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Justicia
Condenan por tres delitos al hombre que acosó a Paula Bonet, pero evitará la prisión al alegar un trastorno
“A grosso modo estamos satisfechas, ha sido un trabajo muy intenso para construir el caso, con una la instrucción larga y difícil para poder acreditar todos estos episodios de acoso, tanto presencial como en redes”. Así valora Carla Vall, abogada de Paula Bonet, la sentencia del Juzgado Penal 10 de Barcelona que condena a V. G. a internamiento psiquiátrico por acosar durante tres años de manera continuada a la artista.
La jueza ha impuesto dos medidas de internamiento, una de un año y medio como máximo y otra de un año y nueve meses como máximo. Además, tendrá que someterse durante un año a un tratamiento médico acorde con su trastorno ya que, en la fase final del proceso y sin que hubiera puesto antes en conocimiento este trastorno que ha servido de eximente, V. G. declaró que sufre un trastorno erotomaníaco que le hacía creer que Bonet estaba enamorada de él.
Tras conocer la sentencia, este lunes 25 de julio, Vall ha explicado a El Salto que solicitará una aclaración al juzgado por considerar que la sentencia es ambigua en su redacción —no aclara si las medidas de internamiento son simultáneas o consecutivas—. También valora la interposición de un recurso ante el uso de la eximente de la salud mental.
La sentencia da por probados también otros dos delitos: quebrantamiento de medida cautelar, al haber incumplido reiteradamente la orden de alejamiento que la jueza le impuso durante la investigación del caso, y amenazas de muerte. De este modo, reconoce los tres delitos que pedía investigar la acusación particular.
“No voy a cesar en la lucha para que este sea un mundo más justo para nosotras, a través de mi trabajo o a través de la justicia: las violencias no pueden quedar en las tinieblas”, decía Paula Bonet en Twitter tras conocer la sentencia
La sentencia condena V. G. a no acercarse ni comunicarse con ella durante 10 años y fija una indemnización de 3.940 euros por daños morales y por el coste de asistencia psicológica que ha recibido durante el procedimiento. La acusación había solicitado penas de dos años de prisión y cinco de alejamiento por el delito de acoso, otros dos años de prisión y cinco de alejamiento por el delito de amenazas y una multa por el quebrantamiento de condena, además de una indemnización por daños morales de 15.000 euros.
“Hoy veo la luz, decía Bonet en su cuenta de Twitter. “No voy a cesar en la lucha para que este sea un mundo más justo para nosotras, a través de mi trabajo o a través de la justicia: las violencias no pueden quedar en las tinieblas”.
Acoso durante tres años
La sentencia recoge el acoso de V. G. hacia la artista. “Desde el mes de julio de 2019 se interesó por la persona, pese a no haber mantenido ningún tipo de relación previa, comenzó a imponer su presencia”. Después de eso, V. G. merodeaba con frecuencia por el taller de Bonet, llegando a colarse en uno de sus talleres o a golpear la persiana del mismo. También acudía a los mismos eventos que la artista, donde la interpelaba.
Cuando fue decretado el estado de alarma, el acoso siguió produciéndose a través de mensajes de correo electrónico, Twitter e Instagram, con comunicaciones “de contenido inconexo, inquietante y perturbador, reveladores de su obsesión por ella y su pretensión de mantener algún tipo de relación”, recoge la sentencia. El acoso presencial siguió cuando se levantaron las medidas del Estado de alarma, lo que motivó una orden de alejamiento que V. G. incumplió.
Violencia machista
Laia Serra: “La violencia digital es una condición previa para que algunos pasen a la violencia física”
Laia Serra es abogada penalista y una de las redactoras de la reforma de la ley catalana de violencias machistas, que incluye la violencia digital.
La sentencia recoge que “como consecuencia de la presión ejercida con la continua presencia de V. G. en su lugar de trabajo y el temor de que pudiera atentar contra su integridad física, Paula Bonet vio alterada no solo su estabilidad emocional, sino su actividad laboral como la realización de sus talleres, y el trabajo con sus alumnas, y anular algunos eventos públicos”.
También tuvo que trasladar su taller y cambiar sus hábitos de trabajo: “Limitó el acceso a su taller y dio indicaciones a sus alumnas de que mantuviera el local cerrado en todo momento y dejó un bote de gas pimienta junto a la entrada. También cambió sus hábitos de desplazamiento, dejó de ir a pie, tomó más taxis, alquiló una plaza de parquin próxima a su taller y actitudes de hipervigilancia cuando andaba por la calle”.
Las claves de la sentencia
Para Carla Vall, una de las claves de la sentencia es el largo periodo de alejamiento que establece, un total de diez años, porque “para Paula lo más importante era preservar su paz”. Otro de los aspectos que destaca es haber conseguido que se reconozca en una sentencia condenatoria la violencia digital sufrida por Paula Bonet, ya que las amenazas que denuncia se produjeron a través de las redes sociales. Estas incluyen una amenaza de violación muerte y descuartizamiento: “Más te vale no volver a pisar mi ciudad porque como me cruce contigo voy a estrangulare y descuartizarte para complacer a todos los miserables vagabundos que habitan las acalles de Barcelona”, escribió en Twitter.
La abogada de Bonet explica cree que lo que han enfrentado en este proceso es un perfil de “incel”, que ha acosado a otras mujeres y llegó a redactar un manifiesto misógino
Sobre el alcance de esta sentencia, Vall espera “haber contribuido a visibilizar que algo pequeño que te pasa cada día puede ser destructor”. Además, la abogada explica “sin género de dudas” que lo que han enfrentado en este proceso es un perfil de “incel” —involuntarily celibate, hombres que se consideran damnificados por el feminismo y hacen apología de la violencia contra las mujeres—, que no solo ha acosado y amenazado a su clienta de manera continuada sino que llegó a redactar un manifiesto misógino: “Creo que tiene sus capacidades preservadas y que lo que hace forma parte de su obra política, no solo por lo que le ha hecho a Paula sino por lo que le ha hecho a otras mujeres”. De hecho, tras conocerse la denuncia de Bonet, ha habido otras mujeres que han interpuesto denuncias por los mimos delitos contra V. G.