Coronavirus
El consenso de la distancia social. La distancia social consensuada

Uno de los conceptos que parece que va a ser de esos que en los telediarios de fines de año va ser destacado como tendencia, uso y abuso en este 2020 va a ser el de distancia social.

Infancia y coronavirus
Dos niños con un patinete en la plaza del reina Sofía, Madrid. Álvaro Minguito

Una distancia social que nos venden como sinónimo de distancia física para evitar el contagio de un virus. Como si estar a 2 metros de la persona con la que te comunicas en la calle tenga que significar una reserva, una prevención, o un retraimiento entre individuos. Si aplicamos este tipo de alejamiento que va más allá de lo físico, lo que conseguimos no es precisamente parar la propagación de un virus, sino estancar las relaciones humanas, con lo que ello conlleva. Ya se sabe, lo que no tratas o no conoces produce rechazo y si no te juntas con lo que tienes alrededor, al final acabas teniendo miedo y por tanto rechazo al vecino.

El significado que dan las empresas dueñas de los medios de comunicación a las palabras que utilizan marcan su uso. Así, siempre nos han vendido la palabra radical como sinónimo de extremismo y no como perteneciente o relativo a la raíz, a lo esencial. Por tanto, cuando a alguien o a una organización consideramos que mantiene planteamientos extremistas la denominamos radical. Lo de radical ya ha sido marcado, no se puede ir a lo esencial, hay que ser superfluo, lo demás es ser extremista. Lo de social se nos quedará marcado como algo negativo, algo a evitar, algo de lo que hay que estar distante. A estos millonarios dueños de las empresas de información, les interesa que estemos solos, en nuestra casa con vergüenza y si no tienes casa pues te fastidias, que vivienda para todos es cosa de radicales socialistas.

En pleno confinamiento, estos medios nos vendían un mundo de colores en los que todos estábamos constantemente conectados socialmente por video-llamadas, comíamos patatas fritas haciendo apología de la gula mirando un móvil para que el interlocutor sacara un bote de aceitunas comprado en una gran superficie y se chupara los dedos ruidosamente, mirábamos desde el balcón al vecino de enfrente que no sabíamos que cara tenía antes de marzo, mientras aplaudíamos a la hora estipulada y hasta consiguieron que llegáramos a decir, que no a pensar, que de esta íbamos a salir juntos y mejores.

Ahora nos venden que hay que salir, eso sí, si sales de gratis, con mascarilla y distancia social, si te gastas los dineros en un bar te puedes quitar la mascarilla y casi tienes derecho a escándalo y a poner en riesgo al que te sirve las copas, que acaba de salir de un ERTE en el que ha cobrado el 70% de su sueldo legal de antes de marzo cuando echaba 10 horas, estaba contratado por 4, cobraba 425 € legales y 350 en negro. Eso el que tiene la suerte de no ser de los que aún está esperando que la tramitación de su ERTE se resuelva.

Mientras se pasea o te acercas al bar para quitarte la mascarilla, te das cuenta que la distancia social hacia lo gratuito está patrocinada por el Ayuntamiento, no sólo por el cierre de los parques infantiles sino por las bandas de policía local en cada banco (de los de sentarse, los otros nunca cerraron), y es que, da la sensación de que ha habido un asesinato en cada acera.

Para participar en las pocas actividades de ocio con patrocinio público que se van recuperando, dadas las precauciones por el virus, hay que echar instancia con antelación de días, firmar, estar localizado... en definitiva para disfrutar de cualquier actividad cultural no podemos acudir a la improvisación, algo, a lo que en el pre-estío pre-covid19, estábamos acostumbrados con nuestra prole. Que si no llegábamos al cuenta-cuentos, al espectáculo de Clown o al teatro callejero, siempre quedaban los parques infantiles, el tobogán, la tierra y la pelota.

No tengo ni idea lo que le pasará en la cabeza a nuestra prole pero, desde luego, de esta no creo que sea posible que salgan felices, contentos y con ganas de compartir patatas fritas.

Y es que, si antes te decían Jesús o salud cuando estornudabas ahora te dicen hijoputa, si antes reían las gracias nuestros mayores a los bebes y ahora si lo hacen es a distancia y no se percibe por la mascarilla, la distancia social se va a prolongar cuando no sea obligatoria la distancia física. Como nos advierte la plataforma Petra Maternidades Feministas mientras la “normalidad” vuelve para las personas adultas, sigue sin llegar para la infancia. ¿Las administraciones no se plantean abrir sus espacios? Desinfectados y con medidas de seguridad, tal y como se abren los lugares de ocio adulto. No hay un comité infantil que luche por sus derechos, aunque madres y padres escuchamos todos los días las peticiones de nuestras criaturas. ¿Alguien las tendrá en cuenta? ¿Por qué son las últimas en recuperar derechos? ¿Quizás porque las niñas y los niños no votan ni consumen? 

Paralelamente, las empresas dueñas de los medios de comunicación nos venden otra necesidad que parece que tenemos, no sólo necesitábamos tomarnos una cervecita, sino que parece que también necesitamos un consenso de los partidos políticos. Nos dicen que no debe haber crispación política, que eso genera rechazo en la ciudadanía, cuando ellos ( las empresas de información) viven de hacernos creer que hay unas profundas discrepancias políticas de carácter sistémico porque se dicen palabras feas en el congreso magnificadas por los tertulianos, que ya sabemos que son especialistas en todo, y, sin embargo, nos ocultan aquellos acuerdos transnacionales que verdaderamente tienen relevancia política y mediática porque nos afectan a nuestras vidas y a las de futuras generaciones. Pero claro, hablar de tratados internacionales, del cambio climático, de gastos militares, del poder de las compañías farmacéuticas, de la incapacidad de los gobiernos de poder dirigir las políticas públicas…, es cosa de socialistas radicales, o peor aún, de ácratas terroristas.

El consenso en el marco capitalista en el que vivimos, no pasa por afianzar los tímidos avances sociales del actual gobierno, sino en ceder a la presión de los que dicen que cualquier cosa que no sea que las grandes empresas tengan grandes exenciones fiscales y que lo privado es más eficaz que lo público es ideología. Y claro, para estos, la ideología que no comparten es más mala que el virus y además es la única ideología, lo suyo no es ideología, es orden y saber estar, que para eso ganaron una guerra. Eso sí, saldremos juntos, unos arriba y otros abajo, la nueva normalidad, es la vieja anormalidad.

No sé si estamos a tiempo de que este virus no nos deje secuelas incurables en futuras generaciones, pero si para los medios lo importante es el consenso para meterlo dentro de un marco y la cervecita, la playita y todas esas cosas que se dicen en diminutivo y poniendo cara de placer ególatra, vamos por el camino de la perdición. Nos queda el análisis, la resistencia, la rebeldía y la autogestión para que la distancia física, fundamental para frenar un virus, no suponga un aumento de la distancia social.

Arquivado en: Coronavirus
Sobre o blog
Alkimia es un espacio de reflexión donde miembros o personas afines al Anarcosindicalismo dan su punto de vista sobre temas de interés general. En una sociedad en la que los medios de desinformación moldean la realidad al antojo de los poderes económicos y políticos, cualquier nueva vía de contrainformación se hace necesaria para lograr que se pueda conocer la realidad de la vida cotidiana de las personas a la vez que pueda servir para su transformación.
Ver todas as entradas
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Chernóbil
Cuba y Chernóbil Cuba, Chernóbil y COVID-19
Los médicos cubanos ya acudieron al rescate de los niños de Chernóbil.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Un rayo de esperanza tras cinco años de los protocolos de la vergüenza
A punto de prescribir los posibles delitos, un avance judicial abre la puerta a conocer quién decidió no derivar a hospitales a ancianos en residencias en la Comunidad de Madrid.
Sobre o blog
Alkimia es un espacio de reflexión donde miembros o personas afines al Anarcosindicalismo dan su punto de vista sobre temas de interés general. En una sociedad en la que los medios de desinformación moldean la realidad al antojo de los poderes económicos y políticos, cualquier nueva vía de contrainformación se hace necesaria para lograr que se pueda conocer la realidad de la vida cotidiana de las personas a la vez que pueda servir para su transformación.
Ver todas as entradas
Pensamiento
Lola Olufemi “No me atraen las utopías lejanas, estoy más interesada en el ahora”
La escritora e investigadora británica Lola Olufemi trabaja desde la certeza de que el presente no es una jaula, desde la confianza en que viviremos cosas diferentes aunque no se sepa exactamente de qué tipo van a ser.
Estados Unidos
Libertad de expresión Canadá recomienda al profesorado LGTBQ+ o crítico con Trump no viajar a Estados Unidos
Una circular de la Asociación Canadiense de Profesores Universitarios (CAUT) recomienda “encarecidamente” que el personal académico viaje a los EEUU “solo si es esencial y necesario”.

Últimas

There Is Alternative
There Is Alternative There Is Alternative #3: de bancos que financian genocidios, finanzas éticas y todo lo que no sea Netanyahu
Tercer episodio del podcast There Is Alternative de El Salto Radio sobre empresas que ganan dinero con la masacre al pueblo palestino, de los banca armada que les ayuda y de las alternativas de las finanzas éticas.
República Dominicana
República Dominicana El Gobierno de Abinader desafía a la ONU expulsando mujeres embarazadas y recién paridas desde los hospitales
La campaña contra las migrantes haitianas del Gobierno de República Dominicana ha llegado a las maternidades. Decenas de mujeres embarazadas o con sus bebés en brazos han sufrido esta política.
Violencia machista
Violencia machista Estadística del INE sobre violencia de género: disminuye un 5% en 2024 tras aumento histórico del 12% en 2023
En 2024 se registraron 34.684 mujeres víctimas de violencia de género correspondientes a los asuntos en los que se habían dictado medidas cautelares u órdenes de protección.
Más noticias
Alemania
Alemania Friedrich Merz es elegido canciller alemán por la gran coalición tras una jornada de suspense
El nuevo canciller alemán supera una votación extraordinaria tras un sonoro fracaso en su primer intento. Los conservadores gobernarán con el partido socialdemócrata.
Senegal
Senegal El gobierno senegalés cumple su primer año en el poder con más preguntas que respuestas
El Pastef, el partido panafricanista senegalés, llegó a la presidencia a finales de marzo de 2024 con propuestas radicales de cambio. Un año después, limitado por la deuda externa, mantiene el apoyo popular mientras busca un nuevo acuerdo con el FMI.
Represión
València Activistas valencianos por el derecho a la vivienda enfrentan penas de cárcel y miles de euros en sanciones
El movimiento de lucha vecinal contra la turistificación y la especulación inmobiliaria de Caixers, así como en el proyecto de vivienda conocido como La Peseta, denuncian el hostigamiento represivo.
Madrid
Derecho a la vivienda Izquierda parlamentaria y organizaciones sociales reclaman medidas para acabar con el racismo inmobiliario
Una proposición no de ley ha sido registrada en el Congreso para solicitar al Gobierno que actúe contra las prácticas discriminatorias contra personas migrantes a la hora de acceder a una vivienda.

Recomendadas

Laboral
Laboral Coidar sen dereitos: a loita das traballadoras nas residencias privadas de Galiza
Sen tempo nin medios para ofrecer uns coidados axeitados, alertan dunha situación insostible nos centros e denuncian a privatización dun servizo a costa do benestar das persoas maiores e dependentes.
Catalunya
Acción directa Las Sublevaciones de la Tierra francesas llegan a Catalunya: “Necesitamos una forma nueva de luchar”
Una acampada de tres días y una acción simbólica han sido el pistoletazo de salida de Revoltes de la Terra. La organización ha sido capaz de unir a ecologistas de campo, de ciudad y campesinado en una dinámica de lucha “nueva”.