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Crisis energética
Iberdrola cobra 129 millones por la factura de luz del Gobierno Vasco, el doble que el año pasado
Los edificios públicos también necesitan de un bien básico como la luz. Y cada vez es más caro. A efectos de cumplir con las exigencias de la ley de Sostenibilidad Energética de Euskadi, el Gobierno Vasco autorizó en octubre la contratación centralizada de suministro de energía eléctrica para las entidades del sector público de la Comunidad. Como se desprende de la documentación a la que ha tenido acceso Hordago-El Salto, el Gobierno Vasco aceptó la propuesta de Iberdrola el 28 de noviembre: el precio anual será nada menos que de 129 millones de euros.
En uno de los últimos Consejos de Gobierno, la institución reconocía que “las circunstancias sobrevenidas a lo largo de este año han tenido un impacto directo en los precios de la energía actuales y han obligado a plantear en este nuevo expediente un coste muy superior en relación al anterior”. Así, Lakua asumía un incremento del 75,9% con respecto al contrato anterior, es decir, 55 millones más que en 2020. También ha aprobado una “modificación extraordinaria” para aumentar el crédito en 36,7 millones adicionales con el objetivo de cubrir la factura del año 2022.
El próximo año, la factura de Iberdrola al Gobierno Vasco se va a disparar hasta los 129 millones anuales en 2023 y 2024. Tras aceptar la propuesta de Iberdrola para el suministro de Lakua, el presidente de la energética, Ignacio Sánchez Galán, anunció desde Londres que la compañía mantendrá el precio de la luz hasta 2025.
Mientras el Gobierno Vasco aprobaba un incremento de 91,7 millones para hacer frente a las facturas, la energética con sede en Bilbao ganaba 3.104 millones entre enero y septiembre de este año, disparando su beneficio un 29% en plena crisis de precios energéticos.
Iberdrola, con 58 filiales domiciliadas en paraísos fiscales, solo en 2020, facturó 156,8 millones a diversas administraciones vascas.
Iberdrola ha resultado ser la única licitadora del megacontrato de suministro de energía al Gobierno Vasco tras la autoexclusión de la licitación por parte de Repsol, liderada por Josu Jon Imaz, expresidente del PNV y exconsejero de Industria.
El monopolio energético
En 2020, Iberdrola, la empresa vasca que lidera el monopolio energético, se llevó el anterior “megacontrato de luz verde” del Gobierno Vasco por 73 millones anuales hasta finales del 2022. Ese mismo año, hizo pleno con administraciones de los tres territorios e ingresó un total de 83,8 millones. Por lo tanto, Iberdrola, con 58 filiales domiciliadas en paraísos fiscales, solo en 2020, facturó 156,8 millones a diversas administraciones vascas.
Iberdrola se llevó en 2020, por 41 millones al año, el contrato para proveer a la Diputación de Bizkaia, 15 empresas forales y 70 ayuntamientos y entidades municipales del territorio histórico. En Bizkaia hay que sumar los 13,7 millones por el suministro al Ayuntamiento de Bilbao y los 4,3 millones de factura a una docena de entidades dependientes. En Gipuzkoa ganó por 18,4 millones anuales el suministro a la Diputación de Gipuzkoa, a 58 de los 88 ayuntamientos del territorio (incluido el de Donostia), varias mancomunidades, grupos y entidades como Bidegi, la informática Izfe, Zinemaldia y Tabakalera. Respecto a Araba, el suministro de Iberdrola costó 6,4 millones de euros. También dependían de este la Diputación de Araba, el Instituto de Bienestar Social y de la Juventud, los bomberos forales, la Fundación Catedral Santa María, las Juntas Generales, el Consorcio de Aguas Kantauriko, varias “juntas” administrativas, y una quincena de ayuntamientos, entre los que no estaba el de Gasteiz.
Para cerrar la cuadratura del círculo, el Gobierno español suavizó el impuesto a las energéticas tras la presión del PNV.
PNV: cancerbero de Iberdrola
El sindicato ELA denunció que en 2019 la energética “obtuvo beneficios por más de 2.800 millones, pero solo pagó 36 en concepto de impuesto de sociedades, el 1,3% de sus ganancias”. En palabras del sindicato, “el lehendakari y los diputados generales son los mejores aliados de Iberdrola”, empresa que, “teniendo enormes beneficios, paga entre poco y nada en impuestos y se niega a aumentar su contribución a las necesidades sociales y a la financiación de las políticas públicas”.
Según los sindicatos “el lehendakari y los diputados generales son los mejores aliados de Iberdrola”
En 2020, el diario Gara destapó que el Gobierno Vasco pretendía dopar a Iberdrola con 1.706 millones de fondos públicos europeos. Sin ir más lejos, el año pasado las presiones del PNV anularon el plan del Gobierno español para rebajar la factura de la luz.
Tampoco hay que olvidar que el Gobierno Vasco otorgó al presidente de la energética el premio Lagun Onari en octubre del 2011 de la mano del entonces lehendakari Patxi López como reconocimiento por su contribución a la promoción económica y divulgación de lo vasco en el exterior.
Meses después, el diario El País desveló que Iberdrola no había tributado nada en Bizkaia por el Impuesto de Sociedades en 2008 y en 2009 gracias a los incentivos fiscales que se le aplicaron por la compra de Scottish Power y Energy East y otras inversiones que realizó. Por otra parte, entonces el sindicato ELA denunció: "Es escandaloso que Iberdrola no pague impuestos cuando obtuvo casi 5.700 millones de euros entre 2008 y 2009”.
EH Bildu ha localizado al menos quince “puertas giratorias” del PNV en grandes empresas como Repsol o Iberdrola. Otra prospección de Elkarrekin Podemos liderada por Juantxo López de Uralde, presidente de la Comisión de Transición Ecológica, concluyó que “de todos los partidos que practican las puertas giratorias” en el sector energético “el que tiene una mayor presencia en relación a su representación en el Congreso es el PNV de lejos”. Ambas formaciones coinciden en señalar que esta práctica condiciona la posición del PNV ante el “oligopolio eléctrico”.