Israel lleva de nuevo a Gaza al borde de la hambruna con su bloqueo de suministros más prolongado

“Hay días que no puedo permitirme comer”, comenta Muhammad, residente en la ciudad de Gaza, donde regresó con su mujer y su hijo después de la tregua del 19 de enero, tras más de un año desplazados.
Bombardeo Khan Younis
Bombardeo de Khan Younis el día de ruptura del alto el fuego por parte de Israel.
26 mar 2025 10:33

El cierre de los cruces fronterizos y el bloqueo total al acceso de alimentos, medicinas o combustible de Israel sobre Gaza está llevando de nuevo a la Franja al borde del desastre humanitario. La clausura está vigente desde el 2 de marzo y no tiene precedentes: se trata de la más larga desde el inicio de la ofensiva sobre el enclave el 7 de octubre de 2023, cuando Israel castigó a la Franja sin entrada de suministros durante dos semanas. A su vez, se enmarca en un endurecimiento de la estrategia de castigo colectivo de Israel contra los civiles gazatíes para hacer máxima presión a Hamás. Todo ello, mientras los EEUU de Donald Trump avalan los mecanismos de la dura ofensiva diseñada por el nuevo jefe del Estado Mayor israelí, Eyal Zamir, al que muchos analistas ven alineado con la postura de aplicar aún más contundencia sobre Gaza defendida por la ultraderecha israelí.

Más allá de los fuertes ataques por tierra y aire desde que el Ejército israelí rompió el alto el fuego hace una semana —lo que se saldó con en torno a 800 muertos, la mayoría niños y mujeres—, la población se acerca otra vez a la hambruna, y el agua potable escasea cada vez por el prolongado bloqueo y el corte del suministro eléctrico a Gaza desde el 9 de marzo, lo que dejó sin funcionamiento a su principal planta desalinizadora.

“Salir a comprar implica pagar al menos el triple que antes, pese a que muchos productos estén en mal estado”, lamenta Salma

“Hay días que no puedo permitirme comer”, comenta Muhammad, residente en la ciudad de Gaza, donde regresó con su mujer y su hijo después de la tregua del 19 de enero, tras más de un año desplazados. A medida que Israel mantiene su bloqueo total —que dura ya más de tres semanas—, la escasez de suministros básicos y el aumento de precios se agravan “hasta llegar al 200% para algunos productos”, asegura. Esto hace que muchas familias como la de Muhammad se alimenten en gran medida de arroz o pasta, o de los productos enlatados de conserva que puedan encontrar en medio de un mes sagrado de Ramadán de creciente carestía. La carne se ha vuelto prohibitiva, y un sólo kilo puede costar hasta 220 shéqueles, unos 55 euros al cambio.

En estas condiciones incluso “es difícil preparar una comida para romper el ayuno” de Ramadán durante el Iftar, señala Salma, que reside junto a parte de su familia en la ciudad de Gaza. Ahora, “salir a comprar implica pagar al menos el triple que antes, pese a que muchos productos estén en mal estado”, lamenta esta joven, que cómo otros, vive alquilando un pequeño apartamento en un inmueble dañado por los largos combates.

“La situación es gravísima. Ahora que es Ramadán, la gente hace el ayuno, pero después no encuentra nada que comer. Hace casi un mes que no entra nada, no hay comida fresca ni carne”, comenta Samir, trabajador humanitario palestino y ahora de nuevo evacuado en una tienda en el campo de desplazados de Al Mawasi. Como muchos otros, Samir tuvo que dejar de nuevo su casa en ruinas en Khan Younis por las recientes órdenes de evacuación, y teme que la operación militar israelí aumente aún más de intensidad en los próximos días.


“Cada día sin alimentos acerca a Gaza a una grave crisis de hambre”, advertía estos días Philippe Lazzarini, comisionado general de la agencia de Naciones Unidas para los refugiados palestinos (UNRWA). Este consideró también que Israel está haciendo “un uso militar de la ayuda humanitaria”, y apeló a las autoridades israelíes a permitir nuevamente la entrada de suministros a la Franja. Sin embargo, pese a las críticas de organismos internacionales como la ONU, el apoyo estadounidense o la tímida reacción de los países europeos a las acciones de Israel sugieren que el Gobierno de Benjamin Netanyahu tiene vía libre para seguir con su bloqueo.

Las autoridades israelíes también parecen estar planteando cambios en la distribución de ayuda humanitaria del enclave, que bloquearon con el argumento de que esta acababa en manos de Hamás

Tras reanudarse la ofensiva el 18 de marzo, a la que siguió una nueva incursión terrestre del Ejército y el desplazamiento forzoso de unos 142.000 gazatíes, las organizaciones humanitarias con misiones en terreno tienen más restringidas sus operaciones de asistencia ante los ataques que han golpeado a su propio personal. Uno de ellos mató a un empleado humanitario búlgaro, cuando el 19 de marzo los disparos de un tanque israelí impactaron a un complejo de la ONU. El ataque provocó heridas graves a otros seis trabajadores, e hizo que Naciones Unidas anunciara una reducción de su presencia en Gaza ante la preocupación por su personal.

La ONU matiza que “no abandonará Gaza” y mantendrá “la ayuda de la que dependen los civiles para su supervivencia”, aunque las restricciones impuestas por la contundente envergadura de la ofensiva israelí son indicadores de que la situación podría no hacer más que empeorar para la población civil atrapada en Gaza. Las autoridades israelíes también parecen estar planteando cambios en la distribución de ayuda humanitaria del enclave, que bloquearon con el argumento de que esta acababa en manos de Hamás. “No elaboraré cómo”, pero la entrega de suministros “será de una forma que no dé poder” al grupo palestino, dijo este lunes el ministro de Exteriores israelí, Guideón Sar, en medio de especulaciones de que Israel podría plantearse la toma del poder directo de la Franja a través de un Gobierno militar encargado de gestionar la ocupación, cómo hace actualmente en Cisjordania ocupada e igual que hizo en la misma Franja durante décadas en el pasado.

Con todo, una de las mayores preocupaciones ante la emergencia actual es la creciente falta de agua potable, un bien esencial que en Gaza escaseaba ya mucho antes de la guerra. Por un lado, el apagón que Israel volvió a imponer hace poco más de dos semanas, cuando cortó el suministro eléctrico a Gaza y puso en jaque el funcionamiento de la planta desalinizadora de Deir Balah, la más grande de la Franja y activa durante la guerra.

“En noviembre de 2024, Israel reconectó la planta desalinizadora del sur de Gaza a su red eléctrica. Esto permitió producir 18.000 metros cúbicos de agua potable al día”, pero tras el reciente corte de conexión eléctrica sólo puede suministrar en torno a 2.500 metros cúbicos de agua diarios, indica en un reciente informe el grupo palestino para los derechos humanos Al Haq. Según alega, este es un elemento más que forma parte de una larga lista de “actos genocidas” de Israel en Gaza: “La negación sistemática de agua” o “la destrucción de las instalaciones hídricas son herramientas del genocidio de Israel contra el pueblo palestina”, dice Al Haq.

“Muchas zonas de la ciudad están sin agua”, a lo que se suma la falta de diésel o gasolina para coches y transportes, lo que limita aún más la distribución de bienes, según Muhammad

Las restricciones eléctricas en la planta de Deir Balah dedicada a la desalinización —instrumento principal en Gaza para obtener cantidades importantes de agua para beber— ponen en riesgo a 600.000 personas de zonas circundantes “que recuperaron el acceso al agua potable” y “están de nuevo sin suministro”, según la ONU.

En la ciudad de Gaza, cuenta Muhammad, muchos de sus actuales vecinos obtienen agua de los pozos del área, en medio de la destrucción general de edificios residenciales e infraestructura civil que les obligó a recurrir a agua del subsuelo que no está tratada y puede estar muy salinizada o contaminada. Sin embargo, muchos de estos pozos están parados “por la falta de combustible parar hacer funcionar los generadores con los que extraer el agua”. Ante ello, “muchas zonas de la ciudad están sin agua”, a lo que se suma la falta de diésel o gasolina para coches y transportes, lo que limita aún más la distribución de bienes, según Muhammad.

De acuerdo con datos de Unicef, la grave escasez de agua en Gaza hace que actualmente “sólo una de cada diez personas tenga acceso a agua potable”. Por su parte, según la oficina de medios del Gobierno de Gaza, el actual bloqueo de Israel “impide la entrada diaria de 600 camiones con ayuda humanitaria y 50 camiones con combustible” en Gaza, lo que tiene también graves afectaciones en el sector sanitario, ya que los hospitales dependen en gran medida del acceso de combustible para hacer funcionar sus generadores.

Asimismo, el Gobierno gazatí remarca que la situación actual ha llevado de nuevo a “una desnutrición general” entre la población, sobre todo entre los niños, mientras que decenas de hornos y panaderías han tenido que cerrar por el agotamiento casi total de la harina. A ello se suma el impedimento de acceso de material médico y medicamentos, claves para llevar a cabo tratamientos de base en los centros hospitalarios, mientras que hay temor de que las ambulancias y los vehículos de equipos de rescate se queden sin gasolina para circular.

“La situación es difícil y aterradora. Todos los aspectos de nuestra vida están paralizados”, lamenta este vecino de Gaza, sin trabajo desde el inicio de la guerra, y asustado por la fuerte intensidad de la nueva ofensiva israelí que llevó a la población gazatí de vuelta ante una pesadilla que esperaban haber dejado atrás.

Palestina
Hamdan Ballal, codirector de ‘No other land’, agredido por colonos israelíes
Según los testigos que presenciaron el ataque, el cineasta está herido. Poco antes de las 14h el codirector de la cinta ha anunciado que Ballal ha sido puesto en libertad.
Cargando valoraciones...
Ver comentarios 1
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Cargando relacionadas...

CRTVG - Corporación Radio y Televisión de Galicia
A Xunta do PP remata o seu plan de control sobre a CRTVG tras escoller á súa nova directora en solitario
A xornalista Concepción Pombo substituirá, co único aval do Partido Popular, a Alfonso Sánchez Izquierdo. O Goberno de Alfonso Rueda modificou a lei de medios para que os votos do seu partido fosen suficientes para elixila.
Altri
A Plataforma Ulloa Viva cambia a súa directiva para os vindeiros anos de loita contra Altri
A veciñanza da comarca máis afectada escolleu entre dúas listas logo de non chegar a un consenso. A gañadora tratará de ampliar a súa base de socias e socios por toda Galiza e abrirá máis as portas ás grandes organizacións do país, como a CIG.
El Salto n.79
A celulosa ou a vida: xornalismo situado e loita social para frear un ecocidio
O xoves 17 de xullo esperámosvos no CS 'A Nubeira' de Vigo para presentar o último número da revista El Salto xunto a algunhas das súas principais protagonistas: as que loitan contra o macroproxecto de celulosa liderado por Altri e avalado pola Xunta.
AGANTRO
O desprazamento forzoso en Chiapas: metáfora da vida núa
Conversamos coa investigadora América Navarro sobre o desprazamento forzoso en Chiapas.
Altri
Galiza elixe o rumbo da loita contra Altri nas eleccións á directiva da plataforma Ulloa Viva
A veciñanza da comarca máis afectada presenta dúas listas separadas logo de non chegar a unha proposta de consenso. Por unha banda, concorre unha candidatura continuísta e, pola outra, unha alternativa que se achega máis o nacionalismo institucional.

Últimas

O Salto medra contigo
O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar Altri
Queremos investigar os responsables políticos e empresarias do que podería ser o maior atentado ambiental da historia recente de Galiza.
Orgullo
O Orgullo Crítico enche de diversidade e de humanismo Galiza: “Transfeministas con Palestina”
Crónica visual de como unha enorme multitude encheu de diversidade o centro da cidade de Vigo.
O Teleclube
'O Teleclube' alucina no deserto con Óliver Laxe e 'Sirat'
Laxe leva o seu cuarto premio de Cannes, esta vez en competitición, polo seu novo filme que explosiona na gran pantalla.
A Catapulta
O tempo, o espazo e a poesía de Estíbaliz Espinosa
A poeta visita A Catapulta para conversar sobre o seu traballo e a súa traxectoria literaria
O Teleclube
'O Teleclube' pecha a temporada cos supervivintes de '28 anos despois'
Danny Boyle e Alex Garland volven ao mundo dos infectados que inspirou o renacemento dos 'zombis'.

Recomendadas

Medio rural
A esperanza da xestión colectiva fronte ao espolio: os comuneiros de Tameiga contra o Celta
Mentres varios proxectos industriais tentan privatizar e destruír os ecosistemas galegos, algúns grupos de veciños e veciñas organizadas fan oposición social construíndo alternativas comunitarias. Ás veces, tamén gañan ao xigante.
Feminismos
Dous anos sen reparación tras sufrir lesbofobia nun Rexistro Civil de Pontevedra cando ían inscribir a seu fillo
Un funcionario negouse a inscribir ao fillo de Antía e a súa parella. Un erro de redacción na lei trans está detrás dos argumentos que o funcionario esgrime para defender a súa actuación.
Migración
A veciñanza mobilízase para acoller migrantes tras o peche de centros de Rescate Internacional en Galiza
Tras o progresivo desmantelamento de varios dispositivos de acollida, moitos refuxiados foron trasladados a outros puntos do Estado sen aviso previo. Outros son simplemente desaloxados trala denegación da súa solicitude de asilo.
Ourense
Ourense organízase para loitar contra patrullas de extrema dereita nos barrios máis empobrecidos da cidade
A veciñanza e os movementos sociais responden ao discurso do medo promovido por Frente Obrero e sinalan a súa estratexia de criminalizar a pobreza e sementar odio en contextos de exclusión e abandono institucional.
Comentarios 1

Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.

Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!

Cargando comentarios...