Coronavirus
Médicos piden que se retiren las restricciones en el acompañamiento a enfermos en hospitales

Dos años después de que se declarara la pandemia, y pese a que ya se ha desescalado en la mayoría de espacios públicos, los centros sanitarios permanecen blindados a los familiares de enfermos. Un grupo de sanitarios piden el fin de la soledad en las plantas y también en las UCI.

Elena recorre el pasillo del Hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid) arrastrando una maleta de ruedas. Tras de ella, sus hijas cortejan sus pasos hasta la Unidad de Admisión mientras graban el momento. Quieren hacer amena la despedida e intentan ponerle humor al asunto. Su madre va a ser operada de la rodilla y no contará con su acompañamiento. Sólo podrá recibir una visita al día siguiente durante un breve periodo de tiempo, y previo test de antígenos. De fondo, el marcador de las cifras de covid indica que España desescala no solo en el número de contagios, sino en la gravedad de los mismos. Mientras Elena empuja su mochila, el Gobierno anuncia que dejará de dar datos diarios de la pandemia, las mascarillas en interiores tienen los días contados y el camino hacia la gripalización del covid ya ha empezado. Menos en los hospitales, donde ella tendrá que vivir el postoperatorio en soledad y, tumbada en una cama durante las primeras horas, dependerá de que las enfermeras no tengan mucha faena para poder ayudarla a realizar cualquier tarea.

Este viernes se cumplen dos años desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarara la pandemia por covid-19 y, pese a que ya se ha desescalado en muchos de los ámbitos de la vida, gracias a un mayor conocimiento del virus, hay uno que permanece congelado. Las enfermas y enfermos que ingresan en los hospitales lo siguen haciendo en soledad.

Coronavirus
Pandemia e infancia La Asociación Española de Pediatría pide el fin de las mascarillas en clase
Presenta un plan de desescalada para eliminar este material en el interior de las aulas a partir del 28 de febrero en un momento en el que la incidencia está a la baja y las niñas y niños con al menos una dosis de la vacuna ya superan el 50%.

“Las restricciones se pusieron en marcha cuando sabíamos muy poco del virus. Ahora mismo ya sabemos que hay una serie de medidas que reducen de forma importante la transmisión. Basta con el uso de un EPI y una mascarilla, que usamos a diario en hospitales, para aceptar que las familias entren”. Carlos Velayos es médico en la UCI del Hospital de Fuenlabrada y forma parte del proyecto HU-CI, integrado por profesionales que trabajan en pro de la humanización de los cuidados intensivos. Este grupo de médicos se posicionó a mediados de febrero a favor del fin de las restricciones.

A estas alturas de la pandemia califican de “inhumano” y “sin ninguna justificación científica” el negar el acompañamiento a pacientes por parte de sus seres queridos “en las peores horas de fragilidad y vulnerabilidad del ser humano”.

A estas alturas de la pandemia califican de “inhumano” y “sin ninguna justificación científica” el negar el acompañamiento a pacientes por parte de sus seres queridos “en las peores horas de fragilidad y vulnerabilidad del ser humano”. Además del lado emocional, hacen referencia a aspectos clínicos. “La evidencia científica es clara respecto a la influencia de la presencia familiar en la mejoría en la evolución del paciente, prevención del delirium intrahospitalario y de síndromes post-hospitalarios”, afirman.

Velayos se lamenta de que todo lo que se había avanzado en el ámbito de la humanización de las estancias hospitalarias, especialmente en las zonas UCI, ha retrocedido con la pandemia. “Entendemos que la humanización no es una guinda, tiene que ser algo central en la asistencia sanitaria. Nosotros, antes de la pandemia, llevábamos mucho tiempo avanzando en tener las UCI abiertas e ir ampliando horarios para que las familias pudieran estar el máximo tiempo con los pacientes. Se habían dado pasos muy importantes, que ahora tenemos que volver a retomar”, concluye quien sentencia que “lo que al principio de la pandemia se pudiera aceptar, ahora ya resulta inaceptable".

“No me dejes”

“No me dejes”, le pidió Emilia a su nieta, Gabriela Sánchez, antes de entrar en urgencias del madrileño Hospital Universitario de La Paz con covid. Tenía 89 años y Alzheimer. Con su mirada transmitía que no entendía muy bien lo que estaba pasando. Su nieta insistió en acompañarla, así le habían permitido hacerlo en otras ocasiones. Era 26 de diciembre de 2021 y el personal se cerró en banda. Dos días después el hospital publicaba un protocolo, al que ha tenido acceso El Salto, en el que se indica que no se permite compañía para ningún paciente con covid, salvo pacientes pediátricos, puérperas o pacientes en estado terminal. Sin embargo, en el caso de pacientes sin covid sí se permite el acompañamiento a dependientes “siempre que el médico o enfermero lo considere necesario”.

Los familiares de Emilia invertían una hora y media cada vez que había que ayudarla a comer. El último día antes de ingresar, y dado al tembleque provocado por la fiebre, apenas podía meterse la cuchara en la boca, explica su nieta. “Los cuidados que mi abuela necesitaba no los tenía. Mi abuela necesitaba ayuda hasta para dar al botón de pedir ayuda. En una sala covid entran cada dos horas. A la mínima necesidad, si necesitaba cualquier cosa, no podría avisar”. No podía ni manifestar dolor. “En los partes médicos se decía que no tenía dolor, pero mi abuela, por la demencia, no se solía quejar. Hay que estar encima de ella y hay que conocerla”, cuenta Gabriela, que es periodista en eldiario.es, donde relató el calvario vivido.

Emilia fue trasladada desde La Paz hasta el Hospital Carlos III, centro que comparte gestión con el anterior. Hasta tres días permanecieron sin noticias médicas, llamando a un teléfono que insistentemente conducía a la nada. “Estuvimos tres días sin tener noticias médicas. El último  día que recibimos una llamada fue el 30 de diciembre. El 31 no recibimos llamada, ni el uno, ni el dos… la noche del dos al tres falleció”, expresa quien, aún a día de hoy no tiene claro por qué murió su abuela. “El 29 nos dijeron que estaba estable, todo bien, pero al tener esa edad todo puede cambiar de un día para otro. Preguntamos si podíamos ir a verla, nos dijeron que no, pedimos una videollamada y nos dijeron que no. El 30 fue la última vez que nos llamaron y nos dijeron que había empeorado, que estaba estable pero grave”. Los médicos, asegura Sánchez, les pidieron permiso para realizar una prueba que tenía su riesgo, con la que querían comprobar que no tenía un trombo en los pulmones. Les prometieron que les darían los resultados. “Jamás recibimos esos resultados”, asegura.

“En la historia clínica aparece que nos llamaron para decirnos que estaba grave y que tenía riesgo de infarto. Esa llamada nunca se produjo. Hay una deshumanización brutal, hasta el punto de mentir”

Hoy lo que tiene en la mano es la historia clínica, que afirma haber recibido hace unas semanas. “En ella aparece que nos llamaron para decirnos que estaba grave y que tenía riesgo de infarto. Esa llamada nunca se produjo. Este ha sido el remate final. Hay una deshumanización brutal, hasta el punto de mentir y al final es su palabra contra la nuestra”, sentencia quien va a pelear porque este caso no quede impune.

Abrir puertas al acompañamiento

Desde el proyecto HU-CI hablan de la “importancia crucial” que las familias tienen en la recuperación de los procesos físicos y emocionales que afectan a cualquier paciente ingresado en un hospital. “Este acompañamiento proporciona, al mismo tiempo consuelo, participación e implicación para las familias, las cuales sufren el proceso de enfermedad al tiempo que su ser querido. Y ni que decir tiene lo que supone en cuanto a alivio moral y emocional tanto para pacientes como para familias y profesionales la presencia de seres queridos en procesos de enfermedad y final de vida”, aseguran.

“Lo que antes por prudencia pudimos dar como válido ahora ya no lo podemos dar por válido. La humanización es esencial, los pacientes tienen derecho a estar acompañados y las familias tienen derecho a acompañar. Lo que tenemos que hacer es facilitarlo y que sea en condiciones de seguridad”, sentencia el doctor Carlos Velayos. En ese sentido, pide un avance en los protocolos que establece cada Comunidad Autónoma y que afina cada hospital.

“Lo que antes por prudencia pudimos dar como válido ahora ya no lo podemos dar por válido. La humanización es esencial, los pacientes tienen derecho a estar acompañados y las familias tienen derecho a acompañar”

En Galicia ya han dado el paso. El pasado 17 de febrero la Consellería de Sanidades abrió la posibilidad de que los pacientes ingresados en plantas covid puedan recibir visitas. Todo después de que transcendiera el caso de Rosario, una mujer de Vigo que falleció sin poder despedirse de su familia. Padecía un cáncer de riñón y se había fracturado dos vértebras. Antes de su ingreso en planta, una PCR positiva impidió cualquier contacto con su familia. “El nuevo protocolo conjuga el derecho de acompañamiento de los pacientes ingresados con medidas que continúan a garantizar la seguridad de los usuarios, de los visitantes y del conjunto de profesionales que desempeñan su labor en el Servicio Gallego de Salud”, aseguran desde el Sergas.

Otras comunidades avanzan más lentas. Es el caso de la Comunidad de Madrid, donde, se ha abierto la puerta al acompañamiento de enfermos no covid. En un protocolo, al que ha tenido acceso El Salto, y que es solo una recomendación para los hospitales, se establecen tres escenarios en función de la situación epidemiológica. En los niveles bajo y medio se permiten los acompañamientos. En el alto, solo algunas excepciones, como los pacientes dependientes, en paliativos, pacientes pediátricos o embarazadas. Entre las excepciones también se incluye el postoperatorio inmediato en planta.

Elena acaba de vivir su postoperatorio en soledad. Entre calmantes consiguió transmitir su estado vía Whats App. Sus hijas mandaban vídeos y audios. Al día siguiente podría entrar una. Tendrían que ayudarla a levantarse para volver a caminar con una rodilla a estrenar. Y contarían con apenas una hora para congratularse por el trance pasado en soledad.

“En un momento en el que las discotecas están llenas o podemos tomarnos unas cañas, se ha normalizado que en los hospitales las enfermas sigan sin poder estar acompañadas de sus seres más queridos. En mi caso no nos pudimos despedir de ella. Pero yo no hablo solo de eso, hablo de acompañar durante todo el ingreso. Hablo de que el paciente nunca esté solo, ni sienta miedo, ni sienta soledad”, sentencia Gabriela, quien cuenta lo que le ha ocurrido a su abuela para que nadie más tenga que pasar por una situación similar.

Arquivado en: Salud Coronavirus
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Plástico
Medio ambiente Un estudio de nanoplásticos en cerebros humanos detecta un aumento pronunciado en ocho años
El análisis de 52 córtex frontales publicado en ‘Nature’ apunta a que la acumulación exponencial de plásticos en el ambiente estaría incrementando su abundancia en nuestros organismos.
Cáncer
Día mundial contra el cáncer Las mujeres con cáncer de mama que viven en áreas desfavorecidas tienen un año menos de supervivencia
El acceso a los mismos tratamientos contra el cáncer de mama depende del código postal. Lo dice un estudio pionero de la Escuela Andaluza de Salud Pública que vincula la salud de las enfermas con sus características socioeconómicas.
Desahucios
Escudo social Sanitarios y sanitarias de atención primaria se unen contra los desahucios, “un problema de salud pública”
Depresión, ansiedad, empeoramiento de enfermedades crónicas o surgimiento de nuevas afecciones acompañan a los problemas habitacionales. Lo denuncian médicos de Vallecas (Madrid) y lo refrendan los estudios.
Xunta de Galicia
Sanidade A Xunta de Feijóo, condenada por negar as visitas a unha muller falecida de cancro por ter covid-19
A xuíza di que a situación requiriu medidas de prevención “flexibilizadoras”. Faleceu a principios de 2022 no Hospital Álvaro Cunqueiro durante os últimos meses de administración do xefe do PP con Julio García Comesaña como conselleiro.
Madrid
La burbuja del alquiler Sumar, Podemos y sindicatos de inquilinos presionan para convertir en indefinidos los contratos de alquiler
Sumar lanza una propuesta legislativa para transformar en indefinidos los contratos de alquiler, una de las principales demandas de la manifestación por la vivienda del 5 de abril. Una moción de Podemos, rechazada en el Congreso, pedía lo mismo.

Últimas

Historia
Descifrando a historia Así foi a rebelión antifiscal galega de 1790 contra a burocracia española
A monarquía española quixo implantar a Contribución Única, algo que provocou fortes protestas. A máis coñecida foi o motín da Ulloa, chamado así porque se produciu nas zonas desta comarca. Foi a maior revolta antifiscal do Antigo Réxime en Galiza.
Xunta de Galicia
Vivenda O ‘teléfono antiokupas’ da Xunta recibiu só tres chamadas por ocupacións en 2024
O servizo foi renovado este ano cun orzamento de 61.000 euros, coa colaboración do Consello da Avogacía Galega e 135 avogados para atender as consultas. O pasado ano atenderon 109 consultas, a maioría sobre desafiuzamentos.
Madrid
Acusaciones de violencia sexual Monedero, bajo investigación de la Universidad Complutense por la denuncia de acoso sexual de una alumna
La confidencialidad del expediente no permite saber cuándo se presentó la denuncia ante la Unidad de Igualdad o cuánto se demorará la resolución. La Complutense afirma que la Inspección de Servicios está tramitando la acusación.
Justicia
Justicia Rubiales, condenado por agresión sexual y absuelto del delito de coacciones
18 meses de multa con cuota de 20 euros al día por un delito de agresión sexual. Es la condena al expresidente de la RFEF Luis Rubiales por los hechos ocurrido en la ceremonia de entrega e medallas del pasado mundial celebrado en agosto en Sidney.
Más noticias
Egipto
Egipto Ashraf Omar continúa en prisión provisional por dibujar
Ashraf Omar, caricaturista político del medio digital AlManassa, sigue en prisión preventiva indefinida tras ser arrestado violentamente en su domicilio el 22 de julio de 2024.
Fascismo
Memoria antifascista Allí donde hay humo, hay fuego
A unos días de las elecciones alemanas, donde la ultraderecha acude fortalecida, un repaso sobre el proceso de desnazificación posterior a la Segunda Guerra Mundial y sus medias verdades.
El Salto Radio
El Salto Radio Humedales necesarios
Damos un paseo radiofónico por algunos de los humedales de Andalucía, espacios fronterizos entre el mar y la tierra, tan necesarios para nuestra supervivencia. Lo hacemos con Juan Martín Bermúdez, de SALARTE y algunos oyentes.

Recomendadas

Feminismos
Ana Bueriberi “El activismo tiene que ser colectivo: para contribuir al cambio es imprescindible despersonalizar la causa”
La periodista madrileña Ana Bueriberi reconoce que no sintió la discriminación hasta que llegó a la Universidad. Hoy, desde el proyecto Afrocolectiva reivindica una comunicación antirracista, afrofeminista y panafricanista.
Inteligencia artificial
Militarismo La máquina de los asesinatos en masa: Silicon Valley abraza la guerra
Las fantasías distópicas sobre los futuros usos de las máquinas en la guerra están más extendidas que el relato de lo que ya está pasando en los campos de batalla.
América Latina
Extrema derecha Los soldados de Donald Trump en América Latina
Mientras algunos presidentes latinoamericanos, con mayor o menor ímpetu, intentan ponerle freno, otros tantos se arrodillan y le rinden pleitesía sin recibir nada a cambio. ¿Quiénes son los súbditos latinoamericanos de Trump?