Magreb
Túnez no logra escapar de sus fantasmas siete años después de Ben Alí

La comisión para la reparación de las víctimas de la dictadura afronta su recta final envuelta en pesimismo y críticas de la sociedad civil. Mientras tanto, el país vive un rebrote de movilizaciones coincidiendo con el séptimo aniversario de la caída del dictador.

Vive la liberte Tunez
"Viva la libertad", pintada en el aniversario de la caída de Ben Ali en Túnez. Gladys Martínez López

@pjarandia

14 ene 2018 07:19

Desde hace dos años y medio los tunecinos se enfrentan a su pasado en horario de máxima audiencia. Uno de los canales estatales emite los testimonios de múltiples víctimas vejadas durante el periodo que va desde la llegada al poder en los años 50 del siglo pasado de Habib Burguiba, héroe de la independencia contra Francia, hasta la revolución que depuso al dictador Zine el Abidine Ben Alí. Cerca de 60 años repletos de torturas, asesinatos, corrupción y abusos de poder por parte del Estado.

Cuando se cumple el séptimo aniversario del inicio de la difícil transición hacia la democracia del país norteafricano —hace justo siete años, el 14 de enero de 2011, Ben Alí huía en su avión presidencial hacia Arabia Saudí—, Túnez atraviesa momentos complicados.

Leer La frustración postrevolución lanza al mar a miles de jóvenes en Túnez


En la última semana una ola de protestas por la inflación en productos básicos y las políticas de austeridad del actual Gobierno ha recorrido las principales ciudades de la república. El resultado: cerca de 600 detenidos, decenas de heridos, un fallecido e imágenes que algunos creían desterradas. Varias asociaciones por la defensa de los derechos humanos han alzado la voz contra el abuso de la fuerza por parte de la policía, una práctica habitual durante el antiguo régimen.

El viejo fantasma de la represión policial es precisamente uno de los puntos sobre los que pretende poner luz la Instancia por la Verdad y la Dignidad

El viejo fantasma de la represión policial es precisamente uno de los puntos sobre los que pretende poner luz la Instancia por la Verdad y la Dignidad (IVD, por sus siglas en francés), el organismo público creado en junio de 2014 para dar voz a las víctimas de la dictadura. En este tiempo la IVD ha recibido, según sus propias cifras, más de 62.000 informes con testimonios de personas ultrajadas por funcionarios del Estado. Igualmente ha organizado centenares de audiencias privadas y públicas —de estas últimas, muchas de ellas televisadas— para dar a conocer los rincones más oscuros de la historia nacional reciente.

La posición de las víctimas

A pesar de ello, el ambiente en torno a este laborioso proceso de reconciliación parece no escapar al pesimismo que en los últimos tiempos inunda a la joven democracia tunecina. La IVD afronta la recta final de su mandato —éste termina en mayo de 2018, con un posible año de prórroga— envuelto en dudas, desilusión y críticas. Para empezar, las de las asociaciones de víctimas, muchas de las cuales le han dado la espalda al considerar que el ente no se ajusta ni al espíritu ni a los objetivos con los que se creó.

“Las asociaciones se sienten excluidas de la toma de decisiones de la IVD”, señala Olfa Belhassine, periodista tunecina que ha seguido el proceso desde sus comienzos. “Todo esto empezó con la sociedad civil. Cuando la ley [de justicia transicional, el paraguas legislativo bajo el que actúa la IVD] se discutía en 2012 y 2013, era la sociedad civil quien la impulsaba”, añade. Pero ¿cómo se explica este divorcio?

Belhassine atribuye una responsabilidad “esencial” en esta ruptura a la presidenta de la IVD, Sihem Bensedrine, una histórica militante por los derechos humanos, y a su personalidad poco dialogante, opina esta periodista. Además en los últimos meses el organismo ha sufrido una catarata de dimisiones entre sus altos cargos —la última, hace apenas un mes, la de su vicepresidente—, dañando aun más la deteriorada imagen que arrastra. La elección de los responsables al mando de la IVD es otro de los asuntos más criticados del proceso.

Proceso complejo

Emna Samari es abogada y participó activamente en la creación de las leyes que abrieron la puerta a la memoria histórica tunecina. Hoy explica los problemas actuales de la IVD a partir de las presiones políticas que este organismo sufrió desde incluso antes de su nacimiento.

Samari relata que la versión que llegó al parlamento del proyecto de ley de justicia transicional, aprobado en diciembre de 2013 por el gobierno tripartito que pilotó los años inmediatamente posteriores a la revolución, se había dejado por el camino muchas de las propuestas impulsadas desde las organizaciones civiles. El principal recorte fue la modificación de los criterios para la selección de los miembros de la IVD, lo cual permitió, según esta jurista, la elección de figuras “politizadas, que no son independientes”.
“[El presidente] Essebsi quiere pasar la página del pasado. Él está por el olvido”, analiza la periodista Belhassine. Más allá de las palabras, los hechos dejaron claro desde el comienzo la posición del actual Gobierno

Pero los obstáculos para este proceso estaban lejos de terminar. Las elecciones de 2014 removieron el tablero político tunecino, otorgándole el poder a Nidá Tunis, un partido liderado por una prominente figura del antiguo régimen. La posición del actual Gobierno es clara respecto a la labor de la IVD y la construcción de una nueva memoria colectiva. “En mi opinión, [la IVD] no ha cumplido su cometido dentro de la justicia transicional”, señalaba en una reciente entrevista el actual presidente la república, Béji Caïd Essebsi.

Un gobierno en contra

“Essebsi quiere pasar la página del pasado. Él está por el olvido”, analiza la periodista Belhassine. Más allá de las palabras, los hechos dejaron claro desde el comienzo la posición del actual Gobierno. Con un presupuesto anual que ha de pasar por el parlamento, la IVD ha tenido serias dificultades desde 2014 para contar con una financiación suficiente para cumplir sus objetivos.

Además en este tiempo el Ministerio del Interior y otras instituciones públicas se han negado a facilitar a la comisión el acceso a los archivos confidenciales del Estado que recogen buena parte de las pruebas de los abusos cometidos en las últimas seis décadas. Documentos esenciales para emprender juicios penales contra sus responsables.

El último revés al proceso llegó hace apenas unos meses. En septiembre la cámara legislativa aprobó la conocida como ley de “reconciliación administrativa”. En la práctica, una especie de amnistía para buena parte de los funcionarios de la dictadura investigados por corrupción. Precisamente una de las patas claves del antiguo régimen que investiga la IVD.

Su aprobación soliviantó a parte de la sociedad civil y a organizaciones como el Centro Internacional por la Justicia Transicional (ICTJ, por sus siglas en inglés), entidad que ha acompañado a Túnez en todo este camino. “Esta ley envalentona a los corruptos, los poderosos y los bien conectados, mientras que socava las leyes y las instituciones puestas en marcha desde la caída de Ben Alí para luchar contra la corrupción generalizada”, señaló su presidente.

¿Cierre en falso?

A falta de poco más de tres meses para su cierre oficial son muchas las incógnitas que rodean a la IVD. Para empezar si su presidenta solicitará formalmente la prórroga de un año que contempla la ley para, de algún modo, terminar el trabajo empezado. Los críticos sostienen que en el tintero todavía quedan demasiados puntos que tratar. “La IVD no ha acabado todos los interrogatorios, no ha escuchado a todas las víctimas, no se han creado las cámaras especializadas…”, asegura una fuente conocedora del proceso.

Este último asunto guarda especial relevancia. La legislación aprobada en 2013 recoge la creación de juzgados especiales para investigar aquellos casos en los que la responsabilidad de funcionarios del Estado sea evidente; y por tanto, su condena plausible. Aun así estos tribunales aún no se han puesto en marcha, como tampoco las indemnizaciones económicas a las víctimas. Dos aristas que han dañado gravemente la confianza de la sociedad civil en el proceso.

Las protestas de esta última semana están encabezadas por un movimiento juvenil cuyo nombre plantea una pregunta clara: Fesh nastanneu? Es decir, “¿a qué esperamos?”

Las dificultades y la lentitud en los progresos de la IVD entroncan directamente con la compleja transición en la que está inmersa la sociedad tunecina desde hace más de un lustro. Las protestas de esta última semana, muy relevantes en los barrios más populares de la capital y en las ciudades del olvidado interior, están encabezadas por un movimiento juvenil cuyo nombre plantea una pregunta clara: Fesh nastanneu? Es decir, “¿a qué esperamos?”. 

Arquivado en: Túnez Justicia Magreb
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Análisis
Análisis Más allá del caftán: El reto de preservar el patrimonio lingüístico amazigh
La lengua amazigh es la lengua materna del norte de África. Una lengua afroasiática que fue hablada desde el archipiélago Canario hasta Egipto, abarcando una extensa línea geográfica a la que se suma el Sahel. Actualmente se halla en peligro.
Magreb
Magreb Elecciones presidenciales en el Magreb: incerteza en Túnez, apatía en Argelia
El sábado 7 los argelinos tienen una cita con las urnas, semanas después llegarán los comicios a Túnez. La ciudadanía irá a votar en un ambiente electoral marcado por el autoritarismo y los intentos de exclusión de candidatos opositores.
Magreb
Mundo árabe El norte de África abraza la bandera de Palestina
Las grandes manifestaciones vuelven a las principales ciudades del norte de África para mostrar su apoyo al pueblo palestino y colocan a los gobiernos en una difícil situación por sus recientes acuerdos con el Estado de Israel.
María
14/1/2018 22:45

Fantástico y documentado artículo

2
1
Gasto militar
Gasto militar ¿De dónde sacará Sánchez el dinero para financiar el incremento del gasto en defensa?
La promesa de aumentar las partidas presupuestarias militares necesita redirigir 10.471 millones de euros para alcanzar el 2% del PIB. Cumplirlo este año abre a su vez un grave problema para hacerlo en 2026.
Salud
El precio justo La nueva ley del medicamento o estrategias para bajar el precio de los genéricos (que son caros)
En España pagamos de media un 10% más por los medicamentos genéricos que consumimos que en el resto de la UE. Al mismo tiempo, nuestro gasto farmacéutico ha aumentado un 33% en la última década.
Israel
España El Gobierno español vuelve a romper su compromiso de no comprar armas a Israel
El Ejecutivo de Pedro Sánchez adquiere armamento israelí por valor de 6,6 millones de euros a pesar de haberse comprometido a un “embargo total”.
Israel
Israel Nuevos contratos de compra de armamento a Israel tensan la situación del Gobierno
El incumplimiento del compromiso al “embargo total” por parte del PSOE deja críticas de Sumar y la opción de romper la coalición por parte de Izquierda Unida. El Ejecutivo asegura que está buscando la manera de rescindir el contrato.
Gobierno de coalición
Carrera armamentística Izquierda Unida denuncia incumplimiento del PSOE y habla de “crisis de Gobierno”
El aumento del gasto en defensa y la compra de armas a Israel, a pesar del compromiso de no hacerlo, ha enfadado a tres pesos pesados de la coalición.

Últimas

There Is Alternative
There Is Alternative De redes, software, cacharritos y todo lo que no sea Elon Musk | TINA #1
Primer programa del podcast There Is Alternative de El Salto Radio sobre el lado oscuro de la tecnología y sus alternativas éticas y responsables.
Opinión
Opinión Priorizar bombas sobre camas de hospital
El presupuesto público parece tener siempre un límite cuando se trata de contratar personal o mejorar infraestructuras en Sanidad. Pero no lo tiene cuando se trata de gasto militar.
Opinión
Guggenheim Urdaibai Respuesta al Agirre Center: no participaremos en este juego con cartas marcadas
VV.AA.
El “proceso de escucha” se invalida a sí mismo al existir un plan ya elaborado y no publicado “de expansión discontinua del Guggenheim de Bilbao en Urdaibai”.
Más noticias
Estados Unidos
Extrema derecha Los beneficios de Tesla caen un 71% y Musk anuncia que reducirá su colaboración con Trump
Las protestas contra Elon Musk funcionan y hacen caer los beneficios y el valor en bolsa de la compañía. El anuncio del millonario hace que las acciones de Tesla crezcan cerca de un 5% en apenas unas horas.
Comunidad de Madrid
Huelga de universidades públicas Con un gigantesco mural profesorado y alumnado exigen más inversión en las universidades públicas de Madrid
Después del encierro del pasado 7 de abril, una espectacular acción de la comunidad universitaria ha llamado la atención sobre el recorte de recursos que prevé el gobierno de Díaz Ayuso en su nueva ley de universidades.
Laboral
Laboral Tres nuevos días de huelga para parar el ERE en Bridgestone
Los sindicatos de forma unánime convocan paros los días 24, 25 y 26 de abril y no descartan ampliar las acciones de lucha para evitar el despido de 546 trabajadores.

Recomendadas

Medio ambiente
Medio ambiente Que papel xoga Abanca no proxecto da celulosa de Altri en Galiza?
A sociedade público-privada Impulsa Galica, que cimentou os primeiros plans da multinacional papeleira e Greenalia está participada fundamentalmente pola Xunta e polo banco que xurdiu da desastrosa fusión das caixas de aforro galegas.
El Salvador
El Salvador El caso Ábrego García destapa el turbio pacto de Trump con Bukele
El joven salvadoreño no ha sido condenado ni en Estados Unidos ni en su país de origen, pero es uno de los cientos de personas con la vida pendiente de un hilo por las políticas de Trump y Bukele.
Historia
Historia Miguel Martínez: “En Villalar, la izquierda arrancó los comuneros al franquismo”
Miguel Martínez, profesor de historia y literatura españolas en la Universidad de Chicago, analiza desde una óptica progresista la Edad Moderna, el momento histórico fetiche de las derechas españolistas.