We can't find the internet
Attempting to reconnect
Something went wrong!
Hang in there while we get back on track
Seguro que estas semanas de vacaciones algunas de estas marcas han estado en tu mesa: El Patriarca, La Estepeña o La Muralla. Todas provienen de Estepa, un pueblo de Sevilla donde desde junio hasta diciembre huele a canela. Esta localidad es el epicentro estatal de producción de mantecados y otros dulces navideños. Esta temporada navideña, según el Consejo Regulador de Mantecados y Polvorones, se han puesto en circulación 15.000 toneladas de dulces y ha dado empleo a 4.500 personas procedentes de las 18 fábricas del territorio.
“Muchos días he llegado a echar hasta 17 horas”, explica una mantecaera
Bajo el olor dulzón y las cifras económicas se esconden décadas de jornadas laborales ilegales, sueldos bajos, presiones y enfermedades no reconocidas que aquejan a una plantilla feminizada, más del 90% de las trabajadoras del sector son mujeres.
Es el caso de Lola, nombre ficticio para proteger la identidad de la fuente, una mantecaera recién jubilada que ha trabajado en las fábricas estepeñas casi 50 años. Toda una vida que comenzó a los ocho años, como muchas niñas de su generación, “como un juego después de clase, cuando venía la inspección nos pedían que nos escondiésemos y nosotras creíamos que era algo divertido”. A los 13 años ya comenzó como trabajadora del oficio que le ocuparía tantas décadas y en el que, según relata, ha sufrido mucha presión y condiciones laborales indignas. “Muchos días he llegado a echar hasta 17 horas”, explica cómo durante la temporada de trabajo que abarca desde verano hasta diciembre las jornadas se alargan varias horas “hay semanas que una echa las 40 horas de contrato y 50 más”.
Lola expone que además de las jornadas ilegales, ya que el Estatuto de los trabajadores establece que solo se pueden realizar un máximo de dos horas extras al día, durante el día se ven sometidas a la presión de los encargados “es un trabajo muy duro en el que acabas destrozada y encima están presionándote diciéndote si estás tonta cuando vas lenta o vigilándote para que no tardes mucho tiempo yendo al baño o bebiendo agua”.
“Es una vaca sagrada del capitalismo y nadie quiere meter mano en la explotación sistemática que hay, ni empresas, ni gobierno ni siquiera los grandes sindicatos”, expone Óscar Reina, secretario general del SAT
Además, expone que en la mayoría de ocasiones desde la dirección “nos obligan a pagar los 15 minutos del bocadillo llegando antes o yéndonos después”, el artículo 34 del Estatuto de Trabajadores reconoce que “el empresario deberá conceder a los trabajadores, como máximo tras seis horas de trabajo ininterrumpido, una pausa destinada a la comida y al descanso de al menos 30 minutos”. Esta mantecaera explica además que cuando se ha quejado de esta situación a sus superiores no se han responsabilizado de establecer el descanso obligatorio “Me han llegado a decir que me vaya a comer el bocadillo mientras iba al baño”.
Una explotación sistemática
Las trabajadoras del sector se aquejan de dolores crónicos, lumbalgias y ciáticas que no son reconocidas como accidentes laborales. Además, Lola señala que se producen muchos accidentes laborales a causa de los ritmos de producción y la falta de inversión en medidas de seguridad “vamos con mucha presión y hay accidentes; además les da igual lo que te pase, hace poco una chica se rebanó un dedo mientras trabajaba y cuando el jefe la vio inconsciente en el suelo, solo dijo que eso era una putada para él”.
Todos los años las diversas empresas del sector reciben decenas de denuncias a la Inspección de Trabajo “que caen en saco roto”, según explica Óscar Reina, secretario general del Sindicato Andaluz de Trabajadores, “por miedo, ninguna trabajadora quiere dar su nombre”, reitera Reina, que además insiste en que los sueldos de las trabajadoras “no llegan ni a siete euros la hora”. Lola apoya esta idea diciendo: “nunca hablamos porque la gente tiene miedo de que no la llamen para la temporada siguiente”.
Laboral
Laboral El mapa laboral en Andalucía: desempleo, abusos y trabajadoras “acostumbradas a sufrir”
Reina hace hincapié en que el sector de los mantecados en Estepa “es una vaca sagrada del capitalismo y nadie quiere meter mano en la explotación sistemática que hay, ni empresas, ni gobierno, ni siquiera los grandes sindicatos”. En 2023, el secretario general de UGT, Pepe Álvarez, declaraba en una visita a las fábricas de estos dulces navideños que la industria del mantecado “es un ejemplo de empleo de calidad”.
Estos dulces navideños de Estepa cuentan con el indicativo de la Comisión Europea de la Indicación Geográfica Protegida y son uno de los fetiches de la Junta de Andalucía y sus diferentes gobiernos que anualmente, independiente del signo político que lleven, se trasladan a las fábricas para elogiar el producto. La mayoría de las trabajadoras del mantecado son mujeres de la localidad y con cargas familiares, según un estudio elaborado en 2002, el 70% de las trabajadoras no sobrepasaba los estudios primarios y el 47% tenía más de 3 hijos a su cargo. Una realidad que sigue vigente 22 años después de la elaboración del informe.
Relacionadas
Andalucía
Andalucía María Jesús Montero, dispuesta a protagonizar el proyecto de reforzar el PSOE para las elecciones andaluzas
Jaén
Política Año nuevo, gobierno nuevo: el PSOE recupera Jaén con la vista puesta en las andaluzas
Sevilla
Derechos Humanos Mahmoud Bakhum, un mantero en Sevilla muere al tirarse al río mientras la policía le perseguía por trabajar
Qué pena de humanos, somos explotadores por naturaleza desde siempre, sigue habiendo esclavas en el mundo y parece que cada vez son más.