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Fronteras
Nueva amenaza de ruptura del Gobierno alemán por los refugiados
La canciller alemana se reúne esta tarde con su ministro de Interior para evitar una ruptura del Gobierno de coalición. Los socios bávaros de Merkel insisten en que Alemania adopte por su cuenta medidas de control de fronteras tras el pasado Consejo Europeo.
El acuerdo europeo sobre asilo y inmigración alcanzado la madrugada del viernes no terminó de aplacar a los aliados socialcristianos de Ángela Merkel en el Gobierno. La canciller alemana y otros líderes de su partido se reúnen esta tarde con Horst Seehofer, ministro de Interior y líder de la CSU (Unión Socialcristiana), para intentar convencerle de que no presente su dimisión, tal y como amenazó Seehofer este domingo en desacuerdo con el compromiso sobre migración alcanzado por los primeros ministros y jefes de Estado europeos. Una dimisión supondría la ruptura del gobierno de coalición entre CDU, SPD y CSU, alcanzado en marzo tras 6 meses de negociaciones.
Seehofer amagó con la dimisión este mismo domingo durante un encuentro de 8 horas con la dirección de la CSU. Según la agencia Deutsche Press, voces del partido le convencieron de mantenerse por lo menos hasta la reunión de hoy. Los socios bávaros de la CDU siguen manteniendo su intención de rechazar en la frontera a aquellos inmigrantes que hayan presentado su solicitud de asilo en otro país, una medida que compromete los intentos de negociaciones bilaterales -entre otros, con el Gobierno español- que Merkel logró sacar adelante durante el último Consejo Europeo.
Italia
Racismo en la UE: los ministros del Interior se hacen con la política exterior
Nacionalismos. Racismo y xenofobia en Europa, contra migrantes y gitanos, alimentados por fuerzas marginales que los utilizan para aumentar el consenso y mantener el poder.
El alcance real de la división es difícil de precisar, según está publicando la prensa alemana. A nadie se le escapa que las elecciones bávaras están a la vuelta de la esquina (en octubre), y que la CSU quiere mantener su hegemonía política en el Estado con un giro esencialista a la derecha: este mismo año han presentado una ley para colocar crucifijos a la puerta de todos los edificios públicos bávaros, en un claro intento por competir con los discursos esencialistas y antiislámicos de la extrema derecha de Alternativa Por Alemania. Por otra parte, Merkel consiguió que el acuerdo del Consejo Europeo tuviera en cuenta las urgencias alemanas por redirigir a los solicitantes de asilo que se encuentran en Alemania a los países de entrada como España o Italia. El Presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se refirió a ese acuerdo en su rueda de prensa posterior al Consejo, pero el compromiso del Gobierno de Giuseppe Conte con el texto aprobado en Bruselas sigue siendo dudoso.
La cuestión es si el liderazgo de la CSU estará dispuesto a romper su tradicional alianza con la CDU y con ella el actual Gobierno si esto le impide ejercer presión desde el ministerio de Interior. Según informa Carmela Negrete, el diario amarillista Bild sí da cuenta de que los otros socios de la coalición, los socialdemócratas del SPD, dan por descontada la crisis de Gobierno y preparan ya unas nuevas elecciones.
Una encuesta de FG Wahlen publicada la semana pasada mostraba un fuerte apoyo (del 91%) a que la política alemana de fronteras sea acordada con los socios europeos. Que la creación de centros de detención en terceros países como Libia o los 500 millones de euros adicionales para el Fondo Fiduiciario Para África (señalado por la ONG Transnational Institute como una vía para financiar a regímenes autoritarios) sean interpretados dentro de un marco no solo posibilista sino integrador da una idea del atolladero en que se encuentra metida la política europea.