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Menos de 24 horas para la derogación de la Ley Trans de Madrid: “Nadie nos va a decir quiénes somos"
El sábado pasado saltaba la noticia. Se comparte por redes: “Las leyes LGTBI, trans y de Simplificación se aprobarán en pleno el 22 de diciembre en la Asamblea de Madrid”, es decir menos de siete días para el recorte de derechos de las personas trans, que desde algunas semanas sabían que esto podría ocurrir pero desconocían con cuánta premura se podía tramitar la derogación de las disposiciones clave en la Ley Trans de la Comunidad de Madrid.
A menos de 24 horas del pleno se ha convocado la última concentración en repulsa, en la plaza de Chueca en el centro de la capital. Un centenar largo de personas corean las consignas de como “fuera fascistas de las instituciones”, “contra la violencia parlamentaria, diversidad no binaria” o “saquen sus manuales de nuestros genitales”.
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Derechos LGTBI Colectivos LGTBIQ+ coinciden en que Ayuso eliminará los derechos ganados con las leyes autonómicas de 2016
La reforma de este viernes es el primer retroceso legislativo en derechos LGBTIAQ+ en España en cuatro décadas. Se elimina el concepto de “identidad de género” o “autodeterminación”, vuelven los exámenes médicos para personas menores y desaparece el Consejo encargado de velar por el cumplimiento tanto de la ley trans como de la LGTBI+.
En el manifiesto, se declaran “cansades de no poder llamarnos como queramos, hormonarnos cuando y como queramos, operarnos de lo que queramos”
En la concentración de este jueves se ha gritado contra el “tutelaje” y “una serie de aros y trabas” por las que tendrán “que volver a pasar si se modifican” las leyes. En el manifiesto, se declaran “cansades de no poder llamarnos como queramos, hormonarnos cuando y como queramos, operarnos de lo que queramos”. Y añaden: “Nuestras cuerpas son nuestras y solo nosotres decidimos, ni médiques, ni psicólogues ni psiquiatras”.
La ley trans (2/2016) y contra la LGTBIfobia (3/2016) se aprobaron durante el gobierno de la ‘popular’ Cristina Cifuentes tras un largo proceso. Hoy preside el Partido Popular y la Comunidad de Madrid Isabel Díaz Ayuso, quien en su momento defendió las nuevas normas en redes sociales: “No se va a hacer ingeniería social a costa de nadie” o “Se trata de explicar que ellos son el 10% de la población y son personas” fueron algunas de sus publicaciones en X, antes Twitter.
Su posición y la de su partido, con mayoría absoluta en la Asamblea de Madrid, ya no es la misma. El PP da marcha atrás. Para empezar, desaparecen los términos de “autodeterminación” e “identidad de género”. “Esto es psiquiatrizarnos de nuevo. Ya no es identidad, sino condición médica”, denuncia un integrante de Trans en Lucha, colectivo convocante de la concentración.
"Desaparecen los términos de 'autodeterminación' e 'identidad de género'. Esto es psiquiatrizarnos de nuevo. Ya no es identidad, sino condición médica”, denuncia un integrante de Trans en Lucha
También se recuperan los exámenes médicos y psicológicos antes de que una persona menor inicie un proceso de cambio de sexo, además de impedir el cambio de la documentación administrativa autonómica antes de la modificación del DNI.
En el ámbito institucional, se elimina el Consejo LGTBI de la Comunidad de Madrid o el Centro de Documentación y Memoria Histórica LGTBI. En el judicial, se suprime la inversión de la carga de la prueba ―que la persona acusada demuestre su inocencia― o la discriminación por error ―la violencia recibida no es acorde a la identidad de la persona, como puede ser que a una persona trans se le lancen insultos homófobos―.
Estos son cambios directos y fáciles de identificar. Otros pueden no serlo tanto. La atención a las personas trans en procesos de hormonación estaba descentralizada con el texto original, pero con la reforma se recentraliza en la Unidad de Identidad de Género, ahora Unidad de Intersexualidad y Transexualidad (UIT).
Esto, indican en Trans en Lucha, es probable que redunde en listas de espera más largas al atender al mismo número de demandantes sin ampliar plantillas. Además, el acompañamiento psicológico se hace obligatorio, con lo que se alarga el proceso. Y estos profesionales podrían impedir el tratamiento si no ven a la persona “suficientemente trans”: “ni une juece, ni une médique ni nadie debería poder poner trabas a nuestra disidencia y a nuestra pluma”, claman les activistas en su manifiesto.
“Ni queremos ni necesitamos asimilarnos a la población general, pero sabemos que es difícil hacer una vida sin los derechos humanos más básicos y por eso estamos aquí”
En ese texto, explican que “pedirle cositas al Estado” no es la única ni la mejor manera de hacer activismo, pero consideran “estratégico” luchar por defender “los avances conseguidos en el marco legislativo”. “Ni queremos ni necesitamos asimilarnos a la población general, pero sabemos que es difícil hacer una vida sin los derechos humanos más básicos y por eso estamos aquí”, afirman.
Pasada una hora de la concentración les activistes terminan de leer su manifiesto bajo unas luces navideñas que, en la Plaza de Chueca, se iluminan con la bandera LGBTIAQ+ y la trans. “Seguiremos con nuestras demandas. Nadie, nadie, nos va a decir quiénes somos”, anuncian desafiantes.