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Editorial
Salud primaria amenazada
El modelo fundacional de nuestro servicio público de salud, un sistema orientado al bien común y a evitar muertes y enfermedades, no es rentable según los apologetas del mercado. Sin embargo, y atendiendo a los principios de la medicina comunitaria y preventiva concebidos en la Conferencia Internacional de Alma Ata de hace casi medio siglo, Osakidetza y Osasunbidea no pueden sino ser públicos y universales. Ahora bien, las personas profesionales de la salud que vigilan la tensión o aplican curas a una población envejecida a la que saludan enérgicamente cada semana no son ciertamente inversiones muy rentables desde la lógica del beneficio económico. Por eso, buena parte de la clase política española y vasca lleva décadas esforzándose en generar las condiciones de posibilidad que hagan de la salud pública un gran negocio.
“Los conciertos sanitarios, la privatización de servicios y reordenar el sistema en torno a las Organizaciones Sanitarias Integradas, proyecto ideológico del PNV en la sanidad pública”
Abrir la puerta a los conciertos sanitarios, la privatización de servicios y reordenar el sistema en torno a las Organizaciones Sanitarias Integradas, las famosas OSI, representó el caballo de Troya del proyecto ideológico del PNV en la sanidad pública. Estas últimas, impulsadas por Iñaki Azkuna en sus días como Consejero de Salud, han sido determinantes. La salud primaria, la puerta de entrada de cualquier persona al sistema público de salud, se ha disuelto en unidades de gestión estructuradas en torno a hospitales, que por definición poco tienen que ver con un centro de atención primaria. Cada vez es más difícil determinar con cuántos recursos, humanos y económicos, cuentan nuestros centros de salud.
Salud
Adelanto editorial Osakidetza, foco de corrupción
Descuidar las necesidades de la atención primaria fue algo relativamente sencillo que las múltiples huelgas sindicales convocadas la pasada década no consiguieron impedir. Bastó con precarizar y congelar las plantillas, y con dejar de invertir en las infraestructuras básicas del sistema público. Así se ha allanado el camino a los seguros privados de salud, cuyo modelo de negocio pasa por compensar las carencias de lo público. No por casualidad, los niveles de implantación de estas coberturas en Bizkaia están al nivel de Madrid o Catalunya, zonas cero de la corrupción sanitaria.
“Los niveles de implantación de los seguros privados de salud en Bizkaia están al nivel de Madrid o Catalunya, zonas cero de la corrupción sanitaria”
Así estaban ya las cosas, y dos años de pandemia han dejado al personal sanitario agotado, y teniendo que padecer una gerencia sobrepasada y miserable que demanda voluntarios para atender las UCI... después de despedir a 4.000 profesionales contratados para contener la epidemia. Hay más buitres que nunca planeando sobre la sanidad pública, y el riesgo de perder una de las grandes conquistas históricas del movimiento obrero es muy real. Hay que defenderla en la calle, y hay que acompañar también los estallidos sociales, alejándolos de la agenda conspiracionista, y orientando la energía social contra los liquidadores de la sanidad pública y del derecho democrático a la salud.