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Universidad de Granada
Sindicatos de la Universidad de Granada cuestionan las medidas anti-covid
SAT, CTI y la Unión Sindical Estudiantil reclaman “acceso a una docencia presencial con desdobles y distancia de seguridad” en el día del Acto Académico de Apertura del Curso de la Universidad de Granada.
La Universidad de Granada ha dado a conocer la semana pasada el sistema lectivo y las medidas que adoptará para este nuevo curso, que comienza con los parámetros de contagios en Granada por coronavirus en ascenso. Anunció la puesta en marcha de un sistema semipresencial que compagine la asistencia a las aulas con un 50% del aforo en sus instalaciones y las clases online para las que se hará uso de las nuevas tecnologías, incluyendo la instalación de 300 cámaras. La rectora Pilar Aranda anunció como los “cuatro pilares básicos anti-covid” el uso de mascarillas, el lavado de manos, la distancia social y la ventilación.
El sábado 19 de septiembre, se celebró el Acto Académico de Apertura del curso 2020-2021 en la Universidad de Granada, en el Crucero Bajo del Hospital Real. Acto en el que SAT (Sindicato Andaluz de Trabajadores), CTI (Coordinadora de Trabajadores Independientes) y la USE (Unión Sindical Estudiantil) aprovecharon para convocar una concentración “boicot” donde visibilizar sus reivindicaciones y expresar su desacuerdo por la falta de consideración por parte de la UGR hacia dichas organizaciones sindicales. Señalan “una continuación de la política del rectorado, llevada a cabo durante la pandemia, donde no se ha tenido en cuenta a los sindicatos minoritarios, ni tampoco a las organizaciones estudiantiles dignas interlocutoras de las reivindicaciones de los estudiantes y el personal”.
Estas organizaciones sindicales sostienen que la Universidad de Granada es la institución pública más importante de la ciudad y que, sin embargo, su gestión deja mucho que desear. Encuentran que cada vez hay más presencia de empresas privadas que empeoran las condiciones de trabajo del personal laboral, según Hada Martínez Robles, de la USE, quien afirma que “la empresa privada está muy presente en nuestro día a día, desde sucursales de bancos como el Santander hasta las externalizaciones de servicios como la limpieza y el mantenimiento, la seguridad, consejería, informáticos, de reprografía o de cafetería. Esto no solo entra en contradicción con el supuesto carácter público de la universidad de Granada sino que también implica el empeoramiento de las condiciones de los trabajadores, despidos —como en el caso del CAU, Centro de Atención al Usuario— y la disminución de la calidad de los servicios”.
“El plan elaborado por la UGR para asegurar una vuelta al curso genera confusión, al igual que la vuelta a las aulas de manera presencial”
Señalan que este inicio de curso está siendo aún más convulso que los de años anteriores porque, a pesar de poseer los medios y espacios necesarios para garantizar las medidas de seguridad requeridas en estos momentos, tanto para el alumnado como para el conjunto del personal, “el plan elaborado por la UGR para asegurar una vuelta al curso genera confusión, al igual que la vuelta a las aulas de manera presencial”.
Desde el SAT aseguran que no hay una preparación para la docencia virtual ya que las aulas no tienen aún las prometidas cámaras para grabación y streaming de clases ni se han habilitado mamparas, delimitado donde sentarse o impartido la formación específica suficiente sobre el manejo de software y plataformas para la docencia online. También advierten que no se han puesto carteles con el nuevo aforo máximo permitido y no hay alternativas para la docencia práctica en laboratorios y espacios de trabajo, ya insuficientes antes de la pandemia, por la distancia social. Además de no reforzar las plantillas de Administración y Servicios, no garantizar la limpieza e higiene de las aulas e instrumentos docentes entre clase y clase, “somos la única institución estatal que no va a tomar la temperatura antes de comenzar las jornadas docentes porque no estamos dotados ni de personal ni de recursos suficientes”, declara Javier García Fernández, de SAT Universidad.
La coalición sindical CIT-SAT reivindica que se retome el contacto entre el rectorado y los sindicatos del comité de empresa del personal laboral y se incluya en las conversaciones a los sindicatos estudiantiles. Piden proteger los derechos laborales de los trabajadores de la UGR, que se acabe con la política de externalizaciones y privatizaciones de servicios, aumentar plantilla profesorado para bajar la ratio y asegurar la educación presencial. Según Javier García “trabajamos para reclamar una gestión democrática, responsable y colectiva de la UGR donde la rectora, Pilar Aranda, está aplicando un rodillo en una gestión opaca de la universidad, con un modelo que deja de lado la contratación de empresas granadinas”.
Universidad
La incertidumbre protagoniza un curso universitario a punto de arrancar
La Unión Sindical Estudiantil reclama la educación presencial al 100%, no solo porque es la más recomendada a nivel pedagógico, sino porque “es la única que garantiza la igualdad entre los alumnos que tienen los medios necesarios para seguir las clases online y los que no”. Señalan que en un contexto como el actual, en el que se apuesta por un modelo semipresencial al 50% en el que no se garantiza el acceso completo a la docencia —el otro 50% es trabajo autónomo del alumnado— ni a los servicios de la Universidad como bibliotecas o comedores. “No podemos tolerar que el importe de la matrícula siga siendo el mismo cantidad del año pasado. A la oferta del 50% de los servicios corresponde el 50% del pago en la matrícula”, indica Hada Martínez Robles.
Para las personas en situación de riesgo COVID en la UGR, la USE defiende que el Rectorado es el que tiene que poner facilidades a trabajadores y alumnado del grupo de riesgo: “No se están autorizando alternativas a personas en situación de riesgo por cuestiones médicas. Para el alumnado en muchos casos sólo se ha facilitado el poder acogerse a la evaluación única final. También se debería garantizar el seguimiento de la docencia ya sea a través del acceso a los materiales digitales o las clases grabadas”. Además, reclaman que “todos los espacios de la UGR deben ponerse a disposición de sus usuarios para que se pueda acceder a una docencia presencial con desdobles y distancia de seguridad”.
Respuesta de la UGR
José Ángel Ibáñez, director de comunicación de la Universidad de Granada ha respondido a este medio en el sentido de que estas demandas sindicales y cualquier otra tienen en la Universidad de Granada diferentes espacios de propuesta y negociación. Ibáñez asegura que estos sindicatos sí habían sido invitados a la inauguración del curso académico y mantiene que el empleo en la UGR es de calidad, que se han mantenido todos los puestos de trabajo y no existe ningún proceso de externalización, ni privatización. “Esto son hechos contrastables”, afirma.