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Sanidad pública
Una semana del cierre de la UCI pediátrica de La Paz: “Corren peligro trasplantes a nivel nacional”
El Hospital Infantil de La Paz ofrece asistencia sanitaria de referencia a niños y niñas de toda España. Es el único hospital madrileño que realiza todo tipo de trasplantes pediátricos, además de ser centro de referencia nacional (CSUR) para patologías complejas. En el se realizan intervenciones tan delicadas como los trasplantas cardiacos o los trasplantes multiorgánicos. Desde hace una semana toda esa actividad, que daba servicio a pacientes de toda España, está paralizada. Todo está patas arriba desde que la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) pediátrica apagara sus luces el pasado miércoles 17 de enero, después de que una decisión judicial obligará a que el jefe de servicio, Pedro de la Oliva, fuera readmitido. De la Oliva fue denunciado por acoso por médicos adjuntos de la plantilla en 2020. Tras un largo proceso judicial, en el que el jefe de servicio fue apartado del puesto hasta en dos ocasiones por la gerencia del hospital, volvía a su puesto en septiembre. Al mismo tiempo, la plantilla médica se ha ido dando de baja escalonadamente hasta ya no quedar ningún profesional en plantilla.
Desde que se conoció la noticia, los profesionales de baja han recibido un apoyo “unánime” de toda la plantilla de este gran hospital madrileño. Las concentraciones en su puerta, para pedir que la unidad no desaparezca, se han convertido en habituales. Esta tarde de miércoles, una numerosa protesta, con presencia de personal de todas las categorías, asociaciones vecinales y familiares de niños y niñas que han hecho uso de esa UCI, vestía las puertas del centro.
“Estamos llegando a un punto de colapso. Por culpa de una persona se ha cerrado una unidad; una unidad muy necesaria no solo en Madrid sino a nivel de España”
“Todas las enfermeras, las TCAE, los médicos de otras unidades... todos estamos con ellos“, resume una enfermera que trabajaba en la UCI pediátrica a El Salto, mientras indica que prefiere mantener su anonimato. Explica que desde que De la Oliva se reincorporó al puesto la incertidumbre se apoderó de la unidad. Hasta que llegó el cierre. “Estamos llegando a un punto de colapso. Por culpa de una persona se ha cerrado una unidad; una unidad muy necesaria no solo en Madrid sino a nivel de España”, explica.
Además de trasplantes, el hospital atiende a pacientes oncológicos que llegan de todas las comunidades, incluso desde Portugal con quien hay un programa de colaboración. Hoy, aseguran las trabajadoras, hay terapias punteras en oncología que no se están pudiendo realizar, así como programas de atención al paciente politraumatizado y código ictus. “Ya se están rechazando ingresos, el SUMMA 112 ya no deriva pacientes a esta UCI, se deriva a otros hospitales y desde la Urgencia se rechazan ingresos. También se rechazan traslados de otras comunidades”, explica esta trabajadora.
Sin espacio en la REA
En La Paz existen dos espacios para pacientes críticos pediátricos: la UCI cerrada, que contaba con 20 camas y la Unidad de Reanimación, conocida como REA, que cuenta con nueve. Los cuatro pacientes que estaban en la unidad que cerró fueron traslados hacia la REA, una unidad que se utiliza para pacientes que tras una intervención necesitan cuidados intensivos como respiración mecánica. Hoy esta unidad está colapsada.
Sanidad pública
Sanidad Pública Cierra la UCI pediátrica de La Paz tras la baja de todos los médicos después de la readmisión de un superior
Jesús de Vicente, médico anestesista en La Paz y delegado del sindicato AMYTS, explica que se están retrasando cirugías que después necesitan cuidados muy específicos de intubación, ventilación mecánica o sedación, porque la REA está colapsada con los pacientes procedentes de la UCI pediátrica.
“Se están desprogramando cirugías graves porque no pueden tener un postoperatorio. Las camas se están reservando solo para cirugías oncológicas, cirugías que no se pueden retrasar”
De Vicente habla con El Salto después de salir de quirófano y visitar la REA. “Se están desprogramando cirugías graves porque no pueden tener un postoperatorio. Las camas se están reservando solo para cirugías oncológicas, cirugías que no se pueden retrasar. El resto se está retrasando y también las de la próxima semana”, relata.
Desde su sindicato, AMYTS, piden un acercamiento entre las partes para que pongan de su parte para intentar solucionar la situación que perjudica a los niños y niñas. El pasado jueves, La Junta de Personal del Hospital La Paz registró un escrito en el que pide “una solución inmediata al conflicto de la UCI Pediátrica que ha generado el cierre de la unidad”. Remarcó su apoyo “a todo el personal del servicio” y solicitó “a la Consejería de Sanidad una actuación inmediata para la resolución de esta situación lo antes posible”.
Hace una semana, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, manifestaba que su Gobierno está “poniendo todos los recursos que tenemos a nuestro alcance para garantizar la actividad” de la UCI pediátrica. Desde el sindicato Trabajadores en Red, que opera en este hospital, consideran que el proceso legal debe respetarse “pero que al margen de respetar los derechos del jefe de servicio, la Comunidad de Madrid ya debería haber tomado medidas organizativas para hacer que esas camas y esa unidad vuelvan a funcionar”. Apuntan una idea como posible solución: “crear administrativamente una nueva unidad en la que sí quieran trabajar intensivistas pediátricos y que asuma las camas que ahora mismo están vacías”.
Mientras tanto, nada sigue igual en el hospital. “Al paciente pediátrico que pesa más de 40 kilos se le está derivando a la unidad de adultos. Al final, el cierre de esta unidad repercute en todo el hospital”, asegura la enfermera de la UCI, quien más allá del atolladero jurídico, alerta de las consecuencias del fin de un servicio prioritario a escala nacional.