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Crónica
El Orgullo Crítico de Málaga recuerda: “El verdadero origen del orgullo es una historia de defensa de los derechos”
La concentración que tuvo lugar en Málaga quería recordar que “el verdadero origen del orgullo es una historia de defensa de los derechos” y con consignas como “habrá furia trans si no hay ley trans” querían visibilizar una realidad que afirman no estar recogida del todo en la propuesta de Ley para la igualdad real y efectiva de las personas personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI.
A pesar de las carencias que han detectado en la ley que se ha llevado este 29 de junio al Consejo de Ministros, los diferentes colectivos y personas manifestantes aplaudieron el hecho de que la propuesta tiene un fuerte espíritu despatologizador. Con esta nueva ley no serán necesarios informes médicos, testigos, ni pruebas para que una persona trans modifique la mención del sexo y su nombre en el registro. Sin embargo, lamentan la imposición del límite legal de 14 años para poder ejercer este derecho.
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“¿Qué clase de ley trans es una ley que no incluye a las personas migrantes?” o “¿Qué clase de ley no incluye a las personas no binarias?” son algunas de las preguntas que se hacían las colectivas y que se reforzaba durante la marcha conla voz de una persona migrante, quien en su testimonio expuso la violencia racial, patriarcal e institucional por ser lesbiana, ser morena, ser migrante y ser disidente.
“¿Qué clase de ley trans es una ley que no incluye a las personas migrantes?” se preguntaba en su discurso una persona migrante en el Orgullo Crítico de Málaga.
— El Salto Andalucía (@ElSalto_And) June 29, 2021
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La violencia no es aislada
Con la plaza de La Merced llena de color y consignas cargadas de amor y rabia, dieron inicio denunciando el acto del pasado 26 de junio, donde los grupos trans de Andalucía salieron a realizar piquetes informativos y fueron agredidos por los grupos femininistas trans-excluyentes. Los colectivos condenaron la violencia con la que han tenido que luchar toda su vida y la que ha originado a partir de la propuesta de esta ley.
“Somos personas racializadas, somos gitanas, somos migrantes, somos trans, somos bolleras y somos maricones”.
“Parece ser que hay gente que se dedica a llamarse feminista sin incluir a las personas trans, y tengo que decir que las mujeres son mujeres tengan pene o tengan vagina, porque el género no es eso, no tiene nada que ver, es un constrcuto social” menciono una de las activistas que leyó un manifiesto y que terminó apelando a la interseccinalidad “Somos personas racializadas, somos gitanas, somos migrantes, somos trans, somos bolleras y somos maricones”.
La violencia que han denunciado las personas trans es constante. El pasado 5 de enero de 2020 en Torremolinos, un lugar conocido como amigable para la comunidad LGTBI, fue el sitio donde una pareja gay proveniente de Francia fue víctima de violencia física, al nivel de que las víctimas sufrieron afectaciones de por vida.
Durante la concentración se contó con el testimonio de varias personas, entre ellas uno donde una manifestante aborda la primera terapia que recibió en su vida, donde no solo expone la violencia física en la escuela, sino que también expone la violencia institucional y la violencia que ejercen los psicólogos y las terapias con las que pretenden dar tratamientos. En el testimonio se señala en concreto a la terapeuta Juana Martín como agresora, “una persona que lejos de ayudar a los afectados solo provocaba más agresión”.
“Me pegaron con el grifo hasta dejarme inconsciente… ¡Qué bien! porque yo a los 13 años es lo que pensaba, voy a entrar a esa consulta y por primera vez en mi vida hay una persona que me va a escuchar, que me va a entender ¿y saben con quién me encontré? con Juana Martín Escobeda, porque no me da miedo ni vergüenza decir su nombre, una señora que se dedicó a maltratar a más de 20 personas transexuales de aquí de Málaga, a niños menores, y en ese momento señoras y señores, yo fui una persona maltratada, yo fui uno de esos casos más que pasó por su historial” relató el manifestante y perteneciente al Orgullo crítico Málaga.
La pluma no otorga, los derechos nacen de la lucha
El movimiento trans tiene claro que “no basta con escribir nuestros derechos, ¡queremos que se cumplan!”, pues consideran que las leyes tienen limitaciones en la vida real y esta no las protege del maltrato, explotación, violencia y la trata. Por ello, desde el Orgullo Crítico demandan “recursos en la sanidad pública con medios suficientes, sin recortes y sin lista de espera interminables”.
Además, en el manifiesto leído recogen la necesidad de “una educación pública digna que cuente con psicólogos y profesionales que les puedan ayudar y acompañar en su transición; una asignatura de educación sexual que eduque en la diversidad y el respeto; necesitamos salarios y subsidios de desempleo dignos, que se castigue ejemplarmente a los empresarios que nos discriminan por nuestro género o por nuestra orientación sexual y se enriquecen a base de nuestra explotación”.