Opinión
Sobre el nuevo desorden mundial

La guerra en Ucrania ha sacado todos los demonios que llevamos dentro y está mostrando, además de la propia dureza de la misma, las contradicciones de un modelo que revienta ya por demasiadas de sus costuras.
Galería la guerra de Lviv - 2
Las estaciones de tren de Lviv se han convertido en el lugar desde el que escapar del país. Edu León

Mugarik Gabe

5 abr 2022 06:00

Hablar del orden mundial suele llevar a pensar en la situación de las grandes potencias y sus intereses en la globalidad del planeta. Sin embargo, en este texto hablaremos del Nuevo Desorden Mundial. Hablaremos de esos grandes estados, pero sin olvidar a aquellos otros que, siempre invisibilizados, siguen jugando un mero papel de subalternos en este desorden, proveedores de recursos y sede de oscuros negocios. Empecemos. 

La mayoría de los analistas políticos coinciden en señalar, no vamos a entrar en la discusión sobre sus capacidades o intereses, que vivimos los tiempos más turbulentos, los más peligrosos, desde la famosa crisis de los misiles en 1962. En aquellas semanas, en plena “guerra fría”, el mundo se calentó al máximo y se acercó al abismo nuclear; 60 años después, los grandes dirigentes del mundo vuelven a llevarnos a un vertiginoso tobogán sin fondo. Dejan de lado los discursos sobre la paz cueste lo que cueste, sobre el dialogo siempre antes que echar más leña al fuego, sobre el valor intrínseco de la diplomacia para solucionar los conflictos, y abocan al planeta a una renovada crisis de los misiles. 

El mundo de nuevo se asemeja a uno de esos viejos mapas en los que este quedaba reducido a las potencias coloniales; el resto era “terra nullius”, que es lo mismo que decir tierra vacía, inexistente, que no cuenta

Mientras esto ocurre, fijas nuestras miradas solo en Ucrania, Rusia, Europa y Estados Unidos, el resto del mundo queda desenfocado, casi invisibilizado. Por ejemplo, los medios nos cuentan machaconamente que todo el mundo está inmerso en esta guerra y que hay un boicot mundial hacia Rusia; luego, buceando en informaciones semiocultas, encontramos que las sanciones son de los países arriba citados, salvo la propia Rusia claro, más Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur y Japón. El mundo de nuevo se asemeja a uno de esos viejos mapas en los que este quedaba reducido a las potencias coloniales; el resto era “terra nullius”, que es lo mismo que decir tierra vacía, inexistente, que no cuenta. 

Ya no hay pandemia, ya no hay crisis climática y tampoco hay otros conflictos bélicos. Que el pueblo palestino, el saharaui o el yemení, así como muchos otros, sumen décadas inmersos en guerras injustas, alimentadas convenientemente por intereses ajenos (léase comercio de armas, apropiación y explotación de recursos naturales…) nunca ocupó las portadas de la prensa ni abrió las noticias en nuestras televisiones. Y hoy, esas mismas y crueles realidades se vuelven a esconder pues podrían evidenciar las hipócritas contradicciones de muchos gobiernos. Sobre todo, de aquellos que dicen defender al precio que sea la libertad y los derechos del pueblo ucraniano, mientras nunca moverán un solo dedo ante las atrocidades de regímenes como el israelí, el saudí o el marroquí. Por cierto, a este último, además se le premia respaldando sus políticas genocidas contra el pueblo saharaui. Ya saben, Europa necesita nuevos policías que alejen a migrantes indeseables de sus fronteras, mientras, una vez más de forma hipócrita, abre sus brazos a quienes, si son blancos, cristianos y de ojos azules. Y conste, aquí y ahora, que este escrito rechaza la invasión rusa e insta a la acogida de la población refugiada. Sin embargo, un matiz en este último caso, de toda la población migrante.

En la misma Ucrania hay infinidad de denuncias de personas asiáticas y africanas a las que se está discriminando en sus posibilidades de salida; por otra parte, Europa debe acoger también a aquella otra población refugiada de diferentes partes del planeta, resultado de guerras invisibles o procesos de empobrecimientos tangibles, generalmente causados, unas y otros por los intereses inconfesables de las élites económicas del llamado mundo desarrollado, el enriquecido. 

Pero no solo se esconden conflictos olvidados que suponen todos los días miles de víctimas. También se aprovecha el momento de cierta confusión o miradas desviadas para seguir haciendo negocios, y no nos referimos solo a eléctricas o empresas energéticas. Hablamos de ese negocio que aprovecha cualquier situación, aunque esta sea en países en permanente situación de violación sistemática a los derechos humanos. 

Pongamos un ejemplo que ilustra esta otra realidad. Hablemos un poco de Guatemala. ¿De qué?, ¿de quién? Si, de ese país centroamericano que, aunque catalogado como democrático, tiene un régimen pleno de represión contra su población, además de corrupción y narcotráfico. Un país en el que se violan tanto los derechos que incluso la justicia tiene que huir del mismo. Hasta la fecha se contabilizan más de 20 operadores de justicia —jueces, juezas y abogados— que han tenido que exilarse de Guatemala. Y todo por el hecho de que se les ocurrió ejercer la justicia e investigar casos de corrupción que alcanzan a las máximas autoridades y estamentos del Estado. En paralelo, cientos de comunidades y defensores y defensoras son criminalizados por defender los derechos humanos y del territorio frente a la voracidad de oligarquías y transnacionales, ávidas por explotar los recursos naturales de este país. 

Ejemplos de esto último hay cientos. Como la mina de níquel de El Estor, de propiedad de una empresa ruso-suiza, donde las investigaciones independientes llevadas a cabo, entre otras, por Prensa Comunitaria, acaban de sacar a la luz todo tipo de feas implicaciones. El proyecto extractivo de El Estor es centro de acciones que van desde la explotación y destrucción del territorio, pasando por su contaminación, hasta la cooptación de las estructuras judiciales, policiales y ministeriales a su servicio y la represión contra toda aquella persona u organización comunitaria que, simplemente, se atreva a expresar que el pueblo q’eqchi’ y su territorio tienen derechos y se están violando. 

Otro ejemplo es la reciente salida de la cárcel del defensor Bernardo Caal después de más de cuatro años injustamente encerrado que llevó a Amnistía Internacional a declararle preso de conciencia. Su delito fue defender el recurso vital que es el agua y su acceso libre para toda la población; el problema es que para ello se enfrentó a grandes intereses económicos que construían represas hidroeléctricas para privatizar ese derecho básico, estrechamente relacionado con la vida. Entre esas empresas la conocida ACS, cuyo presidente es Florentino Pérez, quizá más conocido por esa otra faceta que ejerce, la de presidente del Real Madrid. En algún momento fue a Guatemala, y repartió alguna camiseta del equipo de futbol, mientras movía hilos para que su negocio siguiera adelante, sin oposición social, que siempre es engorrosa y puede enturbiar la “buena imagen”, vendida por su propia propaganda, de gran empresario y mejor persona. 

No solo se esconden conflictos olvidados que suponen todos los días miles de víctimas. También se aprovecha el momento de cierta confusión o miradas desviadas para seguir haciendo negocios, y no nos referimos solo a eléctricas o empresas energéticas

Así, dando cobertura a estas y otras muchas actuaciones similares, el conocido en Guatemala como “pacto de corruptos”, que reúne a la clase política tradicional más oligarcas y otros oscuros grupos de poder, se hace con el control absoluto de las estructuras estatales, políticas, judiciales y económicas de uno de los países más empobrecidos del continente americano. Un país que por ello bien podría calificarse como república bananera, pero que, seguramente, es más apropiado citar como república extractivista regalada al servicio de las élites económicas locales y transnacionales. O, directamente, como estado fallido, si pensamos en los servicios que, teniendo que ver con la mejora de las condiciones de vida de la población, todo estado está obligado a procurar y que en el caso de Guatemala han desaparecido. 

De esta forma, mientras asistimos desconcertados en el mundo televisado a la carrera loca de una guerra europea que nadie quiso, conocemos que en este país centroamericano, se lleva a cabo una reunión que pasa ciertamente desapercibida: las Jornadas de Partenariado Multilateral para el Desarrollo en Guatemala 2022. Según la revista Forbes, “más de 20 inversionistas y funcionarios, principalmente españoles, se encuentran en Guatemala para explorar oportunidades de negocios”. Loable reunión y bendito objetivo ese de aportar al desarrollo de un país que, como hemos dicho, ocupa uno de los primeros puestos del continente respecto a los índices de pobreza y en cuanto a la corrupción de su clase política y económica tradicional. Entiéndase la ironía, pues lo que en realidad se pretende es solo aumentar los beneficios de las empresas transnacionales que hoy copan este país. 

Solo dos preguntas para finalizar este texto. La primera sobre cuándo despertaremos los pueblos y nos daremos cuenta de que estamos en manos de descerebrados militaristas que nos arrastran ciegamente hacia un pozo sin fondo a través de guerras televisadas y de otras invisibilizadas. La segunda, más sencilla, aunque quizá, más improbable en cuanto a su respuesta: para cuándo esas urgentes Jornadas de Partenariado Multilateral para la Paz y los Derechos Humanos en Guatemala y el Mundo. 

Mientras tanto, unos y otros, en Ucrania, en Guatemala o en tantos otros territorios de este planeta, seguirán poniéndonos la vida en juego y ese es un mal plan para la humanidad. 

Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Opinión
Opinión Contextos de la guerra en Ucrania
El historiador Antonio Fernández Ortiz repasa la relación entre Occidente, la Revolución Rusa y distintos proyectos de construcción nacional.
Opinión
Guggenheim Urdaibai Respuesta al Agirre Center: no participaremos en este juego con cartas marcadas
VV.AA.
El “proceso de escucha” se invalida a sí mismo al existir un plan ya elaborado y no publicado “de expansión discontinua del Guggenheim de Bilbao en Urdaibai”.
Campo de cuidados
Campo de cuidados Adolescencia, primavera
De adolescencias, renaceres, ciclos y primaveras feroces, diferentes, transformadoras.
avellana
5/4/2022 15:39

Lectura necesaria

0
0
Salud
El precio justo La nueva ley del medicamento o estrategias para bajar el precio de los genéricos (que es caro)
En España pagamos de media un 10% más por los medicamentos genéricos que consumimos que en el resto de la UE. Al mismo tiempo, nuestro gasto farmacéutico ha aumentado un 33% en la última década.
Israel
España El Gobierno español vuelve a romper su compromiso de no comprar armas a Israel
El Ejecutivo de Pedro Sánchez adquiere armamento israelí por valor de 6,6 millones de euros a pesar de haberse comprometido a un “embargo total”.
Gobierno de coalición
Carrera armamentística Izquierda Unida denuncia incumplimiento del PSOE y habla de “crisis de Gobierno”
El aumento del gasto en defensa y la compra de armas a Israel, a pesar del compromiso de no hacerlo, ha enfadado a tres pesos pesados de la coalición.
Estados Unidos
Extrema derecha Los beneficios de Tesla caen un 71% y Musk anuncia que reducirá su colaboración con Trump
Las protestas contra Elon Musk funcionan y hacen caer los beneficios y el valor en bolsa de la compañía. El anuncio del millonario hace que las acciones de Tesla crezcan cerca de un 5% en apenas unas horas.

Últimas

Opinión
Opinión Contextos de la guerra en Ucrania
El historiador Antonio Fernández Ortiz repasa la relación entre Occidente, la Revolución Rusa y distintos proyectos de construcción nacional.
Más noticias
Gasto militar
Rearme Pedro Sánchez anuncia un aumento del gasto militar de más de 10.000 millones de euros
El presidente del Gobierno ha anunciado la intención de cumplir este año con el objetivo de invertir el 2% del PIB en Defensa, para lo que se van a gastar 10.471 millones de euros.
Sáhara Occidental
Sáhara Occidental Crece la indignación por el apoyo de Sánchez a los planes expansionistas de Marruecos en el Sáhara
Los socios del Gobierno y el Frente Polisario acusan al Ejecutivo de Sánchez de dar la espalda al derecho internacional y usar el Sáhara como “moneda de cambio” para mejorar las relaciones con Rabat.
Reino Unido
Reino Unido La decisión del Supremo de Reino Unido da alas a la transfobia en un contexto antiderechos trans
Los términos “mujer” y “sexo” en la Ley de Igualdad se refieren únicamente a la mujer biológica y al sexo biológico, pese a que esta especificación no aparezca de forma literal en el texto.
Religión
Religión Muere el papa Francisco, el primer pontífice latinoamericano
Jorge Mario Bergoglio ha muerto este lunes 21 de abril en su residencia en la Casa de Santa Marta, en Roma, según ha informado el Vaticano. Tenía 88 años.

Recomendadas

Medio ambiente
Medio ambiente Que papel xoga Abanca no proxecto da celulosa de Altri en Galiza?
A sociedade público-privada Impulsa Galica, que cimentou os primeiros plans da multinacional papeleira e Greenalia está participada fundamentalmente pola Xunta e polo banco que xurdiu da desastrosa fusión das caixas de aforro galegas.
Medio ambiente
Crise climática Sarria, cun dos peores índices de calidade do aire de Galiza, á espera dunha nova planta contaminante
Sarria convive dende hai décadas coa contaminación provocada pola cementeira do Oural. Agora, Votorantim Cimientos proxecta a instalación dunha nova planta para a produción de combustible a partir da coincineración de residuos.
El Salvador
El Salvador El caso Ábrego García destapa el turbio pacto de la Trump con Bukele
El joven salvadoreño no ha sido condenado ni en Estados Unidos ni en su país de origen, pero es uno de los cientos de personas con la vida pendiente de un hilo por las políticas de Trump y Bukele.
Historia
Historia Miguel Martínez: “En Villalar, la izquierda arrancó los comuneros al franquismo”
Miguel Martínez, profesor de historia y literatura españolas en la Universidad de Chicago, analiza desde una óptica progresista la Edad Moderna, el momento histórico fetiche de las derechas españolistas.