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Huelga
La plantilla de jardines de Zaragoza continúa su huelga indefinida con una acampada
Los trabajadores reivindican una subida salarial acorde con el IPC, la incorporación de medidas sociales en el convenio y que la plantilla no se divida en dos empresas subcontratadas.
Llevan 37 días de huelga indefinida y, desde ayer, están acampados a la orilla del río Ebro. La plantilla de jardinería del Ayuntamiento de Zaragoza, gestionada a través de la empresa multinacional Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), reivindica una subida salarial acorde con el IPC desde 2018, la incorporación de medidas de conciliación y de protección para las madres y que la plantilla no se divida, tal y como pretendía el actual Consistorio.
La plantilla de parques y jardinería está compuesta por 240 trabajadores, de los cuales todos, “a excepción de los servicios mínimos y de las quince personas de confianza de la empresa”, están secundando la huelga, indica el portavoz del comité de huelga Álvaro Casado, del sindicato CGT.
“Somos una plantilla luchadora. Desde 2011 hemos hecho tres huelgas, y la más corta ha durado 26 días, por lo que creemos que el Ayuntamiento tenía la pretensión de anular nuestra capacidad de lucha y de negociación colectiva dividiéndonos”, señala el sindicalista.
Además, la división de la plantilla podía facilitar el despedido de los trabajadores más mayores, ya que, “de momento, si alguien del servicio de poda necesita dejar de trabajar en ese área, porque la repetición de ciertos trabajos produce lesiones, la empresa te reubica a otra tarea. Pero si partían la plantilla, y sacaban el servicio de poda como uno independiente, cuando alguien ya no pudiera podar, sería despedido, ya que esa empresa carecería de otros servicios en los que ser reubicado”, explica Casado. Hace dos semanas, el Ayuntamiento se comprometió públicamente a no dividir a los jardineros.
Ahora la negociación se centra en el incremento salarial, según el IPC, de los trabajadores y la no inclusión de los pluses personales para los quince cargos de confianza de la empresa. “Los pluses van desde los 5.000 hasta los 15.000 euros por cargo de confianza, y suman un total de 100.000 euros al año. Mientras la empresa nos dicen que no puede garantizar el poder adquisitivo de la plantilla, propone un plus para su personal de confianza y que este sea sufragado con dinero público”, resume Casado. Hasta ahora, el plus lo pagaba FCC de sus beneficios anuales.
En este aspecto, el Ayuntamiento de Zaragoza también cedió y el alcalde anunció el 15 de febrero de un incremento de 5,3 millones de euros en la partida municipal para parques y jardines, pasando de 14 a 19 millones de euros. Por ello, desde el comité de huelga consideran que “la empresa no tiene voluntad de negociar y debe ser el Ayuntamiento quien ponga orden”.
Y es que a pesar del aumento presupuestario, en la posterior reunión del 19 de febrero, en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje, “FCC siguió sin querer aumentar el sueldo de los trabajadores en relación al IPC, ni incluir medidas sociales y de protección para las trabajadoras, mientras que la propuesta de incremento salarial que nos hicieron seguía ligada a la consolidación de los pluses de sus personal de confianza. La empresa nos dice, al mismo tiempo, que no hay dinero para actualizar nuestros sueldos, mientras pretende consolidar los pluses de los cargos. Y la suma de lo que la empresa pide para quince personas es mayor de lo que pedimos nosotros para que los 200 trabajadores podamos recuperar nuestro poder adquisitivo”, señala Casado.
FCC está a cargo de la gestión de la plantilla de parques y jardines del Ayuntamiento de Zaragoza desde 2002. El antiguo equipo municipal presentó unos pliegos de contratación nuevos, que incluían mejoras sociales, sobre todo para las mujeres. Dichos pliegos fueron recurridos nueve veces por las empresas que participaron en la licitación y la patronal. Finalmente, el Ayuntamiento dejó desierta la adjudicación y prorrogó el último contrato vigente, con FCC.
Tras la negativa de la empresa de aumentar el salario e incluir las medidas sociales en el nuevo convenio colectivo, caducado desde diciembre de 2017, la plantilla dio ayer un paso más en visibilizar su protesta y acordaron acampar en la plaza Europa, a la orilla del río.
De momento, han levantado 25 tiendas de campaña y han establecido turnos de pernocta en función de las circunstancias familiares de los trabajadores.