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Arte
Una exposición en el Museo del Prado con las obras de su fondo robadas por el franquismo
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha registrado una petición en el Ministerio de Hacienda y Función Pública para que el Museo del Prado organice una exposición que, bajo el título Incautados, muestre las obras de las que se apropió el franquismo mediante amenazas o violencia y se explique el modus operandi del proceso de represión sobre el patrimonio que llevaron a cabo las instituciones franquistas.
En la actualidad, el Museo del Prado investiga un total de 62 obras de sus fondos cuya procedencia podrían ser las incautaciones de la dictadura, principalmente de la Comisaría General del Patrimonio Artístico Nacional, creada en 1939 y heredera del Servicio de Defensa del Patrimonio Artístico Nacional, creado por un decreto firmado por el dictador Francisco Franco, del 22 de abril de 1938, destinado a “reorganizar el servicio de recuperación del Patrimonio artístico nacional y también de las obras de arte de propiedad particular sometidas a los azares de la guerra”.
Por ello, la ARMH ha propuesto al Museo del Prado que, mientras se lleva a cabo esta investigación, organice una exposición con esas obras en la que también se cuente la historia de los distintos organismos que se encargaron de recuperar “las obras de arte sometidas a los azares de la guerra”. Emilio Silva, presidente de la ARMH, opina que “esos azares fueron en la mayoría de los casos operaciones de saqueo y botines de guerra obtenidos a punta de pistola. Sabemos la alegría con la que la familia del dictador entraba con las manos vacías en las dependencias del Patrimonio Nacional y salía con las manos llenas”.
En septiembre, el Museo del Prado anunció que ha recopilado y publicado el listado completo de obras depositadas en sus colecciones provenientes de la Comisaría General de Defensa del Patrimonio Artístico y que “probablemente” fueron incautadas por la Junta de Incautación y Protección del Tesoro Artístico durante la Guerra Civil.
Se trata, según la pinacoteca, de 25 obras documentadas. En 22 de los casos este origen ya constaba de manera expresa en su ficha publicada en la web. En los tres casos en los que no es así, es debido a que el mal estado de las pinturas hace que carezcan de ficha en el portal de acceso a colecciones, aunque están catalogadas en el sistema de gestión de la colección del Museo.
De estas obras, 17 pinturas fueron entregadas al Museo del Prado por la Comisaría General del Patrimonio Artístico Nacional entre 1940 y 1942; cinco pinturas entregadas al Museo de Arte Moderno, procedentes de la Comisaría General del Patrimonio Artístico Nacional (1942), una pintura fue entregada al Museo de Arte Moderno, procedente de la Comisaría General del Patrimonio Artístico Nacional (1943), pero quedó en el Museo de Arte Contemporáneo y pasó al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, desde donde se adscribió al Museo del Prado en 2016 por reordenación de colecciones. También figuran un frutero y un reloj procedentes de la Comisaría General del Patrimonio Artístico Nacional.
Esta cifra inicial podría ser mayor al hilo de los últimos estudios del experto en patrimonio y Guerra Civil, el catedrático y profesor emérito Arturo Colorado Castellary. Por ello, el Museo Nacional del Prado decidió abrir formalmente una vía de investigación sobre la posibilidad de que algunas de las obras presentes en su colección provengan de incautaciones realizadas en el periodo de la Guerra Civil o durante el franquismo.
Según Silva, una exposición con estas obras serviría “para contar la propia historia del Museo del Prado, para explicarle a la sociedad lo que fueron las incautaciones, para hacer una reparación simbólica y quizá para ayudar a encontrar a los legítimos propietarios de las obras y poder restituirlas”.
Casualmente, el Prado ha adelantado hoy mismo cuáles serán las principales novedades de su programación durante 2023. La institución dirigida por Miguel Falomir dará importancia a la pintura barroca en sus actividades en la primera parte del año. Así, dedicará al “divino” Guido Reni y su obra una gran exposición que coincidirá en el tiempo con la dedicada a Herrera “el Mozo” y el Barroco total. En primavera, el museo exhibirá obras del Greco, Goya y Velázquez procedentes de la Frick Collection que, de manera excepcional y por primera vez, podrá contemplarse en nuestro país. En la segunda mitad del año, el Museo del Prado dirigirá de nuevo su mirada a terrenos poco explorados analizando la imagen del judío en la Edad Media y reflexionará sobre la paradójica y sorprendente condición de la obra de arte. No parece, según este avance, que la exposición de las obras incautadas por la dictadura esté en la programación inmediata del museo. Habrá que esperar.