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Pista de aterrizaje
“Aquí la mayoría de las trabajadoras del hogar no tienen derecho a paro”
Hablamos con Leonor Jiménez y Montserrat Clos, del Colectivo La Mirada Invertida, sobre su proyecto 'Boconas' y sobre el trabajo doméstico en España y Bolivia.
Leonor Jiménez y Montserrat Clos son integrantes del colectivo La Mirada Invertida. Con Sofía Fernández firman la dirección del documental Boconas, producido por la Asociación Andaluza por la Solidaridad y la Paz (ASPA). Boconas refleja historias de mujeres indígenas y trabajadoras del hogar de Bolivia que han sobrevivido a discriminaciones sociales, raciales y de genero en su entorno. El documental ha ganado tres premios: mención en el festival Ficwallmapu de Chile, en el área temática “Derechos de las Mujeres”; mejor largometraje documental en V Dona i Cinema —Mujer y Cine— Woman & Film (España) y mejor dirección en el Festival de Cine Político Dirigido por Mujeres.
¿Cómo surge la chispa para hacer Boconas?
A raíz del documental Cuidado, resbala, estrenado en 2013, ASPA nos propone hacer Boconas, que es un proyecto subvencionado por la agencia de cooperación de la Junta. El proyecto estaba aprobado, pero con la crisis no tenían los fondos y estuvo dos o tres años paralizado. Cuando aparecieron los recursos, la persona que lo ideó ya no estaba. Entonces se preguntaron: “Quién puede hacer el documental?”. Fue ahí cuando llegamos.
Boconas forma parte de un proyecto mucho más amplio de acciones educativas por medio del audiovisual...
A través de las trabajadoras del hogar se podía trabajar un montón de temas de educación global: género, clase, migración, infancia, violencia estructural... Se nos ha dado mucha libertad para proponer cambios. Entonces planteamos Fragmentos, que no era solamente el rodaje del documental, también estaba incluido un webdoc, un manual para facilitadoras y talleres de audiovisuales en Málaga, Córdoba y Granada. Todo ese material esta disponible en la web aspafragmentos.org para ser usado por quien quiera y donde también estará la versión online de Boconas a partir de febrero.
La ley de las trabajadoras del hogar boliviana es diez años anterior a la española, pero no se aplica
¿Qué diferencias o similitudes habéis podido notar entre las trabajadoras del hogar de Bolívia y España?
Allí son mujeres indígenas que acaban trabajando en ciudades como trabajadoras del hogar y aquí son mujeres migrantes que no son trabajadoras del hogar en su país de origen. Son mujeres universitarias las que vienen de trabajadoras del hogar a España. Allí está muy presente la servidumbre. Se piensa que la mujer indígena ha nacido para servir. En Bolivia, la ley de las trabajadoras del hogar es diez años anterior a la española; es muy avanzada, pero en la práctica no se aplica.
Aquí la mayoría de las trabajadoras del hogar cotizan para la pensión, pero no tienen derecho al desempleo. Hablamos de que es un régimen general especial porque no hay derecho a paro. Cotizan para la pensión, pero no tienen derecho al desempleo. Al final, son las personas las que se organizan para mejorar la ley y que se concreten los pocos avances que hay en esas normativas.
¿Cómo se da esa organización?
Allí se hace a través de los sindicatos. Sin embargo, la potencia que tiene el sindicato minero, por ejemplo, no tiene nada que ver con lo débil que es el sindicato de las trabajadoras de hogar. Son sindicatos menos fuertes, con menos poder de hacer presión al Gobierno. Aquí esa articulación se da más por organizaciones, una es Territorio Domestico que montó una asociación llamada Senda de Cuidados que funciona como intermediaria entre la persona que contrata y las trabajadoras del hogar para asegurar unas mínimas condiciones laborales.
¿Cómo está el asunto de la financiación para los documentales en Andalucía? ¿Con qué redes contáis?
La financiación esta más en el sector del cine. Es difícil contar con alguien en pequeñas asociaciones o colectivos que se dedique íntegramente a buscar financiación. Como los proyectos que trabajamos tienen una parte de sensibilización es complicado conseguir los fondos del cine para subvencionar estos proyectos. Al final se financian con el dinero de la cooperación, a través de las ONG del tercer sector que ven en el audiovisual una herramienta muy potente de transformación, sensibilización, y apuestan por las pequeñas asociaciones que nos dedicamos al tema social.