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Cinco meses después de las elecciones de diciembre de 2017 y siete desde que el Gobierno central suspendiese la autonomía de Catalunya por primera vez en democracia, este lunes día 14, Quim Torra será investido president de la Generalitat en el Parlament. Contará con los votos de su partido, Junte per Catalunya, los de Esquerra Republicana y las cuatro abstenciones de la Candidatura d'Unitat Popular. Los anticapitalistas han realizado una asamblea hoy domingo para ratificar su "abstención activa" en la investidura de Torra, que comenzó ayer sábado.
Nacido en Blanes en 1962, Joaquim Torra es abogado y editor. Ha sido el elegido por Carles Puigdemont, cesado el 21 de octubre de 2017, para sustituirle al frente del Gobierno catalán y al frente del proceso hacia la creación de una República de Catalunya. En su discurso del sábado, Torra asumió que su misión es "reinvestir" a Puigdemont y la de su Gobierno, trabajar en un "proceso constituyente" hacia la constitución de la República.
La hoja de ruta del inminente president pasa por abrir las vías de diálogo con La Moncloa. La investidura de un president sin implicación legal en los hechos que persigue el Tribunal Supremo debe suponer la restitución del autogobierno de Catalunya y la retirada del artículo 155 de la Constitución, aunque el Gobierno de Rajoy se mantiene a la espera de acontecimientos para actuar.
El camino del exceso de torra
Torra ha sido señalado en los últimos días por su actividad en la red social Twitter. Militante nacionalista de primera hora, sus excesos verbales y escritos han sido glosados por la prensa, que se divide a la hora de definirlo como un subalterno de Puigdemont o quienes ven en él a alguien capaz de superar al expresident gironés por su capacidad de tumbar la aguja de los decibelios.
Por de pronto, ayer dejó alguna frase para las hemerotecas, al calificar la situación de Catalunya como "una crisis humanitaria". Un exceso verbal que llamó la atención en un discurso que no se salió de ninguna de las líneas trazadas por su antecesor.
En el digital CTXT, Guillem Martínez ha descrito a Torra como un baluarte del "catalanismo étnico", habitual de los homenajes a los hermanos Badía, militantes de la organización fascista Estat Català asesinados por grupos anarquistas en los años 20 y 30 del siglo XX, y, por tanto, supremacista.
En Voz Pópuli, Miquel Gimenez también ha elaborado un perfil del futuro presidente: "Torra es, antes que nada, independentista a machamartillo. Y católico a ultranza, una mezcla que, unida a su ideología de señor de derechas de toda la vida, le da un perfil político mucho más cercano al de Jordi Pujol que al de Carles Puigdemont".
El digital Critic completa el círculo al asegurar que el nombramiento de Quim Torra es "la victoria póstuma de Reagrupament", una organización de corte liberal-independentista escindida de Unió Democrática a finales de la primera década de los 2000. "Torra tiene una característica destacable: piensa por sí mismo", escribía Roger Palá, quien destaca que a pesar de los tuits que se han publicado esta semana, Torra tiene un perfil dialogante y afable.
Pero lo más destacable de esta última pieza es lo que anticipa de la nueva fase que comienza mañana. Torra, como el representante más genuino de lo que queda de Reagrupament, representa el motivo para el que nació esa fracción, que llegó a presentarse en 2010 a las elecciones al Parlament, en las que no obtuvo representación. Explica Palá, que Reagrupament fue "el tigre" que despertó David Madí —cabeza pensante de Convérgencia en la etapa de Artur Mas— para destruir a ERC.
El independentismo se halla, pues, en una casilla nueva. La CUP, como se ha mostrado en la votación del fin de semana, aún tiene la manija a la hora de definir votaciones estratégicas, pero lo que marcará el próximo Gobierno será la capacidad de entenderse de JxCat —a su vez un producto complejo y en disputa— con la cohesionada ERC, imprescindible para que la hoja de ruta que mañana será ratificada en el Parlament llegue a (algún) término.
Catalunya
El soberanismo prepara su fumata blanca
A no ser que Llarena, Montoro o quien sea nos digan que este hombre tiene alguna multa de tráfico por pagar o demuestren que planeó los atentados de las Torres Gemelas en 2001, parece que no habrá impedimento para que Torra se convierta en el próximo president.
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Opinión
Opinión Democracia Comunal, ¿y si reconstruimos un horizonte de esperanza?
Por que los españoles no tomais ejemplo y desobedeceis de una vez a vuestro estado fascista?
El Jueves
Verified account @eljueves
"Jiménez Losantos habla de bombardear Barcelona pero, como una vez más lo hace sin rapear, la Audiencia Nacional está atada de pies y manos con el tema. Una lástima."
¿Sabéis quien pensó anteriormente en bombardear Barcelona, tricorniers yesyoucaners? Los Nazis Alemanes con sus socios fascistas Españoles.
Y sus socios fascistas catalanes. Parece que la memoria es corta y selectiva.
Íñigo Errejón: "Hay que llegar a acuerdos no solo con el PSOE, sino también con Cs"
Es de traca que todo lo que no sea apoyar al independentismo sea fascismo. Cuando no hay nada más reaccionario que un nacionalista y nada más patético que este, encima, se crea de izquierdas.
Es de traca que alinearse con Ciudadanos, PP y PSOE no sea fascismo.
"i.aiestaran
@iaiestaran
El izquierdismo posmoderno que nunca denuncia la hegemonía patriarcal de la monarquía, ni la cultura imperialista de la OTAN, pero luego se dedica a hablar de los "privilegios" de la clase trabajadora explica tantas cosas sobre el triunfo del capital."
Y Podemos defendiendo al fascismo españolista. El cáncer de la izquierda tricornio.
Ahora mismo todas las izquierdas están apoyando a sus respectivos fascios. Los cuales estarán festejando como la izquierda en Catalunya se desvanece solita.