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Ocupación israelí
Israel ataca Yenín y obliga a cientos de familias a abandonar sus hogares
Una columna de mujeres, niños y hombres camina por una carretera, dejan atrás sus hogares en el campo de refugiados de Yenín, en el norte de Cisjordania. Son muchos y no llevan nada. Durante el lunes 3 de julio el ejército israelí ha atacado por tierra y aire el lugar donde viven, incluso mientras intentan ponerse a salvo, soldados israelíes les lanzan botes de gas.
La imagen del éxodo, que podría afectar hasta a 1.400 personas, evoca exilios más antiguos, circulan por las redes sociales comparaciones con la Nakba y el desplazamiento forzoso de la población palestina autóctona en el 48. La indignación se ha extendido en las últimas horas tras lo que se percibe como el último episodio de la espiral colonial que se ha recrudecido en Palestina en los últimos meses y que ayer dejó nueve palestinos muertos, ocho eran jóvenes del campo de Yenín, el noveno un hombre al que los soldados dispararon en Ramallah.
Nakba continues, Jenin this night, Palestine pic.twitter.com/tKeZnbZTtS
— Muhammad Smiry 🇵🇸 (@MuhammadSmiry) July 3, 2023
Es la segunda vez que Israel ataca Yenín en solo dos semanas. En el campo de refugiados viven algo más de 16.000 personas según la UNRWA en menos de medio kilómetro cuadrado, siendo el tercer campo en tamaño y el sexto en términos de habitantes en Cisjordania. Una superficie con una alta densidad de población expuesta a la ofensiva israelí.
Hacía 20 años que Yenín no sufría una invasión por tierra similar, las imágenes de ayer recuerdan las de 2002, cuando la llamada batalla de Yenín, en los años de la Segunda Intifada. En abril de aquel año, la invasión del campo de refugiados, bajo el argumento que desde allí se planificaban ataques terroristas, dejo casi medio millar de palestinos muertos, según un informe de la Autoridad Palestina —Naciones Unidas no consideró válido este informe y cifró las muertes en 54 sin llegar a visitar el terreno.
Es la segunda vez que Israel ataca Yenín en solo dos semanas, en el campo de refugiados viven algo más de 16.000 personas según la UNRWA, una superficie con una alta densidad de población expuesta a la ofensiva israelí
Una vez más, Israel justifica su invasión como una operación militar contra el terrorismo, los ocho jóvenes asesinados por su ejército serían según sus fuentes milicianos. Palestinos que contestan con las armas, pertenecientes a un pueblo ocupado que no cuenta con un ejército regular para defenderse. Desde Yenín se reivindica la memoria de quienes son despedidos como mártires en un 2023 en el que los ataques militares, los bombardeos y las ofensivas impunes de colonos han acabado con la vida de al menos 150 palestinos.
“Se utilizaron ataques aéreos en un campamento de refugiados densamente poblado. Varios muertos y heridos de gravedad”, ha denunciado en Twitter la Coordinadora humanitaria de la ONU para los territorios palestinos, Lynn Hastings, mientras el enviado especial de la ONU para el proceso de paz en Oriente Medio, Tor Wennesland, llamaba a la protección de la población civil palestina ante lo que definió como “una escalada” en Cisjordania “peligrosa”. El organismo lleva años señalando las políticas de castigo colectivo que Israel ejecuta sobre la población palestina como injustas, representando una patente vulneración de los derechos humanos.
Palestina
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El gobierno ultraderechista ha hecho, sin embargo, de esta violencia recurrente uno de sus principales activos. Los bombardeos de mayo contra Gaza, la violencia un año más en la Mezquita de Al Aqsa, los ataques contra palestinos en Jerusalén, generan más apoyo que denuncia en una sociedad virada a posiciones de derecha y nacionalista. La respuesta de la propia sociedad civil israelí que protagonizó una marcha masiva el pasado enero para demandar al gobierno que abandonara la política de mano dura con el pueblo palestino no ha tenido efectos en la línea de acción del gobierno de Netanyahu.