Coronavirus
Los sanitarios de Madrid siguen trabajando con mascarillas defectuosas que no les protegen del covid-19

Mascarillas perforadas, porosas, sin instrucciones y sin que protejan al trabajador del contagio. Es el material que están recibiendo, aún hoy, los profesionales sanitarios de la Comunidad de Madrid, según denuncian desde CC OO, sindicato que ha recogido decenas de reclamaciones de trabajadores desde centros sanitarios, tanto públicos como privados, y de residencias de mayores. 

“Desde hace semanas están recibiendo mascarillas de dudosa fiabilidad, algunas de las cuales ya se han retirado por orden de las autoridades sanitarias del Ministerio de Sanidad y de Salud Pública de la Comunidad de Madrid, ya que no cumplían las especificaciones técnicas requeridas por la Unión Europea”, explican desde la Federación de Sanidad de CC OO. Son mascarillas que, además de no suponer la protección suficiente, según denuncian son de “pésima calidad”. Incluso las recibidas  en el Hospital Gregorio Marañón, del tipo FFP3 —las que ofrecen mayor protección— que no han sido retiradas, están “perforadas”, según denuncian trabajadores de este centro.

Desde el sindicato señalan que desconocen si el origen de estas mascarillas es el Ministerio de Sanidad o la Comunidad de Madrid, pero, según señalan a El Salto, “nosotros pedimos cuentas a la Comunidad de Madrid que, en cualquier caso, es la que reparte ese material a los centros del SERMAS, ¿o es que Salud Pública no audita ese material antes de repartirlo?”, apuntan.

“En los centros del SERMAS se siguen distribuyendo y utilizando mascarillas con deficiencias importantes tanto por defecto como por omisión de instrucciones o leyendas de seguridad, y los profesionales continúan atendiendo a pacientes covid-19 con dicho material, aún a riesgo de que ello pueda provocar nuevos contagios entre las plantillas y también en sus entornos más cercanos”, alertan desde el sindicato, que recuerda que ya son 5.543 los profesionales sanitarios de la Comunidad de Madrid contagiados de coronavirus o en aislamiento. “Esto acarrea, además de riesgo para su salud y la de sus familias, peligros para los pacientes, y podría provocar una importante merma en las plantillas”, continúan.

“Los trabajadores de la sanidad pública, privada, de residencias de mayores, funerarias, y otros servicios en primera línea asistencial necesitan seguridad para realizar su trabajo en condiciones que no supongan un riesgo para sí mismos ni para terceros”, concluyen.