Opinión
Iruña-Veleia: Dos notas específicas
En el caso de los “hallazgos extraordinarios” de Iruña-Veleia, la tosquedad de las falsificaciones ha provocado hilaridad en círculos especializados en epigrafía latina, con lo que podría decirse que la refutación de su originalidad no ha exigido de debates complejos
.jpg?v=63714945527 2000w)
Los casos de falsificaciones de objetos arqueológicos suelen contar con dos facciones, una que avala la autenticidad y otra que la cuestiona. Normalmente, terminan su ciclo vital cuando el engaño queda acreditado y el mundo académico lo admite. En el caso de los “hallazgos extraordinarios” de Iruña-Veleia, además, su tosquedad ha provocado hilaridad en círculos especializados en epigrafía latina (imagino que para bochorno de quienes lo avalaban dentro de la propia UPV/EHU), con lo que podría decirse que la refutación de su originalidad no ha exigido de debates complejos.
Sin embargo, los partidarios de la autenticidad (o “veristas” en el argot usado en internet y en los medios de comunicación) han querido zafarse acudiendo a la libertad incontrolada de la red que, en este caso, ha mostrado su doble cara. Al inicio, fue el medio en el que comenzó a cuestionarse la autenticidad de los hallazgos que venían presentándose. Al final, ha servido como refugio de un negacionismo cerril, y se ha convertido en la trinchera de la facción “verista” para defender su inocencia enhebrando un discurso victimista con pocas aristas académicas. Una especie de mesa de camilla virtual en la que se sientan apenas cinco personas que perseveran en los mismos tópicos. Pero ahí siguen. Lo lógico hubiese sido dar la batalla en revistas académicas, defendiendo la autenticidad de las óstraka pero nada de eso se ha hecho ni es previsible que se haga.
El otro aspecto que llama la atención es la virulencia de la administración vasca, una vez constatada la falsificación. Lógicamente, la Diputación Foral de Álava ha debido sentirse engañada, pero esa decepción no justifica que se haya emprendido la vía penal para reprobar la actitud de los presuntos autores. El recurso al derecho penal es improcedente en Iruña-Veleia: la justa satisfacción del daño moral y del quebranto económico causado por la falsificación a las arcas públicas puede obtenerse por la vía administrativa, menos lesiva y más eficaz. Eliseo Gil, el principal encausado, ya está pagando como responsable del fraude, haya sido o no su autor material. Su prestigio académico y profesional está hundido, e imagino que sus posibilidades laborales como arqueólogo serán escasas. Existe una acusación de estafa contra las personas objeto de la querella criminal, pero la cantidad presuntamente estafada por la que se las quiere juzgar debería haber sido recuperada de oficio a través de la vía administrativa. Es más lógico y resulta incomprensible que no se haya actuado de esa manera.
La sobreactuación en las penas exigidas quizás se explica mejor si se considera que el núcleo de la falsificación apuntaba al corazón de un sector importante del nacionalismo político vasco: euskera y cristianismo tempranos
En ese sentido, se les acusa también de un delito de daños al patrimonio arqueológico por haber manipulado unos fragmentos de cerámica originales para grabar las inscripciones. Existe poco margen para considerar esa acción como delictiva, habida cuenta la irrelevancia que tienen para el patrimonio arqueológico vasco unos fragmentos de cerámica y unos trozos de hueso similares a los miles que están desatendidos en yacimientos y fondos museísticos. Por ello, resulta todavía más extraña, si cabe, la desorbitante valoración llevada a cabo en la prueba pericial (600€ por pieza) por parte de la Diputación Foral. Resulta desconcertante admitir que exista el deseo de castigar de la manera más contundente posible.
Esta sobreactuación quizás se explica mejor si se considera que el núcleo de la falsificación apuntaba al corazón de un sector importante del nacionalismo político vasco: euskera y cristianismo tempranos. El engaño habría cabalgado sobre unos sentimientos abertzales que primero operaron para proclamar con júbilo los hallazgos y que, después, sobreactuaron cuando se vieron objeto del burdo engaño.
Arqueología
Alberto Barandiaran: “Mi libro hizo daño a la gente que no quería saber, sino creer”
Arqueología
Juan Martin Elexpuru: “Iruña-Veleia me recuerda a Altamira”
Juan Martin Elexpuru, doctor en Filología, profesor, traductor y escritor es el autor de Qué está pasando en Iruña-Veleia, crónica y denuncia de la indefensión en la que se encuentran los supuestos culpables del fraude
Relacionadas
CRTVG - Corporación Radio y Televisión de Galicia
A Xunta do PP remata o seu plan de control sobre a CRTVG tras escoller á súa nova directora en solitario
Altri
A Plataforma Ulloa Viva cambia a súa directiva para os vindeiros anos de loita contra Altri
El Salto n.79
A celulosa ou a vida: xornalismo situado e loita social para frear un ecocidio
AGANTRO
O desprazamento forzoso en Chiapas: metáfora da vida núa
Altri
Galiza elixe o rumbo da loita contra Altri nas eleccións á directiva da plataforma Ulloa Viva
Últimas
El Salto n.79
el salto
Galicia dice 'no' al capitalismo verde y en el último número de la Revista El Salto te lo contamos
Orgullo
O Orgullo Crítico enche de diversidade e de humanismo Galiza: “Transfeministas con Palestina”
O Teleclube
'O Teleclube' alucina no deserto con Óliver Laxe e 'Sirat'
A Catapulta
O tempo, o espazo e a poesía de Estíbaliz Espinosa
O Teleclube
'O Teleclube' pecha a temporada cos supervivintes de '28 anos despois'
Recomendadas
Medio rural
A esperanza da xestión colectiva fronte ao espolio: os comuneiros de Tameiga contra o Celta
Feminismos
Dous anos sen reparación tras sufrir lesbofobia nun Rexistro Civil de Pontevedra cando ían inscribir a seu fillo
Migración
A veciñanza mobilízase para acoller migrantes tras o peche de centros de Rescate Internacional en Galiza
Ourense
Ourense organízase para loitar contra patrullas de extrema dereita nos barrios máis empobrecidos da cidade
Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.
Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!