We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Migración
La tragedia de la migración a Andalucía continúa
Los "intereses de estado" por encima del derecho a la vida.
El 20 de noviembre continuó la tragedia frente a la playa de El Palmar, en el municipio de Vejer de la Frontera. El naufragio de una barca neumática de juguete tuvo como consecuencia el fallecimiento de una mujer, la desaparición de ocho personas y el rescate del único superviviente.
Teníamos recientes las noticias de este mes de noviembre. Día 4: a Vélez Málaga llega una patera con dos cadáveres de personas migrantes. Día 5, Melilla: 13 fallecidos. Día 5, Caños de Meca: 23 personas más que perdían la vida.
¿Hasta cuándo va a continuar esta tragedia? La Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía está harta de gritar: ¡Nunca más! Está harta de publicar su solidaridad con las víctimas y de denunciar a los responsables. Y esto no para, las muertes aumentan y los sufrimientos aumentan también. Mientras tanto los responsables evaden sus responsabilidades y culpan a las mafias y a las propias víctimas.
Estamos hartos de exigir vías seguras y respaldo documental para el tránsito migratorio. La respuesta es inversión de más dinero para reforzar las fronteras, para llevarlas hasta el corazón de África, para impermeabilizarlas militarmente. La respuesta la ha dado el presidente Pedro Sánchez yendo a Marruecos, no para conocer a los migrantes allí retenidos, para preguntarles qué o quiénes han motivado la salida de sus pueblos, en qué condiciones humanas están viviendo, qué les obliga a arriesgar su vida, si tienen experiencia de angustia y de valoración de la dignidad humana. Pedro Sánchez no ha ido para eso, lo hubiera hecho si quisiera que su política migratoria fuera favorable a las personas migrantes. Pero como su objetivo ha sido contrario, ha pasado por encima de personas, vidas y dignidades, hasta llegar al primer ministro Al Othmani y al rey Mohamed VI. Su objetivo era negociar un perfeccionamiento en la utilización de la frontera como medio de guerra contra quienes tratan de ejercer su derecho universal de emigrar. Dijo Pedro Sánchez que su objetivo era “luchar contra las mafias y el tráfico de derechos humanos”. Eso lo han dicho todos los que han hecho una política antimigratoria idéntica a la que se está dando rigurosa continuidad. Decepcionante.
Todo lo que no sea ofrecer vías seguras a las personas migrantes es ahondar en el fracaso de las actuales políticas migratorias. Fracaso porque no consiguen cercenar del todo al derecho a emigrar, aumentan la muerte y la angustia en la frontera y alimentan el gran negocio de las fronteras para bien de mafias e industrias de la guerra.
Vías seguras para salvar vidas de personas. Mientras hay vías seguras para el dinero, los negocios y personas pudientes, para las personas migrantes hay un gran muro: una Europa blindada, vallas imposibles, concertinas, agua, pateras y gobiernos serviles dispuestos al trabajo sucio.
Reconocemos que tenemos un problema en la Declaración Universal de Derechos Humanos. En los artículos 13 y 14 se reconoce el derecho a emigrar, pero no está reconocido el derecho a inmigrar. La emigración es reconocida como derecho universal mientras que la inmigración no está reconocida como derecho y queda a merced del derecho ”soberano” de los Estados. No solo no hay correlación lógica sino que el derecho universal a emigrar queda supeditado al derecho particular de un Estado que lo puede invalidar.
En el año 1948, cuando se proclama la Declaración Universal de los Derechos Humanos, siendo realidad el Telón de Acero que impedía la emigración de la URSS y la necesidad de inmigrantes para el relanzamiento económico de los Estados, el derecho a emigrar, fue muy importante que fuera reconocido. La situación ha cambiado y en el contexto internacional de hoy, resultan de vital importancia los derechos a no emigrar y el derecho de inmigrar. Suponen una reclamación universal de Europa a Australia pasando por África y de Australia a Europa pasando por Iberoamérica y Estados Unidos. Sin embargo, el Estado en uso de su pretendido derecho de poner fronteras a los emigrantes, invalida el derecho universal de emigrar inherente a toda persona.
En los días 27-30 de este mes se celebrará en Marrakech el Foro Mundial de Derechos Humanos. Foro ampliamente contestado por las ONG, sobre todo por la Asociación Marroquí de Derechos Humanos.
En los días 5-7 del próximo diciembre en Marrakech se va a celebrar el Foro Mundial sobre Migración y Desarrollo. Será presidido por Alemania y Marruecos.
A continuación, los días 10 y 11 de diciembre se celebrará la ConferenciaMundial de la Migración. Participarán representantes de todos los gobiernos encuadrados en la ONU, a excepción de Estados Unidos. Su función es la adopción formal del Pacto Mundial para las Migraciones Seguras, Ordenadas y Reglamentarias. Fue firmado el 13 de julio en Nueva York.
Pacto Mundial para las Migraciones Seguras, Ordenadas y Reglamentarias. Parecía que a la ONU habían llegado los gritos de un movimiento de solidaridad que se extiende a todo el mundo y así parece que responde el titular rimbombante que han colocado al pacto. Sin embargo, la ONU, en estos momentos, aunque venga a reportar algún reconocimiento teórico de derechos a los migrantes, los deja a merced de las políticas migratorias de los Estados. Y eso que en el art. 30 de la Declaración Universal, cerrando el paso a libres interpretaciones se dice: “Nada en esta declaración podrá interpretarse en el sentido de que confiere derecho alguno al Estado, a un grupo o a una persona, para emprender y desarrollar actividades o realizar actos tendientes a la supresión de cualquiera de los derechos y libertades proclamados en esta declaración.” Y por si hubiera alguna duda, explícitamente se declara que el contenido del pacto no tiene carácter vinculante.
Resulta paradójico y triste que mientras estemos celebrando que el 10/12/1948 en París las Naciones Unidas declararan la emigración como un derecho universal, 70 años después en Marrakech, el 10/12/2018 se reconozca el derecho de los Estados a poner fronteras a las personas migrantes.
Una buena ocasión perdida por la ONU que denota el pobre grado de humanidad de los Estados a los que estamos sometidos. Seguirá habiendo migraciones pero no seguras ni ordenadas, quizás sí, más reglamentarias, de más sometimiento a las reglas impuestas por los Estados. Seguirá habiendo muertos, más muertos en el desierto y en el Mediterráneo; a este y al otro lado de la frontera.
Es reconocida la crisis de humanidad que padece esta Europa sometida al imperio del poder económico. Ante la exhibición de Marrakech podremos constatar que la crisis ha contaminado también a la ONU. La xenofobia que se ha expandido por Europa y por el mundo desde lo alto de Estados y gobiernos ha llegado a la ONU.
Son tiempos de resistencia, pero resistiremos con nuestros hermanos migrantes, porque en ellos está nuestra esperanza.