Hemeroteca Diagonal
Felipe, Felipe, Felipe: un presidente in-ol-vi-da-ble

De posturas radicales al personaje que todos conocemos, Felipe González condensa aquel espíritu de la Transición.

Felipe González
Felipe González, Enrique Mújica y Willy Brandt en 1975.

@emmanuelrog, es miembro del Instituto DM.

Participa en la Fundación de los Comunes.
8 oct 2019 18:10

“Nunca he sido un junco que mueve el viento en la dirección que sopla”. Un lapsus, o quizás una revelación temprana de la personalidad de gran estadista, le llevó a poner el junco como sujeto “que mueve el viento”, en vez de que “se mueve con el viento”. Así se expresaba Felipe, antes que González, el 20 de mayo de 1979. Ningún otro presidente, ni antes ni después de su coronación en 1982, ha sido llamado por su nombre de pila. Hemos conocido Aznares, Rajoys, Calvo-Sotelos, incluso sim­páticos Zapa­teros con su emotivo gesto de la cejita —¿os acordáis?, el patetismo de la política progre nos queda tan cerca—. Ni siquiera Suárez, el más televisivo de todos los presidentes consiguió ser aclamado con un “Adolfo, Adolfo, Adolfo”. Pero Fe­lipe... Felipe lo conseguía sin esfuerzo, llenando estadios, en los congresos del PSOE o en sus célebres “explicaciones al pueblo” tras las difíciles y fundamentales decisiones de su reinado. Como aquella que nos llevó a la permanencia en la OTAN, o las que precedieron la publicación de las sucesivas reformas laborales de 1988, 1991, 199...

Las “chorradas” de Marx

Decía Felipe aquello del junco en el mismo discurso y en el mismo con­greso en el que sentenció: “Hay que ser socialista antes que marxista”. La bronca la había montado él solito unos meses antes cuando declaró que Marx dijo muchas “chorradas” (sic) y que al partido le convenía el abandono del marxismo. Luego añadió que, en caso de que el partido no aceptara el cambio de definición, lo abandonaría. Los críticos enardecidos entraron a la provocación y ganaron las votaciones en el congreso. Al fin y al cabo, el “marxismo” había sido la bandera del antifranquismo estudiantil. Pero Felipe no se echó atrás y cumplió lo prometido. Entre lacrimoso y solemne —nótese que habla en tercera persona— declaró: “Si hago política perdiendo fuerza moral y razones morales, prefiero apagar, apagar porque yo no estoy en política por la política. Estoy porque hay un discurso ético, que no suena demasiado revolucionario, que es el que mueve a Felipe González en la política”. La prensa alabó su tono ético, su rectitud, su valentía. Lo hizo principalmente El País, ese periódico que salió del reformismo franquista: ¿sabéis que Fraga fue uno de sus primeros accionistas e ideólogos? —¡sorpresa!—. Con Felipe había nacido una estrella. Y en todas las quinielas era necesario que hubiera una opción de reemplazo fiable y disciplinada ante el cada vez más incómodo Adolfo Suárez.
Felipe en 1974 representaba la radicalidad del antifranquismo, concretamente de la nueva clase media
Pero ¿quién era este Felipe antes que González? De sus orígenes sabemos lo suficiente. Era hijo de un pequeño empresario sevillano. Estudió en los escolapios como corresponde a los niños bien de la ciudad del Sur. Quiso hacer Derecho, también como los chicos bien, y fue al final de la carrera cuando ganó una beca para estudiar en la Ca­tólica de Lovaina. Hasta entonces, lo más que Felipe sabía de estrategia política era la referida a perseguir universitarias. No obstante, fue allí, en Bélgica, donde se “politizó”. Con­vencido, entró en el PSOE a caballo del 68, cuando lo mínimo en la izquierda era ser maoísta o guevarista. Basta decir que, contra todo pronóstico, acertó. Con sus chicos y chicas, el conocido “clan de la tortilla”, convirtió el núcleo socialista sevillano en lo poco organizado que había del partido fuera de sus feudos tradicionales de Asturias y Vizcaya. Pero fue sobre todo gracias a los vascos y en especial a Nicolás Redondo, que contaba con todo el prestigio de una militancia obrera entregada, por lo que los sevillanos pudieron hacerse con la dirección del partido. Felipe fue elegido secretario en 1972, y luego confirmado en 1974 en el famoso Congreso de Suresnes. Allí Redondo y los vizcaínos prefirieron dirigir la UGT. Seguro que en aquel 14D de 1988 comentaron más de una vez su arrepentimiento. Pero en 1974, Felipe representaba la juventud y la radicalidad del antifranquismo, concretamente de la nueva clase media antifranquista.

El milagro de Felipe fue enorme si se tiene en cuenta lo que era el PSOE en 1975. Lo formaban entonces apenas 2.000 militantes, menos que la maoísta ORT o el extremista PTE. Sin militancia obrera, sin bases sociales fuertes, sin compromisos políticos, el PSOE de Felipe disputaba a todos en radicalidad: a los escindidos del exilio que no aceptaron ni a los “sevillanos” ni a los “vascos”, a los otros socialistas como Tierno Galván, al PCE e incluso a la extrema izquierda. Tanto es así que en Suresnes el partido salió con aquella definición “de clase, marxista, democrático y revolucionario”. El PSOE de entonces estaba por la autodeterminación de los pueblos, por la República federal y era contrario a todo imperialismo, como Felipe que había sido el principal promotor de estos cambios ideológicos dentro de lo que casi siempre fue un partido moderado. ¡Qué tiempos!

Pero en 1979, era ya otra cosa. La política, esto es el poder, manda. Y había que disputar el centro a Suárez. Los franquistas reciclados en “demócratas” habían firmado las grandes obras de la Transición. No en vano la reforma interna del régimen se había inventado el “franquismo sociológico”, el “centro”, la UCD y Suárez. Gracias a aquellos artilugios gobernaban ya cuatro años después de muerto Franco. Ser radical en 1979 ya no convenía. Y Felipe lo tenía claro.

La reforma interna del régimen se había inventado el “franquismo sociológico”. Ser radical en 1979 ya no convenía
El congreso de mayo de 1979 rematado por su prórroga de septiembre, supuso el acta de defunción del partido histórico y, a un tiempo, de constitución del nuevo socialismo. Tras el amago de marcha de Felipe, el líder volvió reforzado y coronado con laureles. Los “críticos”, como casi siempre ocurre en las izquierdas, se engancharon en una discusión ideológica y tramposa sobre Marx sí o Marx no. A veces simples vocacionales como Gómez Llorente, a veces oportunistas redomados como Tierno Galván fueron literalmente incapaces de presentar una direc­ción alternativa. Acabado el con­greso –la “fiesta”, como la llamó Alfonso Guerra– acabó también la democracia interna. Nunca más habrá oportunidad de disidencia real en el socialismo, el aparato de Guerra se volverá omnímodo.

Los poderes fácticos

Ganó Felipe y ganó el partido —lo dicen los historiadores sociatas— que salió de 1979 disciplinado y preparado para el Gobierno. Bastó esperar sólo tres intensos años: la campaña de los poderes fácticos contra Suárez —traidor a la mano de su amo, la patronal, el Ejército y la Iglesia—, el subsiguiente golpe de Estado del 23F y la guerra interna de UCD. El 28 de octubre el PSOE venció tanto por sus méritos como por la involución del centro. Unos años de prosperidad (1985-1992) y el autosabotaje de la derecha de Fraga dieron a Felipe 13 años de gobierno. Una espectacular carrera para quien se convirtió en profundo experto en el crecimiento lento y controlado de esos árboles torturados y enanos que en Japón llaman bonsáis.

1976
En la antigua Roma esta minoría la componían los patricios; en la sociedad feudal, los diferentes estamentos de la nobleza laica, militar y religiosa; en el mundo capitalista actual, la clase burguesa". Qué es el socialismo (Felipe González, 1976).

2011
Felipe González crea Tagua Capital, un fondo de capital riesgo para invertir 150 millones de euros en España y América junto a 14 directivos y empresarios españoles de primera fila. En 2013, congeló el fondo ante la falta de financiación.

 

Algunos hitos de la metamorfosis del expresidente
Donde dije...
Felipe González pasó de ser, en 1976, un defensor de la causa saharaui, a representar los intereses marroquíes e impedir el reconocimiento internacional de las autoridades saharauis en diferentes países.

Felipe se aburre...
126.000 euros anuales no fueron suficiente incentivo para mantenerse como consultor de Gas Natural. El 9 de enero presentó su dimisión. “No porque haya incompatibilidades, sino porque es muy aburrido”, dijo.

Pacto PP-PSOE...
Los problemas del bipartidismo no dejan indiferente a Felipe González. “Si el país lo necesita”, afirmó el pasado 11 de mayo, no vería con malos ojos una gran coalición de Gobierno entre el PP y el PSOE.
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Análisis
Análisis El debate tramposo sobre el salario mínimo, la inflación y el poder adquisitivo
El aumento de los precios ha sido sustancialmente más grande en aquellos bienes y servicios que más adquieren los grupos de población de menores ingresos, lo que altera sustancialmente el diagnóstico.
Salario mínimo
Justicia fiscal El Congreso tiene los números para obligar a Hacienda a subir el umbral del IRPF por encima del SMI
Hacienda se ha negado a elevar el mínimo exento del gravamen por primera vez en cuatro años. Los votos de PP, Sumar, Podemos, BNG, ERC y Bildu, críticos con la decisión del departamento económico, bastan para blindar la no tributación del SMI.
Historia
Descifrando a historia Así foi a rebelión antifiscal galega de 1790 contra a burocracia española
A monarquía española quixo implantar a Contribución Única, algo que provocou fortes protestas. A máis coñecida foi o motín da Ulloa, chamado así porque se produciu nas zonas desta comarca. Foi a maior revolta antifiscal do Antigo Réxime en Galiza.
Represión
Represión La vulneración de derechos relacionada con la protesta política crece un 30% en 2024
El informe Diagnóstico del derecho a la protesta cifra en 1.140 los excesos represivos dirigidos contra la disidencia política en el Estado Español.
Inteligencia artificial
Militarismo La máquina de los asesinatos en masa: Silicon Valley abraza la guerra
Las fantasías distópicas sobre los futuros usos de las máquinas en la guerra están más extendidas que el relato de lo que ya está pasando en los campos de batalla.
Airbnb
Pisos turísticos Consumo abre expedientes sancionadores a gestoras de pisos turísticos
El ministerio de Pablo Bustinduy incoa expedientes sancionadores a empresas que administran muchos pisos por prácticas comerciales desleales.

Últimas

Xunta de Galicia
Vivenda O ‘teléfono antiokupas’ da Xunta recibiu só tres chamadas por ocupacións en 2024
O servizo foi renovado este ano cun orzamento de 61.000 euros, coa colaboración do Consello da Avogacía Galega e 135 avogados para atender as consultas. O pasado ano atenderon 109 consultas, a maioría sobre desafiuzamentos.
O Teleclube
O teleclube 'O Teleclube' viaxa á preciosa aldea de 'Vermiglio' a finais da Segunda Guerra Mundial
A película de Maura Delpero, seleccionada para representar a Italia nos Oscar, retrata a vida dunha familia de Vermiglio, unha aldea nevada nos Alpes italianos.
Análisis
Análisis La Unión Europea, desenfocada y en segundo plano
Después de más de dos años de apasionados discursos sobre los valores europeos y de numerosos paquetes de sanciones a Rusia, la Unión Europea veía cómo Washington la dejaba a la puerta de las negociaciones.
Más noticias
Opinión
Opinión Alemania como Israel
Un análisis personal y colectivo sobre las próximas elecciones en Alemania, un país en proceso de militarización de creación del enemigo y en un momento de rearme armamentístico y hundimiento moral.
Ayuntamiento de Madrid
Ayuntamiento de Madrid Vecinos de Barajas exigen a Almeida que actúe contra las inundaciones antes de ampliar El Corte Inglés
La asociación Aeropuerto Participa alega contra la regularización de 11.000 metros cuadrados del centro comercial cuando desde 2012 existen informes para la ampliación del colector de Rejas y el barrio sufre inundaciones periódicamente.
València
València Suspendida “sin explicación jurídica” la primera declaración por desaparición forzosa del franquismo
La abogada del caso remarca que no hay motivo jurídico por el que suspender la declaración que Carolina Martínez iba a realizar sobre la desaparición forzada y asesinato de su abuelo en 1939.

Recomendadas

América Latina
Extrema derecha Los soldados de Donald Trump en América Latina
Mientras algunos presidentes latinoamericanos, con mayor o menor ímpetu, intentan ponerle freno, otros tantos se arrodillan y le rinden pleitesía sin recibir nada a cambio. ¿Quiénes son los súbditos latinoamericanos de Trump?
Crónica
Crónica Locura y papeletas. Berlín, una semana antes de las elecciones federales
Un paseo nocturno por la capital alemana nos permite acercarnos al ambiente que late una semana antes de que la ultraderecha consiga sus mejores resultados desde el hundimiento del nazismo.
Venezuela
Juan Carlos La Rosa Velazco “Nadie se reconoce aún en el hambre venezolana”
Investigador por los derechos territoriales de los pueblos en la cuenca occidental del Lago de Maracaibo, en el norte de Venezuela, este defensor de los derechos de pueblos originarios critica la deriva extractivista del Gobierno de Maduro.