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Laboral
ERC y Junts acceden a las peticiones de CGT tras 25 días de huelga en la recogida de residuos del Baix Camp
El Baix Camp es una comarca situada en Tarragona en la que viven más de 185.000 personas. Sus residuos los recogen los Serveis Comarcals Mediambientals SA (Secomsa), empresa pública que llevaba veinte meses enrocada a la hora de negociar el nuevo convenio colectivo. Tras 25 jornadas de huelga indefinida liderada por CGT, los trabajadores han obtenido “una victoria histórica”: casi todo lo que pedían, según queda reflejado en el acuerdo de fin de huelga que han firmado a las 14.30h.
El gobierno comarcal (presidido por ERC), la empresa (presidida por Junts per Catalunya) y el comité de empresa (liderado por CGT) han pactado una reducción de 37,5 a 35 horas semanales de jornada laboral, un incremento salarial del 2% —el máximo permitido a empleados públicos—, renovación de la flota, un plan de mantenimiento y limpieza de vehículos, un incremento del plus de antigüedad, un incremento a tres días de asuntos propios (de seis a nueve), convocatoria de cuatro plazas vacantes de fijo discontinuo que no están cubiertas y que la negociación final del convenio colectivo se firme antes del 31 de diciembres para que estas mejoras sean efectivas a partir del 1 de enero de 2025.
Con todo ello han conseguido indirectamente evitar que se privatice el servicio, algo que perseguían el PP, Vox y Ara Reus. “Queremos dejar claro que esta lucha en defensa de los derechos de los trabajadores es una lucha por la mejora de los servicios públicos, porque quieren desmantelarlos para tener una excusa para privatizarlos”, destaca Jorge Fernández, de CGT Baix Camp Priorat.
“Esta huelga ha sido un ejemplo para el sector de la limpieza y ha sido posible gracias a la unidad de la plantilla, la caja de resistencia y la solidaridad”
Fernández apunta a que el éxito de esta “victoria brutal” ha sido la “unidad de la plantilla, la caja de resistencia y la solidaridad”. “Esta huelga ha sido un ejemplo para el sector de la limpieza”, añade. El delegado de Secomsa de CGT, Ignasi Risalde, señala que ha sido la huelga, como herramienta de lucha, lo que finalmente “ha forzado a la empresa a negociar”, tras negarse a ello durante veinte meses y acumularse la basura durante 25 días en las calles.
El viernes pasado se estuvo a punto de llegar a un acuerdo con el Consell Comarcal, gobernado por ERC y Junts, pero se rompió finalmente. Esta semana, la represión contra los piquetes se incrementó y los Mossos d’Esquadra mandaron siete furgonetas de agentes antidisturbios, un dron y una excavadora. Por su parte, ayuntamientos afectados por la no recogida de la basura encargaron a las brigadas municipales la retirada de los residuos, cometiendo una posible vulneración del derecho a huelga.
El comité de empresa de Secomsa lo forman seis delegados de CGT y tres de UGT. La plantilla está compuesta por alrededor de 160 trabajadores. Secomsa retomará mañana su actividad habitual, aunque muchos trabajadores volverán a hacer huelga, esta vez, por la convocatoria estatal de CGT y Solidaridad Obrera para denunciar el genocidio de Gaza.