América Latina
América Latina 2019, un repaso

Iniciamos 2020 y siempre es oportuno y necesario mirar al inmediato pasado para poder ver dónde estamos y definir así mejor hacia donde camina, en este caso, América Latina.

Caravana México Estados Unidos
La caravana de migrantes, en ruta hacia Estados Unidos. Foto: Embajada de Uruguay

Mugarik Gabe

30 ene 2020 05:00

Una afirmación evidente sobre el paso del tiempo y un pronóstico inmediato en el marco espacio temporal: finaliza el 2019 y percibimos que 2020 será, a pesar de ataques, de claro-oscuros, de dudas y certezas, un año cargado de futuro prometedor en América Latina.

En los últimos tiempos, en especial en 2019, aumentó la revisión crítica sobre el momento en que estaba el continente latinoamericano. Se ha discutido así sobre el fin del llamado ciclo progresista, sobre su agotamiento y cierta frustración respecto a los logros conseguidos en unos y otros países. Se constató, sobre todo en el último año, el hecho de que se estaba entrando en una fase larga de reversión de los cambios y transformaciones habidas con todo lo que esto suponía de pérdida de derechos, de democracia y de libertades. Fase esta en la que las élites políticas y económicas dominantes, precisamente aquellas que se han apropiado de esos conceptos políticos, nuevamente ganaban espacios para la vuelta a la ortodoxia neoliberal. Esto, sin duda alguna, generaba una angustia existencial real para las grandes mayorías y para los diversos colectivos que habían visto en los últimos años una mejora de sus condiciones de vida y un crecimiento en el reconocimiento y, sobre todo, en el ejercicio de sus derechos individuales y colectivos.

Incidía en esas oscuras perspectivas también el hecho de los golpes de estado, llamados blandos pero golpes al fin y al cabo, y el refortalecimiento de las opciones electorales y fácticas de las oligarquías en la mayoría de países del continente. Respecto a los primeros, los golpes de estado, pasaban ahora, con el ejemplo de Bolivia, a no ser blandos, sino a retrotraernos claramente a aquellos más duros que se daban en el siglo pasado. La intervención directa de lo policial-militar en este golpe y la brutal represión (35 muertos, cientos de heridos y detenidos, exiliados y refugiados políticos nuevamente, etc.) así lo atestiguan. Por otra parte, a los países que nunca salieron del neoliberalismo (Centroamérica, Chile, Perú, Colombia) se les habían unido otros como Argentina, Ecuador o Brasil, con una clara vuelta a este sistema, mientras el asedio local e internacional crecía hacia el resto de los que aún se mantenían en el camino de los cambios y transformaciones sociales.

Asistimos así al hecho innegable de que las políticas de derecha y ultraderecha se han ido asentando en detrimento de los derechos de las personas, de los de la naturaleza y de la democracia y las libertades

Asistimos así al hecho innegable de que las políticas de derecha y ultraderecha se han ido asentando en detrimento de los derechos de las personas, de los de la naturaleza y de la democracia y las libertades. América Latina fue el gran laboratorio del neoliberalismo en las últimas décadas del siglo XX y ahora retornaba a estas políticas con la suma en la ecuación de la evidente venganza de clase que traían los regímenes de ultraderecha (Brasil, Guatemala, Bolivia) y la determinación por acabar con todos los avances habidos de una manera acelerada para sepultar esos procesos. El expolio y destrucción de los territorios (Amazonía, minería a cielo abierto, forestales, hidroeléctricas…), así como los recortes de derechos (sociales, laborales, políticos…) aumentan con el dominio de oligarquías y transnacionales que imponen las viejas recetas de explotación salvaje para aumentar sus cuentas de resultados y, sobre todo, sus tasas de beneficios a cualquier precio.

Sin embargo, si atendemos a una revisión más global y profunda de una década que va concluyendo con el 2019 percibimos también que habiendo fuertes claro-oscuros, no solo éstos últimos han dominado el panorama de América Latina en estos últimos 12 meses. Este año ha contado igualmente con pasos esperanzadores del resurgimiento de los movimientos sociales como fuerzas que pueden cambiar las sociedades (Ecuador, Chile, Colombia).

Cierto es que el escenario no es alentador, que los golpes han sido fuertes y que el continente sigue siendo el pionero en el aumento de la brecha de las desigualdades. Sin embargo, la relectura ahora de este año recién concluido nos lleva a comprender que América Latina sigue siendo un continente vivo, sugerente y central en la construcción de alternativas y de las luchas por las mejoras de las condiciones políticas, sociales, económicas y culturales. Las mismas que deben de alcanzar a las grandes mayorías revirtiendo situaciones de injusticia social, de destrucción medioambiental, de patriarcados y machismos, de continuas violaciones a los derechos de los pueblos. Cuando incluso en la vieja Europa se producen procesos de recorte de libertades y hay un ostensible crecimiento de opciones ultraderechistas, con sus cargas de racismo, machismo y fascismo, en el continente americano se sigue poniendo freno a procesos similares y tejiendo alternativas para la construcción de sociedades verdaderamente democráticas y realmente justas.

Un sencillo y breve repaso de este 2019 nos lleva a reconocer las luchas de meses contra el neoliberalismo y la corrupción en Haití, Guatemala, Ecuador, Chile, Colombia. Nos permite entender mejor las demandas en el global del continente de los movimientos feministas que se extienden cuestionando estructuras de siglos de machismos y patriarcados. Nos vislumbra la determinación de los pueblos indígenas por defender su identidad, su dignidad y los territorios frente a transnacionales que solo los expolian y gobiernos que pretenden su vuelta a la invisibilidad (Guatemala, Brasil, Bolivia, Colombia). Nos muestran infinidad de organizaciones y movimientos sociales vivos en barrios, comunidades, urbes y campos que por la vía de la protesta social y/o la electoral consiguen cuestionar profundamente o acabar con algunos de los aparentes oasis de la estabilidad neoliberal (Chile, Ecuador, Argentina).

Esta es América Latina en las primeras semanas de 2020. Cierra el año 2019 no solo con una mirada a lo vivido, sino con la vista puesta en la puerta que se entreabre a un futuro de justicia social, democracia real y libertades verdaderas para todas y todos, no cercenadas en el continente por parte de las “élites siempredominantes”.

Arquivado en: América Latina
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Opinión
Opinión Con el hocico destruido: nombrar un mundo que se cae a pedazos
El libro de Calderas puede leerse como un cuerpo-territorio, un emplazamiento en el que lo individual se entrelaza con una historia familiar marcada por la herida migrante, por el expolio de la tierra, por la dominación cultural de la colonización.
Opinión socias
Opinión socias No me voy, estoy llegando
Que Uruguay sea hoy vanguardia en derechos sociales de América Latina tiene la firma de un presidente que durante su mandato vivía en una chacra y donaba el 90% de su sueldo a organizaciones sociales.
Medio rural
Medio rural A esperanza da xestión colectiva fronte ao espolio: os comuneiros de Tameiga contra o Celta
Mentres varios proxectos industriais tentan privatizar e destruír os ecosistemas galegos, algúns grupos de veciños e veciñas organizadas fan oposición social construíndo alternativas comunitarias. Ás veces, tamén gañan ao xigante.
Ourense
Ourense Ourense organízase para loitar contra patrullas de extrema dereita nos barrios máis empobrecidos da cidade
A veciñanza e os movementos sociais responden ao discurso do medo promovido por Frente Obrero e sinalan a súa estratexia de criminalizar a pobreza e sementar odio en contextos de exclusión e abandono institucional.
O Salto medra contigo
Crowdfunding O Salto Galiza abre un crowdfunding para empapelar Altri
Queremos investigar os responsables políticos e empresarias do que podería ser o maior atentado ambiental da historia recente de Galiza.

Últimas

O Teleclube
O Teleclube 'O Teleclube' alucina no deserto con Óliver Laxe e 'Sirat'
Laxe leva o seu cuarto premio de Cannes, esta vez en competitición, polo seu novo filme que explosiona na gran pantalla.
A Catapulta
A Catapulta O tempo, o espazo e a poesía de Estíbaliz Espinosa
A poeta visita A Catapulta para conversar sobre o seu traballo e a súa traxectoria literaria

Recomendadas

Feminismos
Feminismo Dous anos sen reparación tras sufrir lesbofobia nun Rexistro Civil de Pontevedra cando ían inscribir a seu fillo
Un funcionario negouse a inscribir ao fillo de Antía e a súa parella. Un erro de redacción na lei trans está detrás dos argumentos que o funcionario esgrime para defender a súa actuación.
Culturas
Erika Lust y Sara Torres “El deseo tiene una potencia inagotable para transformar la realidad si lo liberamos de las normas”
Sexo, deseo o ética del placer son algunos de los temas que hilan la escritora Sara Torres y la productora de cine porno Erika Lust en ‘La abundancia del deseo’.
Medio ambiente
Medio ambiente Iberdrola proxecta un parque eólico que pon en risco un dos maiores xacementos fortificados de Galiza
A Xunta vén de declarar a utilidade pública para o parque eólico Castro Valente, a pesar de que a súa construción está suspendida cautelarmente polo Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.