políticos hacen de la fiesta una oportunidad para mostrarse desenfadados —la conga del Jalisco se baila con los pies— y la ciudadanía madrileña se vuelca en lo que, de manera oficial se ha convertido en su desfile más típico. Por eso, cuando el candidato de Vox a las pasadas elecciones municipales, Javier Ortega Smith prometió que si era elegido el Orgullo se trasladaría a la Casa de Campo, nadie —ni siquiera los que iban a ser sus socios de Gobierno— se lo tomó en serio. El Orgullo es ya patrimonio municipal.

Hace once años, la deriva comercial del Orgullo oficial —Mado, una denominación comercial asociada a AEGAL, la asociación de empresarios responsables de la deriva de la fecha— impulsó una nueva reorganización de colectivos LGTBIQ+ cuyos planteamientos y líneas de trabajo perduran hasta la organización del Orgullo Crítico de hoy. En 2007 se convocaba en el barrio de Lavapiés una manifestación del orgullo “transmaribollero anticapitalista”, asociada ya siempre a la fecha del 28 de junio, conmemoración de los disturbios de Stonewall, de los que este año se cumplen 50.

David Montilla, uno de los impulsores del Bloque Alternativo por la liberación sexual, explica que la necesidad de ruptura surgió “de la mercantilización y la despolitización” que estaba teniendo lugar en el orgullo oficial. El “seguidismo” a las políticas del PSOE se hizo especialmente insoportable para aquellos colectivos que denunciaron el aplauso de las organizaciones oficialistas a la Ley de Identidad de Género 3/2007, una norma aún vigente que, explica Montilla, es “indecente porque considera enfermas a las identidades trans, las humilla y somete a un tipo de tratamientos médicos y psiquiátricos que son completamente inaceptables, como el certificado de disforia de género, el test o experiencia de Vida Real o los dos años de hormonación obligatoria que suponen la esterilidad para la mayoría de las personas”.

Para Laura Corcuera, activista LGTBIQ+, periodista y fundadora del extinto periódico Diagonal, desde el que cubrió las movilizaciones de base, la ruptura se produjo también por la necesidad de mostrar que estas luchas no están aisladas, sino que tienen que ver con otras protestas y colectivos sociales. “También —añade Corcuera— para evitar que nadie (y menos un entramado empresarial como el existente en la ciudad de Madrid, en especial en el barrio gentrificado y turistificado de Chueca) hablara en nombre de personas y comunidades que intentamos vivir la relación con nuestros cuerpos, los afectos y las sexualidades fuera del mandato heteropatriarcal, racista, clasista y edadista que sostiene el modelo económico capitalista”.

Indignadas y sin fronteras. Así describía en 2007 el redactor Pedro Carmona, de Diagonal, la última disrupción de la fiesta oficial: “Entre los participantes del Orgullo destacó el Bloque Alternativo que, respaldado por numerosos movimientos sociales de Madrid y la participación de 1.500 manifestantes conformó bajo el lema ‘Orgullo es Protesta’ uno de los grupos más numerosos de la manifestación. Al término de la misma, el Bloque (...) interrumpió al son de batucada el desfile comercial en Gran Vía y bloqueó el paso de la carroza Infinitamente Gay, ante la que formó la frase ‘Nuestros derechos no son un negocio’”. Un año después, el Bloque Alternativo fijaba la manifestación alternativa, llamada Orgullo Crítico desde 2010.

Manifestación Orgullo Crítico de 2017
Manifestación del Orgullo Crítico de 2017 por las calles de Lavapiés.

Las dinámicas del Orgullo Crítico se vieron atravesadas por las nuevas formas de organización y por las problemáticas de la exclusión: las fronteras y la Ley de Extranjería determinaron el contenido de la manifestaciones de 2009 y 2010, y el movimiento 15M los “orgullos indignados” de los años 11 y 12. Con el paso de los años, se produjo un movimiento de descentralización a los barrios y distritos de Madrid. El Orgullo Vallekano, que tiene manifestación propia el 27 de junio, y los nodos en Aluche o Usera —además de las convocatorias en Alcalá de Henares y Fuenlabrada— son la muestra del código abierto de una protesta que supera la visión limitada del Mado.

Ajeno desde hace años al cambalache empresarial que marca el orgullo Mado, el movimiento LGTBIQ+ sigue un camino que, como explica La Leo, una de las facilitadoras del Orgullo Crítico de este año, sigue teniendo como motivación que la reivindicación LGTBIQ+ del 28 de junio vaya más allá de su componente festivo, y sirva para sostener la lucha de las protagonistas de los hechos de Stonewall, Nueva York, que, como recuerda esta portavoz “fueron personas trans, bisexuales, migrantas y prostitutas, nada que ver con las identidades más visibles que encontramos en el orgullo Mado”, concluye. Una celebración, denuncian, altamente homonormativa que invisibiliza la diversidad real presente en el colectivo y promociona un modelo de ser y vivir basado en el poder adquisitivo. Para La Leo, el objetivo es “mostrarnos en la disidencia” —‘disidencia es resistencia’ es una de sus consignas— y evitar caer en los esencialismos de cada identidad.

Esa disidencia y la reivindicación de la diversidad y la subversión se explicita en las charlas y encuentros que rodean a la convocatoria del 28 de junio, también en los grupos y cortejos diferentes. Uno de los últimos en incorporarse es Courage, un espacio para disidentes de género y LGTBIQ+ refugiados, sin papeles o con perspectiva anticolonial. También es novedad la puesta en marcha de Kangures, un cortejo de acompañamiento a menores de edad que no están en espacios organizados, que asisten por primera vez a la marcha o que quieren sumarse a la manifestación con sus progenitores. Encuentros Bolleros es otro de los grupos que formarán un cortejo alertando ante la llegada de la intransigencia de Vox a puestos de poder. Este grupo ya se plantó contra la extrema derecha en la huelga feminista del 8 de marzo, en un piquete en la sede de Vox.

Uno de los aspectos que definen el Orgullo Crítico es el rechazo a la intervención de partidos y sindicatos en la marcha. La Leo pone dos ejemplos: el uso torticero de las parejas LGTBIQ+ en el debate sobre gestación subrogada que hace Ciudadanos —pese a que la inmensa mayoría de parejas que han optado por entrar en ese mercado son heterosexuales— y el auge de los discursos de odio de Vox y la complicidad de los partidos que se apoyan en ellos. Discursos como el de Rocío Monasterio —que pide “libertad” para llevar a terapia “a los hijos gays” devuelven al movimiento LGTBIQ+ a los tiempos de ofensiva de los obispos contra la ley de matrimonio igualitario de José Luis Rodríguez Zapatero.

Camino a seguir

La emergencia de la lucha contra el neofascismo de Vox convive con las críticas a los patrocinadores del Orgullo Mado. “Este año aún no lo han publicado”, comenta La Leo, pero se trata de empresas como El Corte Inglés, con un largo historial de situaciones nada aliadas con el colectivo como la venta de publicaciones que prometen “curar la homosexualidad”, CocaCola que nada tiene que ver con la lucha anticapitalista y decreciente o Idealista, responsable de la “gentrificación y la situación de la vivienda en Madrid”, reseña esta portavoz.

Montilla coincide en que la lucha contra la extrema derecha es una urgencia. Otras son la denuncia de las agresiones LGTBIQ+fóbicas —que aumentaron en 2018 respecto al año anterior— y el “fortalecimiento” de las demandas de colectivos como pansexuales, bisexuales, intersexuales, gente cuir no binaria y, destaca Montilla, “el colectivo trans, sobre todo mientras esté vigente la ignominiosa Ley de Identidad de Género”. Para este activista, otro reto es poner en marcha herramientas de investigación acción participativa de carácter militante y apps activistas y así “recoger demandas de gente que, ni tiene tiempo ni a lo mejor tiene interés o conocimiento de estos tipos de orgullo críticos, ni a lo mejor tiene el perfil cultural, que por desgracia es muy definido en estas asambleas”.

Corcuera considera que el reto en los próximos años “tiene que ver con abrir diálogos desde comunidades en práctica y aprendizaje que quiebren las ‘imposibilidades’ de escucha entre colectivos y familias oprimidas por una minoría muy pequeña y muy poderosa de población que perpetúa esquemas erróneos de percepción del mundo en pos de intereses personales”. En este sentido, explica, es imprescindible “defender la vida juntas, con dignidad, memoria y ética, recordando que somos interdependientes y vulnerables”.

Aquellas demandas transmaribolleras anticapitalistas y feministas, la mayoría de las cuales siguen vigentes, han marcado la distancia con Mado, un evento de masas patrocinado por grandes empresas. Hoy, el orgullo crítico no es una manifestación “a la contra del Mado” y sí un espacio para la expresión y el encuentro de la disidencia del movimiento LGTBIQ+. El carácter abierto y autogestionado es lo que subraya La Leo, que explica que la financiación del 28 de junio se obtiene a través de fiestas, chapas o materiales. “Nuestro propósito es visibilizar nuestra lucha y celebrar nuestra disidencia, para ello no hacen falta miles de euros”, concluye.

Arquivado en: LGTBIAQ+ Orgullo
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Opinión
Opinión El fútbol masculino sigue encerrado en el armario
La Eurocopa, que se juega hasta el próximo 14 de julio en Alemania, vuelve a exhibir todo el simbolismo normativo del deporte más popular en el mundo.
Tribuna
Tribuna Orgullo anormal
El Orgullo es el grito de las que dijeron que no iban a ceder un solo centímetro en ser ellas mismas y tampoco iban a tolerar una sola violencia más por ser quienes eran.
LGTBIfobia
LGTBIfobia El PCE y el Soviet de Getafe denuncian agresiones LGTBIfóbicas y fascistas hacia cuatro de sus miembros
La formación comunista y el espacio anticapitalista de esta localidad han convocado una concentración este jueves a las 20h para denunciar el incremento de ataques ultra en los últimos años en los barrios.
#36450
29/6/2019 14:31

Y no os parece todas las que leéis una opinión tan informada en el devenir institucional , que su se gozara de legislación popular ya no habría que hacer tantas cábalas eruditas y que a partir de ahí solo será cuestión de articular una iniciativa legislativa popular y a-Dios Vox? Otro mundo es posible, pero no desde postulados de miseria, sino de poder popular, o es que eso resulta que es muy complicado o lo que sería peor... No interesa a los eruditos?

0
0
Residencias de mayores
Residencias Fondos de inversión y residencias: la mano invisible que retuerce los cuidados
Mientras DomusVi, en manos del fondo de inversión ICG, ya es la empresa con más residencias privadas del Estado, residentes, familiares y trabajadoras explican lo que supone que las prácticas especulativas acunen la vejez de las personas.
Palestina
Palestina Egipto abre la puerta a un nuevo alto el fuego en Gaza con el visto bueno de Hamás y EEUU
A cambio de la retirada gradual de la tropas de Israel en la Franja, serían liberados cinco rehenes cada semana. El Gobierno de Netanyahu no se ha pronunciado y siguen los ataques contra población civil.
Argentina
Estela de Carlotto “Faltan todavía muchos nietos por encontrar”
Al cumplirse 49 años del golpe cívico-militar, la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo dialogó con El Salto y apuntó contra el Gobierno de Milei y su ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que encabeza la represión de la protesta social.
Comunidad de Madrid
Fin a la privatización Un tsunami marcha por Madrid por la gestión totalmente pública de los servicios a la ciudadanía
La plataforma Tsunami por los Servicios Públicos nace este domingo para aglutinar a decenas de organizaciones sociales que quieren hacer frente al “modelo neoliberal de destrucción masiva de los derechos humanos y sociales”.
Opinión
Opinión ‘Severance’ o la decadencia audiovisual de Estados Unidos
La segunda temporada de la serie estrella de Apple TV abandona el conflicto laboral y se centra en el amor como principal eje argumental.
México
Hallazgo en Teuchitlán Crisis de desaparecidos en México: los buscadores, entre el narco y las omisiones del Estado
El hallazgo del cementerio clandestino en Teuchitlán, Jalisco, ha conmocionado a todo México. El país que vive una crisis por la desaparición de más de 120 mil personas, que en 18 años solo han aumentado frente a una pasmosa impunidad.

Últimas

Medio ambiente
Medio ambiente Galiza volve á rúa contra Altri, Greenalia e a celulosa da Xunta: o desastre natural en cifras
Espérase que centos de embarcacións e decenas de miles de persoas participen nunha manifestación este sábado na Pobra do Caramiñal, un dos concellos da ría de Arousa, onde desemboca o río Ulla, o máis afectado pola fábrica de celulosa.
Tribuna
Tribuna Carta aberta a José Soares de Pina, CEO de Altri: “Paren este proxecto que Galicia nin quere nin necesita”
Os argumentos para apoiar o que dicimos son moitos. Situaríanse nun terreo no bordo da ZEC Serra do Careón; provocarían un novo ciclo de plantación masiva de eucalipto ou de importación de países do Sur; e o máis importante: non teñen licenza social.
Sanidad pública
Aragón La Atención Primaria de Zaragoza, en huelga
Los sindicatos convocantes denuncian el ‘decretazo’ autonómico, por ofrecer más servicios a la ciudadanía sin aumentar el personal contratado. Hay convocado un segundo día de paros el próximo 31 de marzo.
Madrid
Derecho a la vivienda Consumo reclama al Ayuntamiento de Madrid que cierre y sancione los 15.200 pisos turísticos ilegales
El Ministerio de Derechos Sociales y Consumo, que dirige Pablo Bustinduy, entrega un listado de los 15.200 pisos turísticos sin licencia que operan en Madrid y pide a Martínez-Almeida que actúe contra ellos y sus propietarios.
Más noticias
Comunidad de Madrid
Represión La Policía cita a seis activistas que participaron en el escrache a Espinosa de los Monteros en la Complutense
Acusan de delito de odio a activistas que participaron en una protesta en la Facultad de Políticas contra el exportavoz parlamentario de Vox. Fueron citados por la Policía el pasado 21 de marzo, más de un mes después del escrache.
Ni hablar
Ni hablar La clase obrera no va al paraíso
La explotación se aligera con el relato torticero de la explotación y de los héroes del capital, y con la asunción íntima de que capitalismo y democracia son conceptos sinonímicos.
Opinión
Opinión Los eufemismos y el gasto militar
Los profesionales en la confección de los mensajes políticos y manipulación de la opinión pública han debido apreciar que el termino “rearme” era demasiado explícito y contundente y que podría provocar cierto rechazo.
Opinión
Opinión El último capítulo del genocidio
Israel ha comenzado la fase final de su genocidio. Los palestinos se ven obligados a elegir entre la muerte o la deportación. Lo que estamos presenciando eclipsa todos los ataques históricos contra los palestinos.

Recomendadas

Medio ambiente
Medio ambiente Milleiros de persoas enchen A Pobra do Caramiñal para berrar contra a celulosa de Altri e a mina de Touro
Unha grande multitude por terra e centos de embarcacións por mar esíxenlle ao Goberno de Alfonso Rueda que “recúe” ante o potencial desastre ambiental que sobrevoa Galiza.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Un rayo de esperanza tras cinco años de los protocolos de la vergüenza
A punto de prescribir los posibles delitos, un avance judicial abre la puerta a conocer quién decidió no derivar a hospitales a ancianos en residencias en la Comunidad de Madrid.
Medio ambiente
Oliver Franklin-Wallis “La industria de los residuos deja una cicatriz enorme en nuestro planeta”
El periodista británico Oliver Franklin-Wallis recorre en ‘Vertedero’ (Capitán Swing, 2024) las prácticas ocultas de la industria de residuos, exponiendo el papel de las grandes corporaciones, en connivencia con autoridades e instituciones públicas.
Siria
Siria Siria, de la euforia por el fin del régimen al examen de la transición
Las matanzas en el litoral sirio y las dudas acerca de las nuevas autoridades dejan atrás la alegría por la caída de al Asad y enfrían el aniversario de la revolución, el primero tras la huida del dictador.