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Coronavirus
La Alhambra al descubierto
La Alhambra reabrió sus puertas el pasado 17 de junio después de 3 meses cerrado por la crisis del Coronavirus con su aforo limitado a la mitad, unos 4.200 visitantes al día. Poco después de volver a la actividad, la plantilla del conjunto monumental único denunció problemas de gestión como falta de personal, equipamiento y seguridad.
La Alhambra es el monumento más visitado de España y reabrió sus puertas el pasado 17 de junio después de 3 meses cerrado por la crisis del Coronavirus con su aforo limitado a la mitad, unos 4.200 visitantes al día. Poco después de volver a la actividad, la plantilla del conjunto monumental único denunció problemas de gestión relacionados con la falta de personal, equipamiento y seguridad. En este reportaje, los herederos de la custodia de ‘La Roja’ muestran su malestar por la incertidumbre que les genera la posibilidad de nuevas privatizaciones y externalizaciones.
Museos y monumentos en todo el mundo revisan sus cuentas y donantes, preocupados por la adversidad sufrida y el futuro incierto que supone el Covid para su supervivencia. La Alhambra —probablemente, uno de los pocos monumentos del mundo que se autofinancia y presenta superávit— anunció el pasado mes de junio que destinaría 23 millones de euros de remanente de tesorería a financiar obras culturales y patrimoniales en Granada con el Plan Alhambra, impulsado por el gobierno de la Junta de Andalucía para revitalizar la ciudad. Esta propuesta ha provocado diferencias de opinión acerca de la conveniencia de descapitalizar los ahorros de la única empresa andaluza que siempre ha dado beneficios y que actualmente afronta una doble crisis, la sanitaria mundial y una laboral interna.
Verano, y sin personal
El comité de empresa del Patronato de la Alhambra y Generalife, y CGT y USTEA (sindicatos que ostentan respectivamente la presidencia y secretaría del mismo) denunciaron a principios de junio a través de varios comunicados que el Patronato de la Alhambra no estaba sustituyendo a la plantilla que empezaba a tomar sus vacaciones a mediados de junio.
El comité advertía que estos incumplimientos de los servicios mínimos suponían un riesgo tanto para los visitantes como para la seguridad del monumento, al no poder controlar de manera adecuada el acceso ni la seguridad; especialmente cuando estos controles deben ser más cuidadosos debido a la pandemia de COVID-19.
Estos días (desde mediados de junio hasta principios de julio), según los trabajadores: en los cuadrantes de trabajo solo había entre 13 y 14 peones especializados en control e información (P.E.C.I.S.) para atender toda la zona visitable de la Alhambra y el Generalife, que comprende un área de cerca de 400.000 metros cuadrados. Habitualmente es atendida por un servicio mínimo de 23 personas y en la que se reconoce la necesidad de 31 para su funcionamiento óptimo. El sindicato USTEA, habló de un periodo “de cinco días, del 2 al 6 de julio, en el que el conjunto monumental fue cubierto solo por nueve vigilantes (1 oficial y 8 PECIS), con especial incidencia por las tardes”, tal y como afirma Carmina Pérez, secretaria del comité, en declaraciones a El Salto Andalucía.
Con información proporcionada por trabajadores, la gráfica siguiente muestra la incidencia de esta carencia de personal, que ya no puede ofrecer visitas al espacio del mes, espacios que habitualmente se hallan cerrados, ni a la Silla del Moro, y tiene repercusiones en casi todos los espacios del conjunto monumental.
Desencuentros entre la plantilla y el Patronato
Así, el comité de empresa mostraba su preocupación porque La Alhambra, Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco, abriera al público “sin personal suficiente de vigilancia, jardinería, limpieza y taquillas que garantizara su vigilancia y conservación”. Este problema, que entienden se agrava con el tiempo, no es nuevo. Javier Rodríguez, delegado sindical de CGT, recuerda que no reciben dotación de vestuario desde 2018, cuando la ley exige 2 “mudas” durante el primer trimestre del año; que en verano de 2018 se contabilizaron hasta 5.000 horas extra y el personal tenía que doblar turnos; y que la carencia de material esencial de trabajo como walkie talkies también viene de lejos.
CGT denuncia que los trabajadores no reciben dotación de vestuario desde 2018 y que en verano de ese año se contabilizaron hasta 5.000 horas extra y el personal tenía que doblar turnos
El Salto Andalucía se puso en contacto con el Patronato de la Alhambra y Generalife a lo que este respondió por escrito “negando que la falta de personal haya impedido garantizar la conservación del monumento o el control del acceso de visitantes, tal y como ha denunciado el Comité de Empresa”, y asegura que ha ofertado “103 contratos para cubrir las sustituciones por vacaciones del personal que corresponden a oficiales de 1ª y 2ª, personal de oficios, servicios generales y limpieza. De los que 60 de ellos ya se han firmado en los últimos días, incorporándose a trabajar desde el 10 de julio. El resto se irá incorporando de forma paulatina en las próximas semanas. A estos hay que sumar otros 3 que ya se han incorporado como auxiliares de instituciones culturales, y otros 3 contratos de personal indefinido no fijo de carácter discontinuo”.
Esta respuesta, ha supuesto un mazazo para la plantilla que lamenta la atribución por parte del Patronato del origen del problema a los propios trabajadores por la dilación de estos “en solicitar sus vacaciones, que sumado al momento de coronavirus ha retrasado el proceso de nuevas contrataciones”. Los trabajadores refutan la acusación del Patronato, y alegan que cumplimentaron la solicitud de sus vacaciones en tiempo y forma como cada año, pero que esta vez la administración les respondió en junio denegando 8 días de reducción horaria que los trabajadores consideran que les corresponden y que el Patronato, al no estar de acuerdo, ha tramitado a través de la Comisión del Convenio, “que es el órgano que debe interpretar y emitir un informe al respecto”.
Lo trabajadores explican que se encuentran en junio con la petición de modificar caso a caso las vacaciones de: 84 PECIS, 6 Oficiales de segunda, 3 Oficiales de primera y 2 Jefes de Servicio Técnico; “hemos cambiado esos días por horas extras, domingos y días que se nos adeudan para no trastocar todo el cuadrante de vacaciones; si la Junta responde en junio y hay que formalizar un proceso que va de ida y vuelta a Sevilla, esto es lo que ha retrasado todo. Además, de esos 103 trabajadores que han contratado, la parte proporcional que sustituye a los PECIS no lo hace de una vez, sino que entra por cada uno de nosotros que marcha, con lo cual la plantilla, que es deficitaria, seguirá siendo deficitaria”, declara Mario Espinosa, que trabaja como PECI en la Alhambra y es afiliado a UGT.
Soluciones
Durante los últimos días, la bola de dimes y diretes entre los trabajadores y la administración ha crecido con cuestiones como con la orden del Patronato de asignar los walkies talkies de los trabajadores que libran para uso de los sustitutos y el consiguiente temor de la plantilla por el asunto COVID (a lo que el patronato ha contestado que hay suficientes para todos los trabajadores de cada turno, además de 25 para averías o imprevistos y que tanto los ‘walkies’ como el resto del material se desinfecta siguiendo las indicaciones sanitarias, sin especificar más detalles); o como la denuncia de la ausencia de control en las pruebas de COVID 19 entre la plantilla y las personas que realizan las sustituciones, que según fuentes de trabajadores, son voluntarias y no obligatorias. La última ola de indignación se ha originado por la apertura del Patronato de algunas de las taquillas personales sin el permiso de los trabajadores para asignar los ‘walkie talkies’ de los que ya marcharon de vacaciones a las personas sustitutas.
Mientras, y en declaraciones a El Salto Andalucía, dos de los antiguos directores del monumento señalan la necesidad de cuidar y proteger a los empleados. Reynaldo Fernández (director desde 2015 hasta 2019) afirma que el personal de la Alhambra es uno de los grandes activos del monumento que hay que cuidar porque “proporciona la cara visible del monumento. No solo lo controlan y lo cuidan, también, informan y tienen una fuerte implicación con el mismo; es la imagen con la que se quedan los visitantes, por esto son tan importantes. Espero y deseo que los problemas se solucionen lo antes posible”.
Por su parte, Mateo Revilla, director durante 19 años, declara con rotundidad: “en la Alhambra, el capítulo 6 de inversión es el capítulo 1 de personal”. Defiende una plantilla propia de la Alhambra: personal especializado acorde a las necesidades del monumento, “el capítulo 1 es el más importante en la Alhambra, no puedes prescindir de ellos porque debe ser cualificado. Es importante que el cuidado y mantenimiento del conjunto monumental sea atendido con cuadrillas flexibles y operativas de jardinería, albañilería, yesería, fontanería, electricidad, etc, especialistas preparados y formados para trabajar en un monumento de la importancia de la Alhambra”. Considera la reducción de personal como un error, “la Alhambra necesita de una plantilla propia, fuerte y preparada. Si tienes un buen servicio de vigilancia e información, el monumento va a estar mejor”. Revilla también defiende la externalización de determinados servicios, “se puede externalizar la seguridad externa, la limpieza de maleza de grandes superficies: pero no puedes reemplazar a quienes restauran, informan y cuidan de la Alhambra, externalizar estos puestos supone una degradación”.
Privatización
Sin embargo, el temor de la privatización de servicios es creciente entre la plantilla que dice no se siente ni protegida ni arropada por la administración. Señalan que son puestos de trabajo al aire libre, expuestos a la intemperie, con riesgos laborales que no tienen otros y a los que no se reconoce el plus salarial por penosidad; explican que tampoco reciben formación para mejorar su actividad profesional; “el departamento de formación no existe y estamos hablando de La Alhambra, el monumento más visitado de nuestro país”, recuerda Mario Espinosa, PECI en el monumento.
Con el precedente de la externalización de este tipo de trabajo de control e información en los monumentos adscritos al Patronato que conforman el itinerario cultural de la Dobla de Oro y que comprenden Bañuelo, Casa Morisca, Palacio de Dar al-Horra, Casa del Chapiz y Casa de Zafra, el personal de la Alhambra y Generalife teme que el virus de la privatización se contagie al resto del conjunto monumental.
Los trabajadores piden ampliar la Relación de Puestos de Trabajo, y parece que el Patronato sólo está dispuesto a ampliar la plantilla con sentencia firme y ni siquiera. USTEA tuvo que pedir la ejecución forzosa de la integración de 13 nuevas plazas de trabajadores fijos-discontinuos en la RPT porque el Patronato no atendió al plazo de 2 meses de ejecución voluntaria de la sentencia firme; ahora, tiene menos de un mes para acreditar haber dado cumplimiento de la sentencia del Auto del Juzgado de lo Social nº 5 de Granada.
Otra sentencia firme del 17 de enero de 2019 les obliga a incorporar 25 puestos, entre expendedores, PECIS, vigilantes y jardineros, probados ante el Juzgado de lo Social nº1 como indefinidos no fijos discontinuos. Los trabajadores hablan de otras 25 demandas interpuestas. Como explica Espinosa, “Si todos estos puestos se cubren efectivamente, podremos hablar de una plantilla capaz de atender las visitas de la Alhambra y el Generalife como corresponde a un monumento de su categoría”.