Laboral
ITP Aero, un ERE sin ERTE antes de poner a la venta la filial vasca de Rolls-Royce

“Apártate que llegan”, aconseja una mujer a esta periodista cuando se acercan los dos coches y las dos furgonetas de antidisturbios de la Ertzaintza que custodian los dos autobuses que traen a la plant de Sestao a los trabajadores que no están en huelga de la empresa aeronáutica ITP Aero —cargos intermedios y administrativos en su mayoría—. “Nos tratan como a delincuentes”, añade. Cada mañana, los antidisturbios no dudan en sacar sus porras y estamparlas contra los trabajadores del taller en huelga para facilitar la entrada de los autobuses, identificar a los huelguistas y amenazar su derecho de protesta. Esta mañana, en la planta de Barakaldo, los agentes antidisturbios han fracturado el tabique nasal del secretario general de la sección de industria CC OO Euskadi, Javier Gómez, el cual había acudido al centro para mostrar su apoyo a los trabajadores. La violencia fue el motivo que alegó el Gobierno vasco para cancelar a última hora la reunión con tenía prevista el comité de empresa el pasado viernes con la Agencia Vasca de Desarrollo Empresarial, aunque es la Ertzaintza quien la ejerce y “de manera desproporcionada”, destacan los sindicatos. Hoy, primero de febrero, se hace efectivo el ERE por el cual que han sido despedidas un total de 83 personas —del taller— de una plantilla de 505 trabajadoras.
Desde que en 2017 la compañía multinacional Rolls-Royce compró por 720 millones la empresa vasca aeronáutica ITP hubo cambios en la dirección, que es la que ha ejecutado el ERE. Asimismo, Rolls-Royce ha anunciado que en 2021 planea vender su filial vasca ITP Aero. “Es un escándalo que para realizar este tipo de maniobras mercantiles la moneda de cambio volvamos a ser las trabajadoras”, afirma el comité de empresa.
“Es un escándalo que para realizar este tipo de maniobras mercantiles la moneda de cambio volvamos a ser las trabajadoras”, afirma el comité de empresa
Juan Cortadi tiene 50 años y llevaba 20 trabajando en ITP Aero, desde que abrió la planta de Sestao. Conoce todos sus recovecos y secretos, es puntual y goza de buena salud, pero cobraba un buen sueldo. Es lo que tiene el saber hacer y la antigüedad. Junto con otros 82 compañeros, Cortadi recibió en su cuenta bancaria hace 15 días el ingreso del finiquito y, dos días después, un burofax anunciándole su despido. “Me siento como si me hubieran echado de mi propia casa”, explica.
Parece triste y desubicado. Otros compañeros gritan por él cuando entran los autobuses: “sinvergüenzas”, “ratas”, “esquiroles”. Los antidisturbios desenfundan sus porras.
“Nuestra opción siempre ha sido el diálogo y la flexibilización”, sostiene el presidente del comité de empresa, Ángel Rodríguez, de Comisiones Obreras. Propusieron a la dirección un ERTE para 2021 y 2022, pero no hubo diálogo ni negociación. La dirección no contempló esa posibilidad, que incluso propone el informe realizado por la Autoridad Laboral: “Define la crisis provocada por el covid como excepcional y coyuntural, por lo que las causas que alega la dirección de la empresa en el ERE no se pueden entender como justificadas para la extinción del contrato ni el despido, así que la Autoridad Laboral propone afrontar la viabilidad de la empresa con un ERTE”, resume Rodríguez.

ITP Aero ha seguido contratando a personal en diciembre —trabajadores con menos antigüedad, categoría y sueldo—, mientras terminaba un ERE de 83 personas en el que no ha habido negociación
Unai Guebara lleva trabajando en ITP Aero 19 años, “cuando la planta aún estaba sin montar”, recuerda. “Nos echan a la calle porque en tiempos de covid es más fácil deshacerse de la gente. No es el trabajo ni la carga de trabajo, el covid es una excusa para gastarse menos dinero”, asegura. “Con 46 años que tengo y en pandemia, no es fácil encontrar trabajo, sencillamente es imposible”, alerta.
Desde el comité afean la actitud de la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco, Arantxa Tapia. “¿Dónde está el derecho al trabajo de estas 83 familias? ¿La consejera va a seguir posicionándose en favor de una patronal que destruye empleo cuando existen alternativas para garantizarlo?”. Y critican duramente el dispositivo policial desplegado por la Consejería de Interior “para evitar que los huelguistas podamos realizar nuestro trabajo informativo y de protesta”.
Itziar Tabares lleva ocho años en ITP. Se rompió el menisco y estuvo cuatro meses de baja tras la operación y tres antes de ella. Tiene muy claro que le han echado por la baja. “Al volver parece que ya no contaban conmigo. Antes valoraban que fueras una trabajadora polivalente“, en lenguaje de la empresa, “ya que podía desempeñar varias funciones y formar a los trabajadores recién llegados. Sin embargo, parece que ahora eso no importa y la baja es la excusa”.
Iván Río recuerda que en diciembre se han realizado nuevas contrataciones. Guebara añade que él ha formado a diez soldadores a lo largo de estos años. Los nuevos trabajadores, con menor antigüedad y categoría más baja, se quedan. Ellos se van sin siquiera contar con el respaldo de un Gobierno vasco que les ha dado plantón.
Relacionadas
Ourense
As embarazadas de Ourense esixen dar a luz con seguridade mentres a Xunta manobra para trasladar o paridoiro
Danza
Todo o que podería ser o xénero e como desfacelo dende o escenario
CRTVG - Corporación Radio y Televisión de Galicia
A Xunta do PP remata o seu plan de control sobre a CRTVG tras escoller á súa nova directora en solitario
Altri
A Plataforma Ulloa Viva cambia a súa directiva para os vindeiros anos de loita contra Altri
AGANTRO
O desprazamento forzoso en Chiapas: metáfora da vida núa
Últimas
Altri
Galiza elixe o rumbo da loita contra Altri nas eleccións á directiva da plataforma Ulloa Viva
El Salto n.79
Galicia dice 'no' al capitalismo verde y en el último número de la Revista El Salto te lo contamos
O Teleclube
'O Teleclube' alucina no deserto con Óliver Laxe e 'Sirat'
A Catapulta
O tempo, o espazo e a poesía de Estíbaliz Espinosa
Orgullo
O Orgullo Crítico enche de diversidade e de humanismo Galiza: “Transfeministas con Palestina”
Recomendadas
Medio rural
A esperanza da xestión colectiva fronte ao espolio: os comuneiros de Tameiga contra o Celta
Feminismos
Dous anos sen reparación tras sufrir lesbofobia nun Rexistro Civil de Pontevedra cando ían inscribir a seu fillo
Migración
A veciñanza mobilízase para acoller migrantes tras o peche de centros de Rescate Internacional en Galiza
Ourense
Ourense organízase para loitar contra patrullas de extrema dereita nos barrios máis empobrecidos da cidade
Para comentar en este artículo tienes que estar registrado. Si ya tienes una cuenta, inicia sesión. Si todavía no la tienes, puedes crear una aquí en dos minutos sin coste ni números de cuenta.
Si eres socio/a puedes comentar sin moderación previa y valorar comentarios. El resto de comentarios son moderados y aprobados por la Redacción de El Salto. Para comentar sin moderación, ¡suscríbete!