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Partidos políticos
Contra la actualidad (de ñiñiñís y clavos ardiendo)
Hace días que intento escribir este remedo de manifiesto contra la actualidad pero la actualidad no me deja. Se inserta en cada reflexión, enreda todos los hilos de los que intento tirar, boicotea todos mis amagos de sentarme en la orilla de los acontecimientos e intentar entender qué diantres pasa. Vivimos en un revoltijo de últimas horas que se lleva todo nuestro aliento.
Tocaba quizás hacer retrospectiva de este año, parar a preguntarse por qué en los primeros tiempos de todo esto la gente hablaba de aprendizajes y cambios, de qué era esencial y qué accesorio, de qué impostergable y qué dañino, y ahora pareciera que nos hemos resignado a no aprender una mierda de nada, a amnistiar a las piedras con las que una y otra vez nos tropezamos, como si fuera impensable transitar otras sendas.
El pasado se convierte en una sucesión de últimas horas, y el futuro en carne de apuestas y de porras, las decisiones de una sola persona pueden agitar todo el tablero
El pasado se convierte en una sucesión de últimas horas, y el futuro en carne de apuestas y de porras, las decisiones de una sola persona pueden agitar todo el tablero. Y al final hasta nos parece bien, decimos qué buena estrategia, alabamos la inteligencia de ir cambiando los nombres con gran oportunidad. Día a día vamos mejorando nuestras competencias como espectadores, afilando nuestras mañas como analistas de Twitter.
Políticas a las que no conocíamos hace año y medio nos parecen imprescindibles, políticos que nos han decepcionado en varias temporadas nos parecen necesarios, necesitamos a toda costa ilusionarnos y para excitar nuestra sed de primavera parece más fácil apostar a una cara que mira ante la cámara con aparente honestidad y habla el idioma del sacrificio y la gesta que creer que pueda brotar futuro de lo colectivo y anónimo. La política se nos ha llenado tanto de villanos que necesitamos nuestros héroes.
Este me gusta, este no me gusta, qué honesta parece esta, qué estratégico el otro, pero qué bien habla aquel, mi favorita es aquella, mira qué mirada limpia, yo pongo toda mi esperanza en esta otra, qué capacidad de conciliación. Yo no sé qué hace Panini que no ha sacado aún su colección de cromos.
Lo que nos pide el cuerpo es ser fans, poder entusiasmarnos con una prosa amable y decirle cosas bonitas, que llevamos demasiado tiempo odiando cotidianamente a quien nos gobierna y mascullando insultos irreproducibles. Es ya de viejunas invocar al fantasma de Anguita con su programa, programa, programa, o de ilusos quincemayistas mentar los programas participados y colectivos como el que palideció tras la papeleta con cara de las europeas de 2014, o aquel que se convirtió en una lista de sugerencias para la penúltima salvadora de la izquierda en Madrid.
Claro, cómo no buscar la ilusión hasta debajo de las piedras antes de volver a tropezarnos con ellas. Cómo no dar la bienvenida —aunque sea tibia— a cualquier as en la manga que pueda hacer retroceder la certeza de un gobierno doblemente fascista del PP con Vox. Cómo no acabar rogándole a los mismos que tantas veces nos han hecho rasgarnos las vestiduras que nos rescaten de este lodazal sin moral, sin respeto y sin preocupación por el futuro que es la política madrileña a la que siempre parece caberle un giro más de tuerca.
Qué difícil sacar la cabeza de esta política líquida hecha de declaraciones y golpes de efecto, de doctrina del shock y chascarrillos. Cuando las cosas van tan rápido, los equipos, las ideas, los proyectos se vuelven una estela difusa de la que solo vemos vídeos en Twitter. Pareciera que no nos resta más que ser pragmáticos apoyadores de alguien. O eso, o convertirnos en fatuos escupidores de ñiñiñís.
Existe la necesidad de tantas de agarrarse a cualquier clavo ardiendo porque Ayuso con Vox de la mano no trae solo memes, son gente que destruye y asola. Es arduo volver a construir sobre lo que esta gente destroza
¿Tú sabes qué hacer? ¿Tienes la receta? Yo lo que traigo encima es solo desconcierto, y la certeza de que todo el mundo puede equivocarse. Existe la necesidad de tantas de agarrarse a cualquier clavo ardiendo —una expresión en alza entre mis afectos— porque Ayuso con Vox de la mano no trae solo memes, son gente que destruye y asola. Es arduo volver a construir sobre lo que esta gente destroza. Y cuando de destruir y asolar se trata, siempre empiezan a pagar los mismos.
Pero esos mismos, hasta qué punto se pueden —nos podemos— sentir interpelados: los damnificados con el RMI que lo siguen siendo con el IMV, quienes vivieron el gobierno del cambio en Madrid, con el mismo exacto miedo a un desahucio, la gente de los barrios del Sur, que vieron pasar cuatro años de ilusiones por sus calles sin que dejasen mucho poso.
Y qué hay de los movimientos sociales que recuerdan lo efímero de los vientos que soplaron entonces, quienes se ilusionaron —ilusión divino tesoro— con alguien que dejó magdalenas, amiguetes, operaciones chamartines, y centros sociales vulnerables como legado. Política líquida que descuidó lo que permanece.
Me vuelve el ñiñiñismo fuerte, un ñiñiñismo que quizás no toque, porque también está ahí la conciencia de que no tenemos ni idea de qué hacer. Que el miedo, el espanto y el hartazgo no son faros que iluminen ningún ambicioso camino. Que lo prioritario es asegurarnos de que un muro de sólido neoliberalismo facha no acabe con cualquier posibilidad de pensar horizontes.
Pero también, si ya estamos polarizados, por qué no polarizar desde otro lado, porque no polarizarle a la ultraderecha desde el proyecto, desde abajo, y no desde el superheroísmo que quema a las personas de carne y hueso por un lado, que quema nuestra ilusión en cada resaca electoral, y que —lo peor de todo— quema nuestra agencia.
Qué bonito hubiese sido que hablasen entre ellos en lugar de hablarle al tuiter, que hablaran a la gente de que nos salvemos juntas, no (solo) con votos, sino con ideas, con propuestas, con exigencias, con una jerarquización de lo fundamental e importante, con un plan de choque social como el que tantos salieron a defender en las calles. Qué bonito hubiese sido un poquito menos de golpe de efecto y un poquito más de cambio de estrategia radical.
En fin. No debe de ser el momento. ¡Qué sé yo! ¡Qué buena jugada, Pablo!! ¡¡Sálvanos por favor, Mónica!! Ñiñiñí, ñiñiñí, ñiñiñí. Saca palomitas, compa. Y unas aspirinas. Y apágame el módem que estoy enloqueciendo.
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Son todos ellos/as una panda de gilipollas, unos incapaces. Los siento pero es que el hartazgo es tan grande que no puedo, ni con Mónica García ni con Pablo Iglesias, ni con sus partidos, es que no puedo más (y con Izquierda Unida, a los que he votado toda mi vida, ya ni te cuento, ¿donde estará el mamonazo de Alberto garzón?). Cómo es posible que sea tan complicado. Ya no hay día en que no me de ganas de llorar. A mi me da que es el fin. Gracias.
https://twitter.com/LaEtxebarria/status/1372093684997586950?s=20
https://twitter.com/LaEtxebarria/status/1372093684997586950?s=20
Yo ya no puedo creer que los progres posmodernas sean otra cosa que el mismo sistema reinventado. https://twitter.com/LaEtxebarria/status/1372093684997586950?s=20
La lucha está en las calles...
Abandonad toda ilusión hacia estos gobiernillos del Sistema antidemocrático Burguès, menos del Franco-Borbónico y su R78 que instaló la Clase Dominante.
Solo cuando los oprimidos, a cuya vanguardia NO están muchos de los que se contagian diariamente en trenes y autobuses sino los superoprimidos jóvenes que exigen libertad para Hasel y demás raperos, recursos dignos, sanidad y educación pública, muchos de quienes intentan espantar sus fantasmas con botellones, alcancen un grado de ORGANIZACIÓN no centralizada pero coordinada suficiente es cuando podrían permitirse tomar alguno de estos gobiernillos desde campañas con convocatorias de lucha y mítines abiertos, con candidatos a puestos rotativos, cuyos sueldos públicos sean para la organización.
¡Qué bien se está en el”sitio de mi recreo”!
La pelea se cuantifica por las cicatrices que deja en los cuerpos y en las almas:
-Una luchadora no se puede presentar a las elecciones porque es posible que la Justicia injusta la inhabilite.
-Un luchador fue acusado de atentado a la autoridad y obligado a ir a declarar ante la Justicia injusta.
-Un luchador y una luchadora fueron detenidos en una manifestación de apoyo a trabajadores en huelga.
-Un luchador ha estado y está investigado por delitos que no cometió, pero que el periodismo pesebrero, cloaquero y delincuente lo crucificó, lo crucifica y lo crucificará.
-Un luchador que enfrenta todos los miércoles al fascismo mentiroso.
-Un luchador y una luchadora que llevan 10 meses siendo acosados por fascistas.
-Un luchador investigado por la Justicia por delitos fiscales inexistentes, aireados el periodismo panfletario.
-Unos luchadores acusados de cobrar sobresueldos por personas miserables, y no era verdad.
-Una luchadora que fue acusada por un juez instigado por un político miserable obligándola a dejar la política hasta que demostró su inocencia.
-Una luchadora que día sí y otro también tiene que soportar insultos machistas.
-Una luchadora incansable en la defensa de los trabajadores.
-Etc. etc.
Y lo imprescindible, la lucha colectiva de la sociedad organizada a la que muchxs luchadorxs apoyan, alientan, defienden y estimulan y, sobretodo, en las que participan. Sería deseable que en esta lucha contra el fascismo no se perdiera ni un átomo de solidaridad y compromiso.
Partiendo de que el debate político de actualidad es un mercado productor de plusvalía que alimenta las empresas mediáticas y de redes sociales cada vez más importante en el capitalismo actual, la realidad es que la lucha social que imprime los cambios está en horas bajas sobre todo por la deriva institucional de los movimientos que protagonizaron esa lucha en los últimos tiempos. Los razonamientos políticos además de estar anclados en el espectáculo representativo electoralista ya de por sí falso, están en una lógica impuesta por la comunicación y la discusión reducida a twiters, golpes de efecto teatrales y demás parafernalia que inunda el debate social actual. Mientras tanto el Capital sigue reestructurándose ampliando su dominio en todas las esferas de la vida. Es ahí donde se debería estudiar, debatir y actuar fuera de todo ese circo. Desgraciadamente en El Salto no creo que se sea del todo consciente de ésto dado el espacio que se le dedica a este circo y a los debates que produce.
Cierto, pero si después de más de un año dialogando, negociando, llevando al Gobierno, que es quien que escribe las leyes, propuestas para una ley de vivienda, topas con el muro, y no hay nada más, y se niegan a escuchar a nadie excepto a la banca y las contructoras ¿el problema es la institucionalización? ¿el problema es el PSOE? Pero en este sistema electoral le votan. La revolución que lo cambiaría todo está muy lejos y nuestros problemas son muy acuciantes. ¿Qué hacemos mientras no llega lo primero?
Quizás es que los autenticos heroes sean esa gente anonima que debatió en las asambleas de todos los pueblos barrios y ciudades, la manera de salir del entuerto en que los habian dejado los gestores.
Sus conclusiones, las publicaron y retaron a las organizaciones sociales y partidos a hacerlas suyas.
En parte, están en los programas de PSOE, y Podemos, debe ser de las que mas trabajo les cuesta sacarlas adelante.
'El Partido Panteras Negras se plantó y dijo que no le importaba nada lo que dijera nadie. No creemos que combatir el fuego con fuego sea lo mejor, creemos que para combatir el fuego, el agua es lo mejor.'
<<The Black Panther Party stood up and said that we don't care what anybody says. We don't think fighting fire with fire is best; we think you fight fire with water best.>>
Frederick Allen Hampton
Conclusiones:1ª Si las elecciones servirían para algo, estarían prohibidas.
2ª El placebo es una ilusión, no cura la enfermedad.
3ª No bailes su música, házlos bailar.