We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Tortura
Un tribunal alemán deja en libertad a la mano derecha del “monstruo” de Colonia Dignidad
Un tribunal de Düsseldorf asegura que la sentencia que condena al médico de la secta Colonia Dignidad, Harmut Hopp, a cinco años de cárcel en Chile no puede aplicarse en suelo alemán.
La Corte Suprema Regional de Düsseldorf ha emitido hoy, 25 de septiembre, una sentencia en el caso del médico de la secta Colonia Dignidad, Harmut Hopp, por la cual le libera de la condena a cinco años emitida en Chile por complicidad en 16 casos de abusos a menores. El tribunal alemán considera que los hechos por los cuales se condenó a Hopp en Chile no suponen delito en suelo alemán, de ahí que no se pueda encarcelar a Hopp para cumplir la sentencia en Alemania, tal como había solicitado la justicia chilena en 2014 después de que se comprobase que no podía ser extraditado por poseer la nacionalidad alemana.
En 2011 Hopp fue condenado en Chile por su implicación en los casos de abusos a menores que tuvieron lugar en el seno de la secta Colonia Dignidad. A Hopp se le considera la mano derecha del líder de la misma, Paul Schäfer. Este último falleció en 2010 en prisión después de haber sido condenado en 2006 a 20 años de cárcel por la creación de la secta y por los abusos sexuales.
El Tribunal de Düsseldorf considera que las evidencias presentadas en el juicio en Chile no serían suficientes para condenarlo en Alemania, que no hay indicios de que Hopp hubiera ayudado a Schäfer a llevar a cabo los abusos. En este sentido, la corte no cree suficiente indicio que Hopp formara parte de la directiva de la secta y que fundase el internado ni que el comportamiento de Hopp facilitase a Schäfer abusar de los menores.
Poco después de conocerse la sentencia y antes de que ésta fuera firme, Hopp huyó a Alemania, donde en agosto de 2017 un tribunal de la ciudad de Krefeld volvió a condenarle por los hechos. Su abogado recurrió la sentencia y ahora la sala de Düsseldorf lo ha dejado en libertad en una decisión que no podrá ser recurrida.
El infierno de Schäfer
La secta Colonia Dignidad, fundada en los 60 por el militar de rango medio del ejército nazi Paul Schäfer fue el infierno en la tierra para cientos de personas durante décadas. En una finca de 16.000 hectáreas situada a unas cinco horas en coche de la capital, en medio del campo, un grupo de alemanes se mudó al lugar, que pronto se convirtió en una granja-cárcel rodeada de alambre de espino y vigilada por guardias.
En su interior se abusó de menores alemanes y chilenos, a quienes además se drogaba con medicamentos y se les obligaba a trabajar a partir de los seis años. Los habitantes de la secta fueron sometidos a trabajo forzado, palizas, electroshocks, así como a un control absoluto, según se pudo conocer a través de testimonios de las víctimas después de que en 1996 el líder de la secta huyese a Argentina. A todo ello se suma además, el robo económico de las personas que estaban encerradas y los chantajes a sus familias.
Paul Schäfer tenía al parecer relación muy estrecha con el dictador chileno Augusto Pinochet y con su jefe de los servicios secretos. Durante la dictadura, desde 1973 a 1989, cientos de presos políticos fueron torturados y decenas de ellos murieron en su interior. La embajada alemana en Santiago de Chile durante ese periodo no se habría ocupado de las víctimas, según informaba el medio público de Alemania para el exterior, Deutsche Welle.
Es por ello que el parlamento alemán en conjunto con el chileno aprobó llevar a cabo un trabajo de memoria histórica sobre la secta y el rol de la diplomacia alemana en 2017. Por otro lado, las víctimas que regresaron a Alemania aún no han recibido compensaciones, por lo que se ha planeado crear un fondo económico para los afectados. Sin embargo, tanto éstos como sus abogados consideran que llega muy tarde.
En una respuesta parlamentaria a una consulta de Die Linke en 2016, el gobierno alemán declaraba que los servicios secretos alemanes sabían ya en 1966 que en Colonia Dignidad se daban unas circunstancias “similares a las de un campo de concentración”, sin embargo, las autoridades alemanas no hicieron nada. La sentencia que hoy ha emitido el tribunal alemán por la que deja en libertad a Hopp hará que víctimas y verdugos sigan viviendo en el mismo pueblo, ya que en Krefeld, donde reside Hopp, viven asimismo refugiados que fueron torturados en la secta.