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Elecciones del 26 de mayo
26M, crónica de un desastre anunciado
La mayoría absoluta del PSOE en la Asamblea y la previsible alianza del bloque de derechas en las principales ciudades evidencian el retorno del bipartidismo en Extremadura.
Si la emoción que resumió la noche electoral del pasado 28 de abril fue el alivio de ver que la amenaza de la barbarie obtenía unos resultados mucho más modestos de lo que auguraban encuestas y cenizos varios, la noche del 26 de mayo está dominada por la tristeza y la amargura. Pero el contraste es aún más dramático y desconsolador si la comparamos con la ilusionada y entusiástica noche electoral de hace 4 años. Salvo Valencia, Zamora y Cádiz parece que la ola de cambio ha perdido en todas las plazas, el hundimiento de las opciones a la izquierda del PSOE es innegable, Podemos ha sufrido un batacazo sin paliativos.
Sin duda la polarización ideológica y el peligro del ascenso de la ultraderecha ha jugado en contra de Unidas Podemos, pero los que pensaban que el giro ideológico hacia posiciones apenas socialdemócratas, las batallas internas, el bochornoso espectáculo de la ensimismada y autorreferencial “izquierda madrileña” (es un decir), el affaire del chalecito de Montero-Iglesias o el andar mendigando ministerios y consejerías no iban a pasar factura, se han equivocado estrepitosamente. Ahora tirios y troyanos sacarán sus cuchillos para hacer leña del árbol caído y ajustar cuentas con los rivales internos, ya sabemos que a la pulsión cainita de nuestras izquierdas es insaciable y siempre elige los peores momentos para sus purgas y sus divisiones…
Pero si miramos más allá de nuestras miserias constatamos que el ciclo de impugnación del régimen del 78 que se abrió en el movimiento de las plazas del 15M se ha cerrado definitivamente
Pero si miramos más allá de nuestras miserias constatamos que el ciclo de impugnación del régimen del 78 que se abrió en el movimiento de las plazas del 15M se ha cerrado definitivamente, el bipartidismo se ha recompuesto con un PSOE al alza y ni siquiera el PP se ha hundido como bien merecía, sino que la derecha diversificada y radicalizada está en condiciones de disputar la hegemonía al PSOE en cuanto decline la buena estrella de Pedro Sánchez. La esperanza del municipalismo transformador ha retrocedido hasta casi desaparecer del mapa y toca ahora hacer balance del naufragio.
En Extremadura el desastre es total. El retorno de la mayoría absoluta del PSOE en la Asamblea es un drama para todas las que han soñado con un futuro mejor, más democrático y menos clientelar, para esta tierra. Los resultados de la coalición de Podemos, IU, Extremeños y Equo que apenas superan el 7% y solo obtienen 4 escaños, son pésimos. No nos llamemos a engaño: esta coalición no es una confluencia sino un pacto de conveniencia forjado en los despachos y entre dirigentes. Es de esperar que ahora cada uno haga la guerra por su lado, pero van a tener poca o nula influencia en el gobierno de un Guillermo Fernández Vara, que siempre cae de pie. Los resultados de esta coalición no dan ni para pagar las facturas: Podemos pierde 4 respecto a los 6 que obtuvo en 2015, IU consigue entrar con 1 de milagro y Extremeños mete a Lorena en la cámara. Pocas legislaturas en la historia de la democracia han tenido una izquierda tan irrelevante en la Asamblea de Extremadura.
Si el tsunami municipalista en el Estado español se ha quedado en marejada, aquí en este lejano oeste apenas alcanza ya a resaca (amarga)
A nivel municipal el panorama es también desolador para Unidas por Extremadura y las otras candidaturas de izquierda y municipalistas. Se ha retrocedido en todas las grandes ciudades, se ha perdido el emblemático ayuntamiento de Carcaboso, la concejalía de Plasencia en Común, en Hervás QHQ pierde 2 de los 4 puestos que tenía (y la operación tiro en el pié de Marta Bastos se salda como preveíamos: tirando a la basura el 6% de los votos para mayor gloria del bipartidismo)… Si el tsunami municipalista en el Estado español se ha quedado en marejada, aquí en este lejano oeste apenas alcanza ya a resaca (amarga).
Quizá lo único positivo de la noche haya sido que los bárbaros se quedan fuera de la Asamblea y la amenaza que representan, y que tan bien le ha venido al PSOE para recomponer su hegemonía, queda aplazada, aunque no cancelada.
En un país democrático, a partir de hoy empezarían a dimitir, sin drama y con responsabilidad, los líderes y lideresas que han dilapidado la ilusión enorme y el gran caudal político que se articuló tras el 15M, los que cerraron la esperanza de una forma partido asamblearia y cooperativa en Vistalegre I, los que purgaron a propios y ajenos, los que luego se enfrentaron bochornosamente en Vistalegre II, los que rompieron después el partido con deslealtad manifiesta. Pero estamos en un país que carece de cultura democrática y donde el pensamiento crítico brilla por su ausencia. Y no digamos ya a nivel de nuestra deprimida y deprimente región, con inercias casi feudalizantes incluso en los espacios que se dicen del cambio social. Aquí ya Podemos Extremadura en 2015 obtuvo el más bajo resultado de todas las autonomías. Cuatro años de bandazos en la Asamblea, de vaciamiento progresivo del partido y desmoralización de las bases hasta la práctica desaparición de los círculos, de enroque de una dirigencia que olvidó muy pronto de dónde venía y a quién se debía, de “juegos de tronos” y conspiraciones… no pueden sino provocar derrotas y hundimientos como el que hemos padecido ayer, un hundimiento que ni siquiera “el efecto Irene” ha paliado pero que con Jaén hubiera sido peor sin duda.
Tiene lógica que si andas implorando al PSOE que te deje entrar en el gobierno (en Madrid y en Mérida), tu electorado opte por abstenerse o por votar al original
Tiene lógica que si andas implorando al PSOE que te deje entrar en el gobierno (en Madrid y en Mérida) -aún antes de conocer los resultados y así devenir muleta del régimen bipartidista que habías venido a impugnar-, tu electorado opte por abstenerse o por votar al original. Tiene lógica que si te limitas a ser una sucursal del partido madrileño, si no desarrollas un discurso propio adaptado a la realidad periférica y dependiente de las tierras y pueblos extremeños, si te desprendes del capital político más rebelde e incómodo, si te limitas a “dejarte la piel” en el trabajo institucional pero olvidas el trabajo cultural, la calle, el tajo y el movimiento social, al final el electorado te acabe dando la espalda.
No va a ser fácil metabolizar y digerir esta derrota y sacar las enseñanzas de este ciclo que se ha cerrado. Se deberían asumir las responsabilidades y deberían dimitir los actuales dirigentes de Podemos Extremadura, deberían explicarse también los críticos que decidieron no concurrir a las primarias (pese a haber obtenido en 2016 un resultado nada desdeñable), se debería repensar y refundar el partido que decía venir a dar voz a las aspiraciones del 15M, eso o disolverse progresivamente en una agonía que nos llevaría a una generación entera de nuevo al desencanto.
Quizá se ha acabado el espejismo de que el asalto a las instituciones sea un buen atajo hacia las transformaciones socioeconómicas que deseamos, y esta derrota sirva para volver al trabajo de base, a los movimientos sociales, a las resistencias cotidianas, a la construcción de comunes y al diseño de una institucionalidad alternativa, democrática y horizontal. Quizá aprendamos que los partidos políticos son máquinas infernales con dinámicas que asfixian la innovación y la participación. Quizás intentemos desembarazarnos de toda esa tradición autoritaria que tanto daño ha hecho a la izquierda en este país.
Es una hora triste esta, muy triste y desesperante, pero los retos de la región, del país y del mundo entero son tantos, la crisis multidimensional en que vamos cayendo es tan descomunal, las amenazas son tan bárbaras que no deberíamos permitirnos yacer en la derrota más que el tiempo justo que se requiere para retomar el hilo de Ariadna de la lucha y el cambio social allí donde lo dejamos abandonado.
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Esclarecedor artículo!! El 15M hizo daño al sistema, y éste lo integró a través de las instituciones. Dentro de las instituciones no se ha podido o sabido movilizar al electorado, embriagados con el dulzor del poder, y ahora pagamos las consecuencias (en Extremadura y el resto) de ese cambio que parecía que era para siempre, y que los poderes han contrarrestado de manera inteligente.
Volvamos a las plazas!!
Volvamos a la calle!!
Se ha cerrado una ventana de oportunidad. Volvamos a abrirla!! La que se abrió fue porque nosotras lo hicimos posible: Nada nos ha sido dado. Todo ha sido conquistado!!
¿Y Cáceres? No hemos ganado; pero con la que está cayendo, en plena bajada de UP en todo el país, pasan del 8.75 al 10.5%. Pasan de 2 a 3 concejales.
No es un sueño dorado, pero ¿no es un ejemplo de por donde deberían las cosas?
Puestos a ponerse negros este sr. Llorente obvia la segunda ciudad de la región. ¿Alguna razón? ¿No encajaba en su análisis?
A eso en lógica se le llama la falacia de elección: me quedo con lo que cuadra y lo que no como si no existiera.
No compa, todo es más sencillo, escribí el artículo temprano sin apenas dormir (del bajón de la noche electoral) y centrado en los trazos gruesos del batacazo de podemos y el municipalismo en general, y eso creo que es irrebatible, aunque haya excepciones de las que me congratulo como Villanueva de la Vera o Cáceres, de hecho en esa ciudad y en esa candidatura tengo buenos amigos. Salud
Faltan en ese análisis muchos más datos, por ejemplo, el tema municipal que comentais, que es mucho más complejo. En municipios extremeños se pega un batacazo las confluencias o pierden la representación, pero tb se entra en otros o se mejora los resultados. Del mismo modo, se puede hacer la comparativa con el resto de CCAA, donde la confluencia en Extremadura aguanta el tipo mucho mejor que en los demás territorios.
Hay que ser un poco más justos en las críticas, muy necesarias para mejorar pero deben ser más objetivas, y queda una buena base para hacer una política diferente
Ay, cuántos salvadores plumillas vienen a dar soluciones tras los resultados. Ojalá hubieras arrimado el hombro para conseguir otro resultado o ahora para mejorar la situación
Escóndido en tu anonimato atacas al que escribe y no lo que escribe, no mereces ni respuesta pero en torno a lo de arrimar el hombro no sabemos quién puede reprochar a quién no haber hecho lo suficiente. Hice lo que pude en pudimos y algunos y algunas lo saben.
Curioso como el articulista habla de Joaquín Macías al que llama como "uno" y una frase después se dirige a la diputada de extremeños por su nombre. Más respeto por todas las personas que forman la confluencia, y que incluso, se han dejado más la piel durante esta campaña que algunos a los que defiendes por conveniencias...
En ningún caso pretendía faltar el respeto a Joaquín Macías coordinador de lo que queda de IU, y ahora diputado de U Ex, simplemente escribí muy ligero y apresuradamente, muy triste. Perdone el error como yo pasaré por alto sus insinuaciones.
Los urdidores de Pudimos han ganado. Haber si espabiláis, magdaleniers.
Compas seamos más humildes y constructivos. El resultado no ha sido esperado en la Asamblea, pero tampoco en municipios donde dominan todo tipo de corrientes y tendencias tanto de Podemos como de otros ámbitos y no veo que en este artículo se ceben con ellos. Vayamos a tender puentes y construir entre todas un amplio movimiento y no sigamos en las luchas cainitas
Volvemos al tiempo del Ibarrismo y de la primera mayoría absoluta de Vara, que fue un rodillo pero a la vez de fuerte contestación y organización ciudadana. Como se dicen en los comentarios toca construir con paso seguro pero firme una articulación ciudadana crítica y consciente
Creo que hoy muchos extremeños nos hemos levantado reflexivos, cabizbajos en muchos casos, pensando en alternativas que presenten a nuestra región menos bipartidista y la saquen algún día del ninguneo al que está sometida en España. Se necesita una voz fuerte desde Extremadura y para Extremadura. Tal vez muchos de los que estamos hoy frente al móvil o el ordenador estábamos esperando un artículo como éste, anhelando una respuesta de futuro, esperando a que los que pensamos de manera parecida nos pongamos en contacto para tejer por fin un proyecto ilusionante...
Muy de acuerdo, en general. Tal vez la cuestión sea centrarse en la autoconstrucción de colectivos y proyectos (de vida) alternativos de todo tipo... y pasar de ahí a un municipalismo libertario y transformador. Tal vez la cuestión sea autoconstruirse como confederación horizontal e igualitaria, poner ya en pie otro tipo de organización que de verdad supere la forma partido. Tal vez la cuestión sea prepararse para un trabajo lento, de fondo, una autonconstrucción sólida, anticíclica... Tal vez la cuestión sea tomarse en serio la proximidad del colapso y adaptar a ello nuestras estrategias... Tal vez la cuestión sea una limpieza más de fondo de nuestra cabeza (y de nuestras decisiones reales concretas) para seguir, con más coherencia y seriedad, desterrando lo que hay en ella de basura del sistema (búsqueda de poder u privilegios, mesianismo y salvacionismo, sectarismos varios...)
Has dado en el clavo de la cuestión, que sigue siendo la misma ahora que hace 50 años, que hace 20 siglos, construir desde lo mas abajo posible rompiendo el fanatismo, los elitismos y la fragmentación, pero sin caer en buenísimos adormecedores y atontadores
Curioso que se empiece el artículo diciendo "Ahora tirios y troyanos sacarán sus cuchillos para hacer leña del árbol caído y ajustar cuentas con los rivales internos, ya sabemos que a la pulsión cainita de nuestras izquierdas es insaciable y siempre elige los peores momentos para sus purgas y sus divisiones…" y conforme se abanza en su lectura en partes de éste se aplica precisamente eso.
Creo que toca una crítica más sosegada y constructiva y arrimar todos el hombro, y tb hay mucho de esto en el presente artículo. Hay que mutar como dices a una forma de hacer política y partido diferente y más apegada a los problemas sociales.
Tb creo que hay recordar un dato fundamental, Extremadura es el territorio donde Podemos y la confluencia aguanta mejor el batacazo y conserva un resultado digno (si no hubiese habido confluencia el desastre habría sido total)