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Arte
La artivista chilena Gabriela Rivera presenta Maternajes Transfronterizos
Afincada con su familia en el mundo rural castellonense, en concreto en el pueblo de Cinctorres, Gabriela Rivera Lucero es artista visual y fotógrafa chilena, activista feminista y madre migrante. Doctoranda en Arte por la Universidad Politécnica de València, ha desarrollado proyectos artísticos desde un enfoque crítico, descolonial y autobiográfico, investigando entre otros temas sobre feminismos, cuidados, migración, violencia y duelo.
Participa y es cofundadora de diversas organizaciones de artes, fotografía y activismo como la Escuela de Arte feminista en su natal Chile y la asociación Almáciga del País Valencià. Su obra ha sido publicada y exhibida en galerías y museos de Chile, Argentina, Brasil, Canadá y España. “Mi trabajo se desarrolla en los cruces de la fotografía, la performance y el imaginario del oficio de la costura”, explica para El Salto, Gabriela Rivera.
Del 20 de abril al 6 de mayo se podrá visitar la exposición de su último trabajo Maternajes Transfronterizos en la Fundación La Posta. En esta propuesta la artista investiga en torno a la maternidad, crianza y cuidados, desde una perspectiva feminista, descolonial y situada, tomando como punto de inicio su propia experiencia como madre artista y mujer migrante originaria de Chile. Se trata de un proyecto fotográfico experimental, de carácter inédito. “Me propuse retratar a diversas madres o cuidadoras migrantes provenientes del sur global que habitan en el medio rural del País Valencià, mediante el uso de técnicas fotográficas analógicas experimentales, las que a modo de ritual, se activan con objetos orgánicos significantes para cada persona retratada”.
“Mi trabajo se desarrolla en los cruces de la fotografía, la performance y el imaginario del oficio de la costura”, explica para El Salto, Gabriela Rivera
Los trabajos de Gabriela son remojados por ejemplo, con vino, flores de malva, gordolobo, poleo menta o moras. También utiliza pétalos de flores como rosa canina, salvia, y hasta cenizas y té marroquí. “Busco proponer desde la identidad de las madres o cuidadoras fotografiadas. Visibilizar sus experiencias para reflexionar acerca de las complejidades, las resistencias y la acogida durante los procesos migratorios. También quiero resaltar las contradicciones en las relaciones norte-sur, y las asimetrías simbólicas que ello conlleva para transitar desde lo íntimo a la sociedad rural”.
Para lograr sus objetivos, Rivera generó espacios fotográficos seguros “por ejemplo, el lugar en que se abordaron experiencias de crianza, reforzado mediante una serie de preguntas motivadoras. La invitación a trabajar con objetos de memoria personal, para posteriormente revelar las fotografías con materiales orgánicos con los que cada cuidadora identificó sus vivencias, cual si se realizase un conjuro”. Finalmente, la artista señala que utilizó “la técnica fotográfica denominada filmsoup, en el que se remojan carretes fotográficos con diversidad de sustancias generando reacciones químicas para obtener resultados increíbles”.
Es fundamental para la propuesta el concepto de “maternaje”, el cual explica Gabriela ha sido acuñado “por la teórica feminista Adrienne Rich, quien concibe el maternaje como la capacidad de criar y cuidar, más allá de lo biológico, comprendiéndolo como una actividad emancipadora, que implica sostener, nutrir y acariciar”. La exposición ha sido organizada y producido por el Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana a través del programa de residencias Cultura Resident, la cuál se desarrolló en las instalaciones del Espacio de Encuentros Rurales La Surera, en el pintoresco pueblo de Almedijar, enclavado en la sierra de Espadán. Además, el proyecto ha recibido el apoyo económico del Fondart del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio de Chile.