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Medio ambiente
Turismo de cruceros: buenas noticias para FITUR, malas para el medio ambiente
Organizaciones ecologistas aprovechan la celebración del macroevento del turismo en Madrid —FITUR 2020— para recordar lo que esconden las buenas cifras del desarrollo de la industria de cruceros: sus impactos socioambientales. España lidera la lista de países más contaminados por este tipo de transporte.
El turismo de cruceros está en auge. En quince años el número de pasajeros se ha multiplicado por tres: de 9,3 millones de personas en 2003 a los casi 30 millones de 2018. De estos, más de 10 millones llegaron a las costas de España: un dato que se contará en positivo en la Feria Internacional del Turismo —que acoge Madrid desde el 22 al 26 de enero—, pero que implica un negativo coste social y mediombiental.
España lidera la lista de países más contaminados por cruceros según un estudio de la federación Transport & Environment, de la que forma parte Ecologistas en Acción. El estudio, publicado en junio, analizaba las emisiones contaminantes del aire por parte de los cruceros europeos y concluía que los aerosoles de sulfatos formados por las emisiones de óxidos de azufre “incrementan los riesgos para la salud humana y contribuyen a la acidificación de los sistemas terrestres y acuáticos”. Los puertos de Barcelona y Palma de Mallorca, según la investigación, se situaban a la cabeza de contaminados en la clasificación por ciudades.
Turismo
Barcelona y Palma, a la cabeza de Europa en contaminación por cruceros
España lidera la clasificación europea de países más contaminados por las emisiones de estos grandes buques, según la federación Transport & Enviroment.
Según datos publicados por la Cruise Lines International Association (CLIA), en 2019 la mayoría de pasajeros —11,9 millones— de cruceros procedía de Estados Unidos. El documento recoge también datos económicos que corroboran el crecimiento del sector, cifrando en 134 miles de millones de dólares la producción total del sector en 2017.
Sin embargo, Ecologistas en Acción denuncia que “bajo las cifras de éxito económico que prodigan el sector y las administraciones, está un ámbito donde se concentran corporaciones registradas en paraísos fiscales y con barcos que utilizan banderas de conveniencia de Bahamas, Malta, Panamá o las Bermudas para eludir impuestos y normativas laborales y ambientales”. El comunicado de la organización se refiere a cuatro grupos empresariales: Carnival Corporation (con 105 embarcaciones y el 41,8 % del mercado), Royal Caribbean (con 52 barcos y una cuota del 23,3 %), Norwegian Cruise Line (26 naves, 9,4 % del sector) y MSC Cruceros (16 embarcaciones, 8 % del volumen global).
El colectivo recuerda también el precio a pagar por el crecimiento de este tipo de turismo: el informe de junio enunciaba que, en términos absolutos, España, Italia y Grecia son los países europeos más expuestos a la contaminación del aire por las emisiones de los cruceros. Una exposición justificada porque “son destinos turísticos importantes pero también porque tienen regulaciones menos estrictas sobre la limitación de azufre de los combustibles marinos, que permite a los cruceros utilizar combustibles altamente contaminantes a lo largo de sus costas”. “El crecimiento se debe a la política de Puertos del Estado de ampliación de terminales de cruceros y promoción del sector, en connivencia con las administraciones locales y autónomicas”, defienden desde la organización.
Turismo
Megacruceros, leviatanes del turismo marino
El número de cruceristas se ha multiplicado por 25 desde 1992 en España, y el plan es que siga creciendo. Barcelona es ya el primer puerto de este tipo de buques en el Mediterráneo. Las impactos sociales y medioambientales de estos barrios flotantes, estandartes de la industria turística global cada vez más grandes, preocupan a un importante sector de la sociedad.
Más allá de los impactos relacionados con la contaminación y la masificación de las ciudades, los colectivos por el medio ambiente alertan sobre el impacto en los ecosistemas marinos y la alteración de la dinámica litoral por la construcción de terminales. María García, portavoz de Ecologistas en Acción, señala que el primer paso es “un plan de reducción drástico de la actividad en función de los niveles de protección de contaminación atmosférica”.
Se refiere en este punto a que se cumpla la reducción del 7,6 % de las emisiones anuales de gases efecto invernadero, reclamado por la comunidad científica en el último informe de la ONU, para que el mundo logre frenar el calentamiento global en 1,5 °C este siglo. “Además, es fundamental que no se planteen falsas soluciones de lavado verde como está ocurriendo con el gas natural”, añade la portavoz.
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En España pretenden poner trabas y mas trabas a empresas, cruceros y demas con lo de la contaminacion mientras los que mas contaminan como son eeuu y china siguen construyendo sus centrales termicas a carbon gigantes allá donde les apetece. De mientras aqui los gobiernos aprietan igual que en el precio del combustible y lo unico que hacen es joder al pueblo y haciendo que los inversores miren para otros paises como africa con poca legislacion ambiental y mano de obra barata. Y eso sin contar los despidos de las empresas por verse forzados a cambiar ciertas cosas. Y esto señores, nadie quiere darse cuenta.
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