Malasaña consigue aplazar un desahucio de 250 personas

El desahucio anunciado para este 24 de noviembre en un edificio histórico del barrio de Malasaña (Madrid), donde viven 210 adultos y 40 menores, es aplazado gracias a la participación de las organizaciones vecinales y de defensa del derecho a la vivienda.

Parado el desalojo de un edificio en Malasaña, el antiguo Palacio de la Infanta Carlota - 9
Álvaro Minguito Medio centenar de personas, entre vecinos de Malasaña y activistas por el derecho a la vivienda, se concentraron frente al edificio de la calle Luna, 32, en el barrio de Malasaña (Madrid) para evitar que 250 personas se quedaran en la calle.
@MartinCuneo78
@martincuneo.bsky.social
24 nov 2020 12:45

Una y otra vez, la realidad contradice los anuncios oficiales. Los desahucios no se han suspendido con la pandemia. Y son las asociaciones vecinales y los movimientos de vivienda los que consiguen frenarlos. O al menos aplazarlos. Es el caso de las 250 personas que viven en el número 32 de la calle Luna, en el barrio de Malasaña, en Madrid.

En este edificio de titularidad municipal desde 2011, conocido como el palacio de la Infanta Carlota, viven sin contrato legal de alquiler 32 familias, 210 adultos con 40 menores a su cargo. El 21 de noviembre de 2019 recibieron una orden de desalojo. Tenían diez días para abandonar el bloque. El Ayuntamiento alegó en su momento razones de seguridad para dejar en la calle a estas familias, la mayoría de bajos recursos. La orden fue tumbada en los juzgados. Habían ganado la primera batalla. Pero el consistorio de José Luis Martínez Almeida, en medio de su cruzada contra “los okupas” no tardó en contraatacar. 

Julia lleva 70 años viviendo en el edificio. El Ayuntamiento le ofreció un piso con una habitación para ella y cuatro personas de su familia. Ahora le dicen que deje la casa que habitó toda su vida para entrar en una residencia

Un año después, el Ayuntamiento del PP vuelve a la carga, ahora con la excusa de la defensa del Patrimonio Nacional. Los habitantes del bloque tenían que abandonar sus casas este 24 de noviembre a las 9:30h. Pero la solidaridad vecinal y de las organizaciones que defienden el derecho a la vivienda se dejó sentir: decenas de vecinos y activistas convocados por la asociaciones SOS Malasaña y ACIBU, acudieron a la cita para detener el lanzamiento. Y lo han conseguido, al menos por ahora. 

La policía identificó a tres de ellos y constató puerta por puerta, que ningún vecino había obedecido una orden de desalojo que los dejaba en la calle o en situaciones inasumibles, dice Jordi Gordón, portavoz de SOS Malasaña. El Ayuntamiento ofrecía alojamientos de uno o tres meses, muchas veces en viviendas compartidas, cuenta a El Salto. 

Julia lleva 70 años viviendo en el edificio. Tenía un contrato perfectamente legal y pagaba en efectivo todos los meses el alquiler al dueño del palacio, un empresario iraní. Cuando en 2011 el Ayuntamiento expropió el edificio, fue el propio consistorio quien recomendó que no siguieran pagando el alquiler, explica Gordon. La situación de las decenas de familias que vivían en el bloque fue pasando de legislatura en legislatura, sin que ningún Gobierno municipal encontrara una solución. A Julia le ofrecieron un piso con una habitación para ella y cuatro personas de su familia. Ahora le dicen que deje la casa que habitó toda su vida para entrar en una residencia.

“Aquí nadie ha pegado una patada en la puerta, llamarles “okupas” es una manera de criminalizar a la gente”, dicen desde SOS Malasaña a El Salto

Tras comprobar que Julia y sus vecinos no estaban dispuestos a abandonar sus casas, las autoridades comunicaron que abrirían un procedimiento judicial, por lo que “la cosa va para largo”, dice el portavoz de SOS Malasaña. “Ahora la batalla consiste en conseguir un plan de realojo con alquileres sociales para toda la gente que vive aquí, algo a lo que que el Ayuntamiento se ha negado hasta ahora. Y también conseguir que este edificio siga siendo dotacional y cuando se vaya la gente sea realmente para el barrio y no para vender al mejor postor, como ya nos ha pasado”. 

Los 250 habitantes de la calle Luna, 32 resisten en la que para muchos fue su casa durante décadas, antes de que el Ayuntamiento se hiciera con la titularidad. “Aquí nadie ha pegado una patada en la puerta, llamarles “okupas” es una manera de criminalizar a la gente”, dice Gordon a El Salto.

Cargando valoraciones...
Comentar
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Cargando relacionadas...

CRTVG - Corporación Radio y Televisión de Galicia
A Xunta do PP remata o seu plan de control sobre a CRTVG tras escoller á súa nova directora en solitario
A xornalista Concepción Pombo substituirá, co único aval do Partido Popular, a Alfonso Sánchez Izquierdo. O Goberno de Alfonso Rueda modificou a lei de medios para que os votos do seu partido fosen suficientes para elixila.
Altri
A Plataforma Ulloa Viva cambia a súa directiva para os vindeiros anos de loita contra Altri
A veciñanza da comarca máis afectada escolleu entre dúas listas logo de non chegar a un consenso. A gañadora tratará de ampliar a súa base de socias e socios por toda Galiza e abrirá máis as portas ás grandes organizacións do país, como a CIG.
El Salto n.79
A celulosa ou a vida: xornalismo situado e loita social para frear un ecocidio
O xoves 17 de xullo esperámosvos no CS 'A Nubeira' de Vigo para presentar o último número da revista El Salto xunto a algunhas das súas principais protagonistas: as que loitan contra o macroproxecto de celulosa liderado por Altri e avalado pola Xunta.
AGANTRO
O desprazamento forzoso en Chiapas: metáfora da vida núa
Conversamos coa investigadora América Navarro sobre o desprazamento forzoso en Chiapas.
Altri
Galiza elixe o rumbo da loita contra Altri nas eleccións á directiva da plataforma Ulloa Viva
A veciñanza da comarca máis afectada presenta dúas listas separadas logo de non chegar a unha proposta de consenso. Por unha banda, concorre unha candidatura continuísta e, pola outra, unha alternativa que se achega máis o nacionalismo institucional.

Últimas

O Salto medra contigo
O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar Altri
Queremos investigar os responsables políticos e empresarias do que podería ser o maior atentado ambiental da historia recente de Galiza.
Orgullo
O Orgullo Crítico enche de diversidade e de humanismo Galiza: “Transfeministas con Palestina”
Crónica visual de como unha enorme multitude encheu de diversidade o centro da cidade de Vigo.
O Teleclube
'O Teleclube' alucina no deserto con Óliver Laxe e 'Sirat'
Laxe leva o seu cuarto premio de Cannes, esta vez en competitición, polo seu novo filme que explosiona na gran pantalla.
A Catapulta
O tempo, o espazo e a poesía de Estíbaliz Espinosa
A poeta visita A Catapulta para conversar sobre o seu traballo e a súa traxectoria literaria
O Teleclube
'O Teleclube' pecha a temporada cos supervivintes de '28 anos despois'
Danny Boyle e Alex Garland volven ao mundo dos infectados que inspirou o renacemento dos 'zombis'.

Recomendadas

Medio rural
A esperanza da xestión colectiva fronte ao espolio: os comuneiros de Tameiga contra o Celta
Mentres varios proxectos industriais tentan privatizar e destruír os ecosistemas galegos, algúns grupos de veciños e veciñas organizadas fan oposición social construíndo alternativas comunitarias. Ás veces, tamén gañan ao xigante.
Feminismos
Dous anos sen reparación tras sufrir lesbofobia nun Rexistro Civil de Pontevedra cando ían inscribir a seu fillo
Un funcionario negouse a inscribir ao fillo de Antía e a súa parella. Un erro de redacción na lei trans está detrás dos argumentos que o funcionario esgrime para defender a súa actuación.
Migración
A veciñanza mobilízase para acoller migrantes tras o peche de centros de Rescate Internacional en Galiza
Tras o progresivo desmantelamento de varios dispositivos de acollida, moitos refuxiados foron trasladados a outros puntos do Estado sen aviso previo. Outros son simplemente desaloxados trala denegación da súa solicitude de asilo.
Ourense
Ourense organízase para loitar contra patrullas de extrema dereita nos barrios máis empobrecidos da cidade
A veciñanza e os movementos sociais responden ao discurso do medo promovido por Frente Obrero e sinalan a súa estratexia de criminalizar a pobreza e sementar odio en contextos de exclusión e abandono institucional.
Comentarios

Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.

Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!

Cargando comentarios...