Salud
Somos tantas las locas

Me topo con el dolor de Marta Sanz, con la garrapata o la uña que lleva clavada en el pecho y subrayo.

Leche de almendras.
Leche de almendras.
Carmen G. de la Cueva

escritora y periodista

4 mar 2018 06:06

Comienzo a leer Clavícula, de Marta Sanz, sentada en mi escritorio con un lápiz en la mano y un pequeño cuaderno de hojas blancas. Este no es un libro cualquiera. Este libro cuenta cosas que me han pasado y cosas que no me han pasado. En él estoy yo hace tan solo cinco años cuando volví a la casa de mis padres, sin trabajo y sin dinero, después de vivir en Londres. Lo mío no era un dolor, sino un temblor en la boca del estómago.

II. Mi temblor era hueco, granito, pérdida, mordedura minúscula, asco, picotazo, calambre; era rojo sangre y gris ceniza, vaho, murmullo, la punzada de una astilla clavada en la carne del dedo índice, soga, raíz, un hueco dentro del hueco del cuerpo. Todo eso era. Y, desde entonces, pasé a ser toda yo un temblor, un cuerpo que se rebelaba por fragmentos: primero, el corazón: 115, 132, 160 pulsaciones por minuto; después, el vientre: tres, cinco, siete visitas al baño cada día; y, al final, la mente: el insomnio, las pesadillas, la sensación de muerte, ¿la locura?

III. Antes, mucho antes de ir al médico, intenté escribir un diario del temblor, una crónica de la propia búsqueda de diagnóstico. Me decía a mí misma algo muy parecido a lo que se decía Sanz: “No soy hipocondríaca. No estoy deprimida. Tengo un dolor. Una enfermedad. Lo reivindico. Me quejo”. La escritura del diario era una estrategia contra el temblor, la imprecisa posibilidad de defender con palabras, como decía María Zambrano, la soledad en la que estaba.

IV. Yo no rompía a llorar en el cuartito de la tele como Sanz. El cuarto de baño era el mejor espacio de la casa para romper a llorar. Lloraba sentada en el váter y en silencio, y al salir mentía a todos y les decía que lloraba de dolor. Pero el temblor no dolía, era más bien una pérdida de control sobre mi cuerpo. Adelgacé 20 kilos. Cuando me tumbaba en la cama con los ojos abiertos por la noche, pensaba que me estaba volviendo loca.

V. En mi primera visita al médico de cabecera tuve que normalizar el lenguaje y hablarle de dolor en el vientre, de descomposición, nervios y falta de sueño. ¿Han probado a buscar las palabras exactas para describir ese temblor, convertido en síntoma, que ayuda a los médicos a diagnosticar? No hay mentiras ni metáforas para expresarlo. Salí con una receta de Lexatin en la mano.

VI. Durante días la usé de marcapáginas. Leía y leía como lo hacía Sanz, para “distraerme del ruido de mi propio cuerpo”. Busqué en Google las palabras mujer, temblor y enfermedad, y apareció La mujer temblorosa, de Siri Husvedt. En este libro, Husvedt cuenta cómo unos años después de la muerte de su padre, cuando estaba dando un discurso en su honor, su cuerpo comenzó a convulsionar. Husvedt también hablaba de mí, pero su lenguaje no me servía para nombrar mi propio temblor.

VII. La primera vez que me vi sangre, fui directa al ambulatorio del pueblo. Estaba convencida de que tenía un cáncer de colon. Mi abuelo había muerto de cáncer de colon. Yo tenía que tener cáncer. La doctora habló de ansiedad y me obligó a tomarme un Lexatin. Cuando volví a casa, lloré en el sofá del salón, delante de toda la familia y les dije que no me quería morir. Mi madre fue la única que me tomó en serio y concertó una cita con un estomatólogo privado: análisis de sangre, análisis de orina, electro, radiografías, colonoscopia.

VIII. Estuve tomando Lexatin tres meses exactos, tres meses en los que no tuve pesadillas ni insomnio ni miedo a morir. Tampoco escribí ni una sola línea. Solo leí un libro, El papel pintado amarillo, de Charlotte Perkins Gilman. Cuando fue madre, sufrió una gran depresión y un famoso doctor de la época, Weir Mitchell, le recomendó “la cura de reposo”: reposo total en la cama, aislamiento, ni coger un lápiz siquiera. Le prohibieron escribir y ella se vengó escribiendo. Virginia Woolf y Edith Wharton también fueron sus pacientes.

IX. Los resultados de las pruebas llegaron al fin: intolerancia a la lactosa. No estaba loca. Estaba enferma.

X. Cinco años después, me topo con el dolor de Marta Sanz, con la garrapata o la uña que lleva clavada en el pecho y subrayo: “Por segunda vez en mi vida escribo para purgarme y le tengo fe a la posibilidad catártica de la escritura. Como si todas las palabras fueran un rezo. Por favor, por favor, por favor”.

Arquivado en: Feminismos Salud
Informar de un error
Es necesario tener cuenta y acceder a ella para poder hacer envíos. Regístrate. Entra na túa conta.

Relacionadas

Violencia machista
Violencia obstétrica ¿Qué factores influyen en los niveles de violencia obstétrica?
Además del nivel socioeconómico hay otros factores étnicos, sociales y culturales que podrían tener un impacto en la percepción de las mujeres de la atención recibida durante el embarazo y el parto.
Infancia
Salud en la infancia Un hospital lleno de colores
Sonrisa Médica, la primera asociación española que llevó los payasos a los quirófanos, cumple 30 años. Hoy celebran que hay más de veinte entidades que prestan este servicio en el país.
Estados Unidos
Extrema derecha Trump anuncia un campo de concentración para 30.000 migrantes en Guantánamo en el 80 aniversario de Auschwitz
La estrategia de llevar la detención de migrantes a territorios lejanos, opacos y sin garantías de derechos también ha sido la opción elegida por la Unión Europea en el último año.
Salario mínimo
Pacto bipartito Trabajo y sindicatos acuerdan la subida del salario mínimo en 50 euros sin el apoyo de la patronal
Díaz anuncia un acuerdo con los sindicatos que llevará al Congreso de Ministros de forma “inminente” la propuesta del Ministerio de Trabajo. Los sindicatos proponían una subida de 66 euros y la patronal, de 34 euros.

Últimas

Crisis climática
Parlamento Ciudadano Climático Un jurado popular ciudadano para combatir la crisis climática y el retroceso democrático
En un momento crítico para la democracia y la acción climática, cinco organizaciones medioambientales reunieron en el Congreso de los Diputados a científicos, actores sociales y asambleístas para impulsar un Parlamento Ciudadano Climático Permanente.
Ayuntamiento de Madrid
Convenio colectivo Las cuidadoras ganan a Almeida: Madrid anuncia nuevos pliegos con la subida salarial pactada
Las trabajadoras de cuidados seguirán en huelga dado que “no hay nada tangible”. El anuncio afectaría a 12.000 personas empleadas por el Ayuntamiento, pero no a las 2.000 trabajadoras más convocadas a la huelga que trabajan para la Comunidad.
Madrid
Justicia El fiscal general del Estado, en el alambre, declara como investigado ante el Supremo
Álvaro García Ortiz acude al alto tribunal a explicar su versión de las filtraciones denunciadas por el entorno de la pareja de Isabel Díaz Ayuso. Es la primera vez que un fiscal de su categoría declara como investigado.
Lavapiés
Madrid Lavapiés gana un asalto a la organización fascista Hacer Nación
La empresa en la que se iban a organizar unas jornadas con figuras de la extrema derecha europea ha confirmado que comunicó a Hacer Nación que no le cedía su espacio.
Más noticias
Pensiones
Revalorización de las pensiones Los pensionistas no se fían y salen a la calle tras el rechazo al decreto ómnibus
La Unidad de Acción de Madrid convoca a manifestarse este viernes 31 frente a la sede del PP tras la “posición negativa de la derecha ultranacionalista, sea española o catalana”.
Energías renovables
Energías renovables en Madrid El Centro Cultural Palomeras quiere ser autosuficiente, los préstamos de sus vecinos pueden conseguirlo
Una universidad pública y una cooperativa de energías renovables lideran el proyecto de préstamos que quiere convertir en autosuficiente al histórico centro educativo vallecano, y que busca reunir 150.000 en financiación ciudadana a un interés ético.
Opinión
Opinión No es Poder Popular todo lo que reluce
VV.AA.
No hay alternativa capaz de cambiar este sistema que no hable claramente de socialismo y de clase trabajadora
Israel
Sionismo Maccabi - Baskonia: no colaboremos con la banalización del mal
El partido de basket en Gasteiz es una oportunidad de oro para mostrar nuestra determinación a no contribuir al blanqueamiento del Estado genocida de Israel, oponiéndonos decididamente.
Comunidad de Madrid
Comunidad de Madrid Sin materiales, sin protección adecuada y sin financiación: los bomberos de Madrid denuncian “abandono”
La contaminación de los equipos de protección de cinco bomberos en un incendio en una nave de reciclaje hace levantar de nuevo la voz de los sindicatos, que ya tienen denunciada ante el TSJ de Madrid, la falta de financiación.

Recomendadas

Laboral
Laboral Investigada unha rede empresarial que explotaba a 82 migrantes nunha granxa de Lugo
Polo de agora, tres persoas responsables da granxa de Begonte centran as investigacións da Garda Civil. As 82 persoas explotadas vivían nun hotel de Ordes (A Coruña) que non tiña sequera licencia de hostalaría.
Literatura
Letras Galegas Da Sección Feminina do franquismo ao Cancioneiro Popular Galego: o pobo é quen canta e baila
As cantareiras protagonizarán o Día das Letras Galegas de 2025. Beatriz Busto e Richi Casás fálannos delas, de Dorothé Schubarth, do Cancioneiro Popular Galego e da dificultade de acceder aos arquivos sonoros que conservan as súas voces.
Medio rural
Reportaxe As mulleres rurais soñan con deixar de ser heroínas
A falta de servizos básicos no rural é a primeira pedra no camiño de quen quere vivir e desenvolver os seus proxectos fóra da cidade. Aínda así, o rural galego atópase á cabeza en canto a titularidade feminina respecto á media do Estado español.