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Cuidados
Permisos para cuidar: la mayoría de los padres los usan, pero la mitad los disfruta con la madre
Desde 2021, los permisos de nacimiento acogida y adopción se equipararon en 16 semanas para ambos progenitores y, desde entonces, el número de padres que usan los permisos se ha incrementado y es generalizado. La regulación actual impone el disfrute simultáneo de las 6 primeras semanas, en las que ambos progenitores deben coger el permiso a la vez. Las otras diez se pueden disfrutar a elección de la persona trabajadora.
El porcentaje de padres que utiliza el permiso de nacimiento, acogida y adopción de 16 semanas ha aumentado progresivamente desde 60,8% en 2016, al 73,4% en 2022. De los padres que utilizan su permiso, un 89,5% utilizó todas las semanas a las que tenía derecho en 2021, un 91,2% en 2022 y un 91,6% en el primer trimestre de 2023 (último periodo de tiempo disponible). En el caso de las madres, un 99% se acoge al permiso, además, un 95% usa sus 16 semanas de forma ininterrumpida tras el parto, algo que también hacen un 50% de los padres, haciendo coincidir así todo su permiso, en los años 2021 y 2022. De los padres, en torno a un 20% fracciona su permiso usando, en primer lugar, las 6 semanas que obligatoriamente se deben utilizar tras el parto, y usando, posteriormente, las 10 semanas restantes una vez la madre ha terminado su permiso.
La forma más corresponsable de usar el permiso es tomándolo por turnos: de esta forma se alarga el tiempo de cuidado en casa para la criatura y se favorece que el segundo progenitor asuma el rol de cuidador principal
Son algunos de los principales datos del estudio ¿Cómo incide el nuevo diseño de los permisos de nacimiento en la corresponsabilidad? Un análisis con registros administrativos de la Seguridad Social de 2016 a 2023 publicado en agosto de 2024 y que centra su esfuerzo en explicar cómo la equiparación de los permisos para ambos progenitores, que se hizo efectiva en enero de 2021, ha tenido efectos en la corresponsabilidad, es decir, si ha hecho que los padres cuiden más.
La distinción entre que el padre use el permiso a la vez que la madre o que, por el contrario, use sus 10 semanas fraccionables cuando la madre ya se ha reincorporado al trabajo remunerado, es importante en términos de corresponsabilidad, dice el estudio, porque se entiende que esta última forma de utilizar el permiso, por turnos, es la que más favorece que los padres se involucren en los cuidados. De esa forma, se extiende el cuidado del bebé en casa el máximo tiempo posible (26 semanas) al tiempo que el padre está responsabilizándose de los cuidados durante 10 semanas mientras la madre se ha reincorporado al empleo, asumiendo el rol de cuidador principal. "Sin embargo, un 50% de los padres usa el permiso simultáneamente a la madre, lo que acorta el tiempo que el bebé está cuidado por sus padres (16 semanas) y lo que fomenta el rol de padre ayudante en lugar de pa dre cuidador principal, dados los roles de género actuales”, dice el estudio, que firman Adela Recio Alcalde, Cristina Castellanos Serrano y Javier Andrés Jiménez.
Peores condiciones, menos cuidados
El análisis muestra también un sesgo de rentas en la forma en la que los padres usan los permisos. Así, conforme decrecen los salarios de los padres, y con ellos presumiblemente su capacidad de negociación con la empresa, según argumentan los investigadores, decrece la proporción de padres que usan el permiso turnándose con las madres.
Si bien el porcentaje de padres que usan el permiso por turnos se sitúa en torno al 20% para el total de la población, este porcentaje desciende a un 10% para los padres situados en los dos primeros deciles de renta, mientras que asciende a un 30% para los padres que se sitúan en los dos deciles más altos de renta. Es decir, hay 20 puntos porcentuales de diferencia, entre los padres peor y mejor posicionados en términos de renta, en el uso que permite cuidar al bebé durante más tiempo y asumir el rol de cuidador principal.
Los padres con mayores ingresos y con contratos indefinidos en lugar de temporales están en una mejor posición para llegar al acuerdo con la empresa que exige la ley para disfrutar de las semanas de permiso
“Los padres con mayores ingresos y con contratos indefinidos en lugar de temporales están en una mejor posición para llegar al acuerdo con la empresa que exige la ley en lo concerniente a las 10 semanas fraccionables”, explica la investigación, con datos que indican que, conforme aumentan los salarios y mejoran las condiciones laborales, aumenta el uso corresponsable de los permisos.
Además, si bien el nivel de ingresos o tipo de contrato no altera significativamente la proporción de padres que usa todo el tiempo de permiso que tiene disponible (16 semanas o más), sí existen diferencias significativas en la proporción de padres que se turnan con las madres según su nivel de ingresos y tipo de contrato. “El menor poder de negociación de los padres con rentas más bajas y contratos temporales parece estar provocando que no utilicen su derecho a fragmentar el permiso y usarlo a conveniencia para turnarse con la madre y extender el cuidado del bebé”, concluye el estudio.
Cambios para forzar a cuidar
Por eso el estudio del Instituto de Estudios Fiscales sugiere cambios en el diseño del permiso para favorecer el uso por turnos en lugar de favorecer el uso simultáneo.
Esto podría hacerse, dicen, reduciendo la obligación de simultaneidad a dos semanas en lugar de a las seis actuales y, por otro lado, requiriendo solo el preaviso con dos semanas de antelación para el disfrute de las 14 semanas restantes, sin necesidad de acuerdo con la empresa. “Esta modificación no obligaría a usar el permiso de una forma concreta ni conllevaría un coste presupuestario y, en cambio, favorecería que una mayoría de padres, en lugar de una minoría, usara sus permisos de forma no simultánea, turnándose con las madres y asumiendo el rol de cuidador principal. La modificación sugerida fomentaría una mayor corresponsabilidad independientemente de la renta”, argumentan.
El estudio sugiere cambio en el diseño de los permisos para reducir la obligación de simultaneidad a dos semanas en lugar de a las seis actuales y reducir el tiempo de previos en las otras catorce
Esta idea va en línea con lo que la Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento, Acogida y Adopción (PPiiNAA) mantuvo en su día, cuando se aprobó el decreto que daba comienzo a la equiparación progresiva de los permisos. La posibilidad de simultanear, lamentaban, mantendría a los padres en su rol de ayudantes.
Pero la fórmula de estos permisos —iguales, intransferibles y remunerados— no pone de acuerdo a todas las feministas. Y que los permisos para el segundo progenitor pasaron en pocos años de 2 a 16 semanas, mientras que el de maternidad permanece en las 16, por lo que hay voces que piden permisos que permitan maternar en condiciones. Es la postura de la Asociación PETRA Maternidades Feministas, que entienden que unos permisos y transferibles es la vía para conseguir ese objetivo.