We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Vacunas
Erasmus se queda sin vacuna
Alrededor del año 1500 el humanista holandés Erasmo de Róterdam publicó 800 proverbios, recogidos de las obras de los autores clásicos. Uno de ellos dice “más vale prevenir que curar”. Con los estudiantes, ahora, parece que la prevención es lo de menos. A los estudiantes vascos que harán movilidad universitaria, Erasmus u otro programa similar, no les quieren adelantar la vacunación, lo que derivará en problemas económicos, educativos y de salud mental, según exponen. En otros territorios, en cambio, ya han sido vacunados o están a la espera. “En el estudio no existe la saciedad”, decía también Erasmo.
Iraia estudia Publicidad y Relaciones Públicas. Vive en Bilbao, pero el próximo semestre lo pasará en Seúl (Corea del Sur), a 9.669 kilómetros de su casa. A 15 horas y 40 minutos, sin escalas, en avión. “Estoy muy preocupada”, dice Iraia. En Seúl le exigen PCR negativa de entrada (entre 90 y 180 euros en España), alojamiento en hotel certificado por el Gobierno surcoreano para la estancia preventiva y PCR negativa tras la cuarentena de 14 días. “En total, unos 1.500 euros por entrar en Seúl sin vacunarme”, se queja Iraia. Como ella cientos de estudiantes universitarios realizarán algún tipo de programa de movilidad por la Unión Europea (Programa Erasmus), por EE. UU, Canadá, Filipinas, Japón o Kazajistán (Programa Otros Destinos) o por Argentina, Brasil, Chile, Bolivia o Uruguay (Programa UPV/EHU-AL).
Iraia recibirá la beca del Gobierno Vasco para la movilidad universitaria fuera de la Unión Europea. Unos 300 euros al mes. Pasará cinco meses fuera, por lo tanto, recibirá alrededor de 1.500 euros. Si descuenta los gastos de entrada, sin vacunar, se quedaría o en negativo o con unos pocos euros para el resto de los meses. “He recibido tres vacunas de otros tipos para entrar en Seúl, parece que la del covid no va a llegar”, apunta perdiendo toda la seriedad por un momento la estudiante.
Las iniciativas
Hace unos meses, Izar Lizarralde, estudiante de Periodismo también en la UPV/EHU, creó un grupo de WhatsApp donde más de 300 estudiantes reconocen estar preocupados con el inicio del curso escolar fuera de Euskadi y del Estado español por la falta de la pauta de vacunación contra el covid-19. Así, agrupados, pensó Izar, podrían, conjuntamente, comunicarse más fácil con la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y con Osakidetza, el Servicio Vasco de Salud. También se sumaron a su iniciativa casi 300 nombres en una recogida de firmas que hicieron llegar a la propia Universidad. “Nos corría mucha prisa, queríamos ejercer presión desde nuestro lugar”, explica la estudiante que dio el primer paso.
Esta iniciativa, explica, nace tras ver varias informaciones en las que otras universidades de ciudades como Oviedo se habían puesto en contacto con los futuros alumnos que harán viajes y estancias de estudios para iniciar los procesos de vacunación. “La mayoría del alumnado universitario que realizará Erasmus u otras estancias saldrán en julio y agosto hacia sus destinos”, apunta Izar. “Queda poco tiempo…”, añade.
Mientras en Oviedo o Granada vacunarán al alumnado Erasmus, en Euskadi la UPV/EHU insta a empezar el curso de forma online
Andalucía, por ejemplo, hizo un listado de hasta 11.000 alumnos. En Granada ya han sido vacunados al menos 700 universitarios que se beneficiarán de las becas Erasmus. El Servicio Andaluz de Salud (SAS) también ha empezado a citar a los residentes en Sevilla, que además recibirán la vacuna de una sola inyección, Janssen. Pero quizá los más previsores fueron los de la Universidad de Oviedo, que gestionaron la vacunación del alumnado Erasmus a finales de mayo. Sin embargo, la preocupación se palpa en varios focos en todo el territorio, según Izar: “Hemos visto que nuestro malestar estaba compartido con otras universidades de Andalucía, Castilla-La Mancha o Castilla y León, como es el caso de la Universidad de Salamanca”.
Julia es de Hondarribia, pero estudiará en México. Allí usan un semáforo para medir el pulso a la pandemia y ahora está en naranja. Eso indica que Julia se trasladará a México a estudiar de forma online. Los vacunados, sin embargo, en caso de acudir presencialmente, tienen menos restricciones. “Estudiantes de otras comunidades que van al mismo lugar que yo están vacunados o esperando la vacuna. En Euskadi somos los únicos sin la intención de vacunarnos”, señala Julia.
“Rectora, si yo hago Erasmus online, haga usted cibervacaciones este verano”, se leía como lema en la concentración de los estudiantes
En última instancia, y como grito desesperado, los universitarios preocupados por la situación, muy intranquilos, convocaron una concentración en los tres territorios vascos el pasado domingo 27 de junio. Frente al Ayuntamiento donostiarra, en los Jardines de Albia de Bilbao y en la Plaza de la Virgen Blanca, en Vitoria-Gasteiz. No puede calificarse de éxito, pero, aún pasados por agua, varios estudiantes se congregaron para responder a los medios de comunicación bajo lemas como “Rectora, si yo hago Erasmus online, haga usted cibervacaciones este verano”.
Las propuestas
Cientos de llamadas cruzadas con Osakidetza y la UPV/EHU han caído en saco roto: ni una sola respuesta. “Gotzone Sagardui [consejera de Salud del Gobierno vasco] nos dijo que seguirán los plazos previstos desde el inicio”, comenta Izar. No hay capacidad de adaptación, esa es la denuncia: “Deberían tomar en cuenta, sobre todo en este momento avanzado, las circunstancias personales”. Izar Lizarralde apuntaba que en el plan de vacunación no ha habido capacidad de respuesta. Ni con las cajeras de supermercados o limpiadoras hace unos meses, ni con los estudiantes ahora.
“Mi familia no tiene un duro, no podría permitirme el regreso para vacunarme”, expone una estudiante de Periodismo
Por su parte, la rectora de la UPV/EHU, Eva Ferreira, propone que esperen en Euskadi a ser vacunados para salir al destino “cuando ya tengan la vacuna”. Es decir, Ferreira apuesta por la pérdida de al menos un mes de clase o el seguimiento online del curso desde casa. Hacer Erasmus desde casa no era lo acordado, señalan los estudiantes. “Si nos van a vacunar en un mes, ¿por qué no adelantar la vacunación de menos de un millar de personas?”, cuestiona Izar. “Vacunar a menos de mil personas ahora ahorraría muchísimo tiempo y dinero después. Y todos ganaríamos en tranquilidad”, apunta, en la misma dirección, Iraia.
En los últimos días, Eva Ferreira ha comparecido en los medios de comunicación para anunciar que se está estudiando sufragar parte de los gastos derivados de una posible vuelta a casa para la inoculación: “Intentamos cuidar a la gente que por falta de recursos no puede realizar estancias”. Pero lo estudiantes creen que es una medida que se ha puesto sobre la mesa tarde y que llegará mal. “¿Cuánto cubrirá? ¿Un 10 o un 20% del coste del vuelo? Nos conocemos este tipo de promesas…”, expone, incrédula, Izar Lizarralde.
Bolsillo y salud mental
Nerea es bilbaína, pero estudia en el Campus de la Universidad del País Vasco de Donostia. En agosto se va también a Seúl. Introduce un elemento más: la salud mental: “Claustrofobia y agobio durante 14 días pagando una burrada de dinero. Estar encerrado tantos días en un lugar de un país lejano supone un esfuerzo mental duro”
Además de coordinar el malestar estudiantil, Izar trata de lidiar con la tristeza y la impotencia personal. Su destino es Utrecht (Países Bajos). Unos 1.300 kilómetros le separarán de su familia. Es su tercer intento, los dos anteriores fueron cancelados por la coyuntura pandémica. “Volver a nuestro país a vacunarnos supondría un gasto enorme. Muchísimas alumnas que como yo estamos trabajando para tener la posibilidad de viajar y estudiar no podríamos costear esa vuelta”, explica Izar. “Mi familia no tiene un duro”, apostilla. Y sigue: “No me podría permitir el regreso”. En el mejor de los casos un pinchazo de Janssen sería un vuelo de ida y vuelta. En el peor, dos dosis significaría cuatro viajes en un corto espacio de tiempo