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Cárceles
La familia se persona en la investigación del suicidio de Malek en la cárcel de Zaballa
La familia de Malek, el joven de 22 años que se suicidó la semana pasada en la prisión de Zaballa, ha informado hoy de que se personará en la causa abierta en el Juzgado de Instrucción nº3 de Gasteiz para determinar si la Administración Penitenciaria “obró con la diligencia debida durante las semanas previas y el mismo día del fallecimiento”. La familia aportará pruebas al caso, evitando su cierre. Cuando la investigación judicial prospere, la familia podrá interponer la denuncia correspondiente. Persiguen que se esclarezca cómo fueron las circunstancias que rodearon la muerte del joven: por qué Zaballa no activó el protocolo antisuicidios y cómo era la situación de Malek en prisión, donde llevaba recluido desde septiembre de 2020.
Asimismo, la familia denuncia públicamente los “problemas burocráticos” que ha encontrado para trasladar el cadáver a su lugar de origen, Argelia. La Administración no les entregó el pasaporte ni el certificado de defunción, ambos documentos necesarios para iniciar el trámite de repatriación de un cuerpo. “¿Cómo es posible que las instituciones tengan a una persona en su custodia y pierdan su documentación?”, se preguntan. El certificado de defunción tuvieron que ir a buscarlo en el Juzgado de Paz de Nanclares, ante la negativa por parte de la Administración Penitenciaria de facilitárselo. El Gobierno vasco asumió la competencia de prisiones hace un año.
Cárceles
Cinco personas presas han muerto en la cárcel de Zaballa en lo que va de 2019
Desde Salhaketa denuncian que el Centro Penitenciario de Araba no está facilitando información sobre la muerte de A.F.N., encontrado sin vida en su celda el 21 de septiembre, y cifran en 134 las muertes producidas en prisiones españolas del Estado en los nueve primeros meses del año.
También denuncian la presencia de policías “secretas” en el tanatorio donde se celebró la despedida, “haciéndose pasar por antiguos educadores de Malek”, indica la familia en un comunicado de prensa. “Entraron directamente e intentaron interrogar a la familia. Pero en el tanatorio había muchos niños que habían pasado por centros de menores y nadie conocía a esos educadores que estuvieron un tiempo dando vueltas por las inmediaciones”, explican. Sobre la funeraria, la familia no pudo elegir a cuál llevar el cuerpo de Malek y Administración Penitenciaria iba a enviar el cuerpo a una “con precios elevados”.
La familia tampoco considera que la actitud del Departamento de Justicia del Gobierno vasco haya sido ejemplar en esta delicada situación: “La institución solo se hizo cargo de una parte de los gastos y nos vimos obligados a tener que trasladar el cuerpo a un tanatorio que pudiéramos pagar”. Remarcan que fue la familia quien acudió al Departamento de Justicia buscando “ayuda, y no al revés“. En cuanto a Instituciones Penitenciarias, “nos llegaron a decir que Malek había sido un MENA y que no tenía familia”.
Tras tener que negociar con el Departamento de Justicia, este abonará 5.000 euros de los gastos funerarios, de los 7.000 euros en total a los que asciende la factura. Justicia no asumirá los gastos de repatriación, otros 5.000 euros.